Nos despertamos sobre las once de la mañana y fuimos a desayunar a una cafetería. Estuvimos cortados la mayor parte del tiempo. Al rato me acordé de algo: No había vuelto a casa anoche por lo que Elías y Mariángeles estarían preocupados. No podía llamar, el móvil quedó completamente destruido en la explosión, tenía que ir corriendo a casa y explicar por qué había tardado tanto. Me terminé el café rápido y me acerqué a Marina para besarla pero ella me esquivó. No entendía por qué, hasta que Kaos me lo explicó.
- ¿En serio eres tan retrasado? - Dijo en mi mente.
- ¿Cómo? - Le pregunté confundido.
- Recuerda lo último que te dijo antes de dormirse.
Empecé a pensar y me acordé de esas palabras que habían resonado en mi mente segundos antes de dormirme: Te quiero.
- Me dijo que me quería. - Le respondí.
- ¿Y tú le dijiste algo? - Preguntó.
- No..
- Ahí está el problema mierda con patas.
Las palabras del demonio me hicieron pensar, así que me acerqué a Marina y la miré a los ojos.
- Marina sobre lo de anoche...
A la chica se le iluminaron los ojos. La besé y la volví a mirar a los ojos.
- Yo también te quiero.
Conforme lo dije salí disparado hacia casa, sin saber cómo me iba a recibir la familia.
Llegué sudando, había corrido durante media hora a sprint. Abrí la puerta con las pulsaciones por las nubes. Cuando entré me sorprendí. Estaban desayunando todos juntos, sólo faltábamos Eloy y yo. A los cinco segundos de entrar llegó detrás mía Eloy. Nos miramos y nos hicimos un gesto de que luego lo hablaríamos. Elías y Mariángeles nos sonreían, era muy extraño.
- Vamos chicos, tendréis hambre. - Nos dijo Mariángeles sonriendo.
No respondimos, simplemente obedecimos. Nos sentamos y comenzamos a tomar unas magdalenas. Ninguno quiso decir nada por lo que pudiera pasar.
- ¿Qué tal lo pasasteis? - Preguntó Elías.
- Bien. - Respondimos Eloy y yo en voz baja.
- ¿Qué os pasa?¿Acaso no os divertisteis? - Preguntó Mariángeles.
- No es eso, simplemente estamos esperando la bronca. - Contestó Eloy.
- ¿Por qué deberíamos echaros una bronca? - Dijo Elías confundido.
- Bueno, no hemos pasado la noche aquí. Pensábamos que nos la íbamos a ganar. - Respondí.
Los dos adultos se miraron y empezaron a reír.
- Sois mayorcitos, no pasa nada si no pasáis una noche en casa. - Acabó diciendo Elías.
- Siempre y cuando no os desmadréis. - Continuó Mariángeles.
Eloy y yo nos relajamos, ya no había peligro. Terminamos de desayunar y fuimos a nuestra habitación a hablar.
- En fin, veo que no fui el único que pasó la noche fuera. - Le dije.
- Sí, anda cuéntame por qué no volviste. - Respondió.
Empecé a contarle todo lo que había ocurrido aquella noche. La verdad me resultaba incómodo. Cuando terminé Eloy se comenzó a reír.
- ¿Qué te hace tanta gracia? - Pregunté.
- Pues que yo también pasé la noche con Ángela.
- Joder nuestra conexión ya me acojona tío. - Dije riendo.
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Kaos (#Wattys2017)
Teen Fiction¿Qué ocurriría si a un chico huérfano de quince años le metieran el alma del demonio más loco y despiadado de todos los tiempos sólo para salvar los tres planos? O al menos ese es el motivo que él cree...