- Hey Sergi, despierta.
Abrí los ojos, todos mis amigos estaban aquí. Abel y Lucy sostenían una cesta con fruta, Esther tenía un sobre y Alex un ramo de flores.
- ¿Qué hacéis aquí? - Pregunté confundido.
- Acabas de sobrevivir de un accidente en el que no hubo supervivientes, no sé quizá ver al Inmortal Sergi. - Dijo Abel en tono burlón.
- Sí, es una suerte que estés vivo, lo normal sería que nos hubiésemos vestido todos de luto para tu funeral. - Le siguió Lucy.
- Además, nos preocupamos por ti. - Continuó Alex.
- Muchas gracias chicos. - Contesté.
- Toma te hemos traído algunas cosas. - Dijo Esther.
Me dieron la cesta el ramo y el sobre, esto último fue lo que más me llamó la atención.
- ¿Qué es? - Dije señalando el sobre.
- Ábrelo. - Me instó Esther.
Lo abrí. En él había una foto de cuando fue él cumpleaños de Eloy y mío. Eloy miraba a Ángela disimuladamente, por aquella época aún no estaban juntos. Esther y Alex sacaban la lengua y ponían los ojos bizcos, Lucy tenía una sonrisa de oreja a oreja y Abel ponía morritos que en mi opinión le hacían cara de pato. Ángela me pasaba un brazo por el hombro mientras sonreía, y yo sacaba la lengua. Miré en el dorso de la foto, había un mensaje.
"Esperamos que te recuperes y vuelvas a dar por culo como siempre"
Estaba firmado por todos, no se por qué pero se me saltaron las lágrimas.
- Muchas gracias chicos, de verdad.
- No hay que darlas, para algo estamos. - Dijo Abel sonriendo.
- Te dejamos descansar. - Anunció Alex,
Se fueron por la puerta y yo me tumbé me de nuevo. A la media hora llegó una enfermera.
- Eres Sergio, ¿verdad? - Dijo amablemente.
- Sí. - Contesté.
- Pues ya puedes irte a tu casa, el doctor ha mirado tus análisis y estás perfectamente. Te traeremos ropa nueva, la otra que tenías está totalmente chamuscada.
- Vale, muchas gracias.
La enfermera salió y a los cinco minutos llegó con unas deportivas rojas, unos vaqueros y una sudadera azul.
- Aquí tienes. - Dijo sonriendo.
- Gracias, pero, ¿podrían llamar a mi casa? Mi móvil seguramente esté muerto así que le agradecería que lo hicieran.
- No te preocupes, ya lo hemos hecho, viene tu padre a recogerte.
Sabía que se refería a Elías, pero aun así me dolió como una bala directa al corazón.
- Gracias. - Dije con tristeza.
La enfermera asintió y salió por la puerta. Me puse la ropa y esperé en la entrada del hospital. Al cuarto de hora llegó Elías.
- Vamos campeón, sube. - Dijo alegremente. Era un hombre bien cuidado, la edad lo había tratado bien. Su pelo castaño con unas pocas canas brillaba con la luz del sol.
Entré al coche y apoyé mi cabeza en el cristal. Estuve a punto de dormirme por todo el camino ya que eran las once cuando me recogió. Llegamos a casa y Mariángeles nos esperaba con la cena en la mesa. María conforme me vio salió corriendo a abrazarme.
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Kaos (#Wattys2017)
Teen Fiction¿Qué ocurriría si a un chico huérfano de quince años le metieran el alma del demonio más loco y despiadado de todos los tiempos sólo para salvar los tres planos? O al menos ese es el motivo que él cree...