Capitulo 31 - Destino

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Marina y Ángela nos miraban sorprendidas. Me percaté en que Marina tenía lágrimas en los ojos, seguramente había estado llorando durante su conversación con Ángela.

- Bueno chicas, ya podéis ir explicándoos. - Dijo Eloy con los brazos cruzados. Ellas guardaron silencio, esto estaba claramente fuera de sus planes. Al final Ángela se encogió de hombros y habló.

- En fin, ya no podemos ocultároslo más. - Contestó.

- Claro joder, era de vital importancia ocultarnos que vamos a palmar, era mejor decírnoslo justo antes de guiñarla. - Respondí cabreado.

- Si no queríamos decíroslo era precisamente para que no os preocuparais. - Dijo Marina en voz casi inaudible.

- Joder, como para no preocuparse, tenemos una tumba cavada desde el puto momento que nacimos. - Replicó Eloy.

- Explicadnos todo, ya. - Continué.

Ellas asintieron. Ángela se acercó a un estante y sacó un libro enorme. Sopló para quitarle el polvo y lo abrió por la última página. Había una especie de lista en la que estaban escritos nombres de personas, algunas famosas como Jesús de Nazaret o Mozart, aunque la mayoría eran completamente desconocidos para mí, como Hope Wood, François Aubriot, Alessandra Micheletti, Finnick Holmes... Al final estábamos nosotros: Eloy Santos y Sergio Llamas. Me fijé en que al lado del nombre de cada persona había dos fechas, probablemente el período de vida que tuvieron. La mayoría no pasaba de los treinta, en especial los diez últimos. Ese tal Finnick fue el que murió más jóven, sólo con diecisiete años y era justo el anterior a nosotros. Todos estaban enumerados,éramos veintidós en total, contándonos a Eloy y a mi. Miramos el título de la hoja:

                                                              "Registro de Almas Inmortales"

- Aquí se han registrado todos los Almas Inmortales hasta el momento, desde el primero que fue Jesucristo, hasta vosotros. - Explicó Ángela.

- Durante la historia se os ha llamado Mesías, solo que la mayoría no dieron a conocer su verdadera identidad, ya vimos qué ocurrió con el primero y no queríamos que se repitiese. - Continuó Marina.

- Pero si algo está claro es que la misión de los Almas Inmortales tiene que ser salvarnos, y sacrificarse para que siga el orden, tal y como ha ocurrido con todos. - Siguió explicándonos Ángela.

- El problema, es que según unas escrituras que al parecer fueron las últimas palabras del mismísimo Jesús, en el momento que haya dos Almas Inmortales estos estarán destinados a morir, ya sea luchando juntos o enfrentados. - Dijo Marina con voz quebrada, parecía que iba a romper a llorar de un momento a otro.

- Y hay algo más. - Dijo Ángela. - Las dos Guerras Mundiales de la humanidad, han sido en situaciones en las que el Alma Inmortal de ese tiempo es poseído por un ángel o demonio que se ha rebelado contra el Cielo y el Infierno y querían dominar los tres Planos. La solución a estas fue matando al Alma Inmortal y a quien lo poseía. Estos fueron François Aubriot y Finnick Holmes.

Marina estaba al borde del llanto. Cogí un paquete de pañuelos de mi bolsillo y se lo tendí.

- Pero ninguno de los dos ha sido poseído por Mesistófeles, según el patrón que decís, ese cabrón es el que se ha revelado esta vez. - Dijo Eloy con seriedad.

- Lo sabemos, y eso es lo que nos inquieta. Sergi está a salvo de que Mesistófeles lo posea, tiene a Kaos ya en su interior, pero tú no, estás indefenso y si te posee probablemente haya otra guerra. - Explicó Ángela.

- Y lo más probable es que os matéis el uno al otro. - Continuó Marina.

Eloy y yo nos miramos con seriedad. No quería matarle, es más no podía al fin y al cabo era mi mejor amigo, y... mi hermano.

Kaos (#Wattys2017)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora