Al llegar al instituto no vi a Tina en ningún lugar, ni siquiera en la banca cerca del árbol donde siempre nos esperamos cuando llegamos tarde o algo, así que entré a las clases, al salir a desayunar la vi, con él grupito de idiotas que tenia por amigos, sonreía mucho, se veía bastante feliz, así que preferí no molestarla, pedí mi emparedado de siempre y me senté en una de las mesas para poder comer.
Tina se dio cuenta de que yo estaba allí, se levantó de la mesa se despidió de sus amigos y se sentó frente a mi.
Creo que dejé de masticar en ese momento.
-Hola Charlott.
Fue ahí cuando recordé que aun no había tragado él pedazo de emparedado que había comido, y obviamente lo trague.
-Hola Tina, de verdad disculpa por como te traté ayer, las personas que vivimos deprimidas solemos ser así, y pues normalmente transformamos nuestra tristeza en mal humor, y no quería pagarla contigo, pero me estaba debatiendo en un situación, y pues sabes como soy, un tanto explosiva, me gustaría ser la Charlott de antes pero indudablemente no lo soy y no podré serlo, lo siento.
-Oh tranquila Charlott, no pasa nada, si me hiciste sentir mal pero no fue para tanto, te entiendo, se lo que vives, pedirte que anduvieras feliz todo él tiempo sería egoísta de mi parte, yo te entiendo, y no te presionaría a algo que se te hace difícil, como andar feliz, la Charlott de antes se que no volverá, pero te quiero hermana, y te acepto así como estas, tenemos mucho tiempo de amigas como para desperdiciarlo en peleas absurdas.
Hice como si me limpiaba una lágrima imaginaria y sonreí.
-Tambien te quiero hermana, y te abrazaría pero no quiero que piensen que somos lesbianas o algo así.
Y nos partimos de la risa, siempre hacíamos ese tipo de bromas para alivianar algún momento emotivo justamente como éste, y con ya haberme quitado un peso como ese de encima, me dispuse a comer, cuando ya casi estaba terminando, Tina me hizo una pregunta la cual me hizo tragar de golpe y casi ahogarme.
-Charlott, me dijiste ayer que te estabas debatiendo en una situación, ¿Qué situación?
¿Les había mencionado que a Tina muy difícilmente se le escapaba algo? ¿No? Bueno ahora se los digo a Tina no se le escapa nada.
-He... Después te explico ¿Si?, la historia es larga y ya no hay tiempo, hay que ir a clases y todo eso...
-Esta bien Charlott pero no te me escapas.
Ella se fue a su clase y yo a la mía, y pasé todo él rato pensando en como le contaría semejante cosa a Tina, pero ya no habia vuelta atrás, ya todo estaba hecho y debía contarle.
Luego de eso me bañé y vestí súper rápido para ir al trabajo, había algo que me hacia querer llegar mas rápido.
Y ese algo era Christian.
Se que no me permitía pensar en él como algo duradero pero era tan difícil sacarme su imagen de mi cabeza, pasé casi toda la tarde pendiente de cada persona que entraba a la cafetería, esta vez me tocaba estar de mesonera, pero esperé y esperé y él nunca llegó, hasta que me rendí y no lo esperé más.
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Una rosa con espinas
RomanceHay rosas increíblemente hermosas, tanto, que no podemos creer que lleguen a tener espinas, hay mujeres increíblemente hermosas, tanto, que no creemos que tengan errores, pero al querer la rosa, debes querer sus espinas, y al querer a la mujer debes...