Capítulo 10 - Suerte

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Elías nos levantó a Eloy y a mi a las nueve y media. Estaba más tranquilo y con su humor de siempre pero aún mostraba pequeños rasgos de preocupación. Nos montamos en el coche y fuimos a recoger a Ángela a su casa. Parecía que ella también se había calmado porque nos esperaba con una hermosa sonrisa dibujada en su rostro. Cuando llegamos a la comisaría, un hombre de unos treinta y cinco años nos recibió y nos llevó a la sala de espera. No sabía por qué pero me resultaba tremendamente familiar. A la media hora llegó Brian acompañado de sus padres y a su lado Isma. Iba con la cabeza completamente vendada y el brazo escayolado. Cuando me vio noté que estaba asustado, a lo mejor porque creía que podía volver a perder el control y pegarle otra paliza. Más tarde volvió el inspector y nos habló.

- Buenos días, soy el inspector Román del departamento de homicidios. - Dijo con voz amable. - Normalmente no me asignan estos interrogatorios sobre agresiones pero ésta vez he pedido el caso.

No sabía de qué me sonaba tanto ese nombre.

- Un momento. - Le interrumpí.

- ¿Sí chico? - Respondió.

- Acaba de decir que se llama inspector Román y que ha pedido este caso. - Le dije.

- Sí, ¿qué ocurre? - Preguntó.

- Vera, soy Sergio Llamas, hace cuatro años asesinaron a mis padres, y un inspector me interrogó. Era del departamento de homicidios y se llamaba Román, como usted. Tenía la duda de si era usted aquel inspector ya que ha dicho que ha pedido este caso.

El hombre se quedó pensando.

- Seguramente te refieres a mi hermano pequeño. Me pidió que cogiera este caso por él ya que no es de su jurisdicción. Ya veo por qué lo decía. - Dijo mientras me guiñaba un ojo. - Bien voy a proceder a interrogarles uno a uno. El primero será el agredido, Brayan Almeida, ¿verdad? acompáñame.

- ¡Espere! - Se oyó a lo lejos. - ¡Falto yo!

Me fijé que una chica venía corriendo hacia aquí e iba gritando. Era Marina.

- Eres la chica que organizó la fiesta, ¿cierto? - Preguntó el inspector.

- Sí, soy yo.

- Bien ha llegado a tiempo, siéntese y espere su turno.

Marina se dirigió hacia una silla en frente mía. Se sentó y me dedicó una sonrisa.

- Bien señor Almeida, vamos. - Dijo el inspector.

Brayan avanzó y fue junto al inspector hacia la puerta que llevaba a la sala de interrogatorios.

A los quince minutos salieron. Brayan estaba sudando y su tono moreno se había tornado pálido.

- Bien, ahora el acusado, venga conmigo. - Me dijo.

Me levanté y fui directo a la puerta. Entré y vi una sala blanca con una mesa y dos sillas.

- Siéntese Sergi.

Obedecí.

- Muy bien, quiero que me cuente todo.

- Está bien. - Respondí.

Se lo expliqué todo con sumo detalle. Que Brayan estaba borracho y decidió venir a por mi, que yo no buscaba pelea y que perdí el control cuando me dijo esa frase.

El inspector se quedó pensativo analizando toda la información que le había dado.

- Esta versión me cuadra más. - Dijo en voz muy baja, seguramente se lo decía a él mismo.

Siguió callado durante unos minutos más hasta que al final habló.

- ¿Entonces niega haber sido usted el que comenzó la pelea? - Preguntó seriamente.

- Sí. - Afirmé.

- Vale, hemos terminado.

Salimos y fuimos directos hasta la puerta la abrió y habló en voz alta.

- Quiero que sepáis que testificar en falso es obstrucción a la justicia, y por lo tanto un delito penal. Si alguno de vosotros testifica en falso, yo mismo me encargaré de que vaya derecho al calabozo. ¿Ha quedado claro?

Todos asentimos.

- Bien, ahora el primer testigo, Ismael Peña. - Anunció el inspector.

- Yo. - Dijo Isma.

- Acompáñeme.

Esta vez pasó media hora. Cuando salieron Isma llevaba la cabeza gacha.

- Muy bien, ahora la segunda testigo, Ángela Caballero.

Ángela se levantó y fue directa a la sala con una mirada seria. Sólo tardo diez minutos en salir. Tenía la misma mirada que al entrar.

- El tercer testigo, Eloy Santos.

Eloy fue directo a la sala. Como Ángela sólo tardó diez minutos en salir.

- La ultima testigo, Marina Gonzaga.

Marina se levantó de la silla y entró por la puerta. Fue la que más tardó, estuvo ahí dentro cerca de una hora. Cuando salieron el inspector comenzó a hablar.

- Muy bien. He escuchado todas las declaraciones y todas coinciden excepto en una parte: El provocador del conflicto. - Comenzó a explicar. - Analizando las pruebas que se le hicieron a la víctima de la agresión y los testimonios, sólo hay una persona que ha mentido.

Era extraño, como mínimo tenían que ser dos personas las que habían mentido.

- Esta persona es el señor Almeida.

Brayan palideció y miró a su amigo, él solo negó con la cabeza. El inspector le miró.

- Has hecho una falsa acusación, además de un intento de agresión bajo efecto del alcohol siendo menor de edad. - Comenzó a explicar. - Tienes varios antecedentes de violencia, eres un delincuente reincidente.

Brian estaba cada vez más asustado.

- Señor Llamas, usted tampoco puede salir impune, fue una agresión con ensañamiento, por lo que se le hizo a la víctima lesiones agravadas, pero ya me han explicado los testigos que tuviste un ataque de ira, por lo que la sanción será menor . A diferencia de el señor Almeida usted no tiene antecedentes penales, por lo que simplemente tendrá que pagarle una indemnización de mil quinientos euros.

- Está bien, muchas gracias inspector. - Intervino Elías.

El inspector asintió.

- Quiero hablar con ustedes ahora. - Dijo dirigiéndose a los padres de Brayan.

- De acuerdo. - Respondió el padre del chaval mientras le echaba una mirada asesina a su hijo.

Salimos y fuimos hacia fuera de la comisaría. Iba a entrar al coche cuando Marina me agarró del brazo.

- Hola, no hemos hablado de lo que ocurrió ayer. - Me dijo ella.

- ¿A qué te refieres?¿ A que nos besamos y estuvimos a punto de hacerlo o a que casi mato a un imbécil? - Respondí sarcásticamente.

- Bueno pues...

No la dejé terminar la agarré de la cintura y la besé.

- ¿Esto responde a tu pregunta? - Le dije confiado.

 Ella me abrazó.

- Sí. - Susurró.

- ¿Y esa confianza en ti mismo de repente? - Dijo Kaos en mi mente.

- Anda pequeñín déjame, tengo un buen día. - Respondí con voz burlona.

Me subí al coche y fui a casa, alegre de que las cosas comenzaban a irme bien.




Kaos (#Wattys2017)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora