Capitulo 25 - Demencia

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Desperté de pie en una sala completamente oscura. Intenté moverme, pero me habían atado a una pared con unas cadenas. Comencé a tirar de ellas, pero no era capaz de sacar fuerzas de ninguna fibra de mi cuerpo.

- Ni lo intentes, son cadenas bendecidas, precisamente creadas para retener a ángeles y demonios. - Dijo una voz femenina en medio de la oscuridad.

- ¿Quién eres? - Pregunté.

- ¿Acaso ya te has olvidado de mi? Si que olvidas rápido a las chicas. - Rió.

Se encendió una antorcha y pude ver que era Clara con la misma sonrisa malévola que vi en su rostro antes de desmayarme.

- ¿Qué quieres de mí?

- Solo quiero enseñarle mi obsequio al amo Mesistófeles, es una pena que mi hermano no pudiera traerte, pero yo soy mucho más competente que ese imbécil, ser el hermano mayor le hace confiarse demasiado.

- Pero si es mi hermanita querida. Cuanto tiempo Histeria. - Dije completamente en contra de mi voluntad.

- Oh Kaos, veo que ahora hablo contigo, dime ¿que se siente al estar en el cuerpo de un humano tan inútil?

- Sólo es inexperto, ese toque de agua bendita en el zumo estaba delicioso. - Respondió Kaos con ironía.

¿Agua bendita?¿Era eso lo que se sentía al tocarla?

- Tú siempre tan inteligente hermanito. - Respondió.

Dejé de sentir la presencia de Kaos, en ese momento ella sonrió.

- Al parecer aún no te encuentras en una fase muy avanzada, mi hermano sólo puede tomar el control de tu cuerpo por unos segundos. Perfecto, ahora que vuelves a tener el control vamos a hablar tú y yo.

Se acercó a mi bota y sacó mi cuchillo bendecido. Tras eso se acercó a mi oreja.

- Es una pena que un chico tan guapo se desperdicie. - Dijo en un susurro.

Sonrió y me besó, lo único que pude hacer fue morderle el labio. Vi cómo sangraba su labio inferior, ella sólo se limitó a sonreír mientras se limpiaba la sangre.

- Nos lo vamos a pasar muy bien tú y yo.

Se acercó a una mesa y trajo una botella de dos litros que había encima. La abrió y dejó caer unas gotas sobre el cuchillo. Unas se escaparon y le cayeron en la mano, vi que salía humo y formaban una quemadura, era agua bendita. Si había decidido impregnar un cuchillo bendecido con agua bendita nada bueno me esperaba.

- Sólo te lo preguntaré una vez, si tu respuesta no me gusta te clavaré este cuchillo en tu precioso cuerpo, y créeme no será agradable. ¿Quién es el otro Alma Inmortal y dónde podemos encontrarlo?

- Ni idea. - Mentí.

- Mala respuesta.

Me hundió el cuchillo en el costado. Noté como me recorría el cuerpo una sensación insoportable. De la herida comenzaron a salir humo y líquido negros, dolía muchísimo más que cuando me hizo Satán el símbolo en el pecho.

- Desagradable ¿verdad? Te lo repetiré, a lo mejor no me has oído bien. ¿Quién es el otro Alma Inmortal y dónde podemos encontrarlo? - Volvió a preguntar.

La miré a los ojos y sonreí.

- Que te follen.

Volvió a enterrarme el cuchillo, pero ésta vez fue en el hombro. Ese líquido y el humo volvieron a salir, era demasiado doloroso. Aún así permanecí tranquilo, no quería mostrar signos de debilidad.

Kaos (#Wattys2017)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora