Capitulo 47

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Tina Fonseca.

Extrañaba a Charlott, extrañaba lo buena amiga que era, extrañaba sentir que tenía una hermana como ella, pero no supe como lidiar con su verdad y es que yo no soy una santa, pero enterarme de todo eso fue un golpe duro, porque yo la conocía diferente... Mi madre siempre me repitió el refrán de “Dime con quien andas y te diré quien eres”  y aunque yo pienso que cada quien es como quiere ser y no porque andes con alguien significa que seas como el, me deje llevar por lo que decía mi madre y me alejé de ella, aunque me dolía bastante.

Luego de un tiempo decidí que no podía estar sin Charlott ella era mi única mejor amiga y no podía dejarla así porque si, que haya cometido errores no le quita que sea como mi hermana, y aunque en ese momento pensé que podía lidiar con aquello no supe cuan equivocada estaba, porque es que no pude lidiar con eso, no pude dejar de verla como si fuera una cualquiera, no pude dejar de mirarla con asco, y me odio por eso.

He llorado demasiado, porque soy una injusta, Charlott perdió a sus padres, perdió su felicidad, perdió su sueño, perdió tantas cosas que me duele tener esta clase de repulsión hacia ella pero no se como sacarla.

Christian de todos mis primos es al que mas quiero, y es el que ha sufrido mas con respecto a relaciones amorosas, su ultima novia fue una perra, y me dolería mucho verlo destruido otra vez, por eso cuando me enteré que Charlott y el eran novios sentí como una lluvia de granizo me golpeaba fuerte, porque me dio miedo, me dio miedo que ella lo lastimara, al fin y al cabo era una cualquiera.

Noah siempre estaba para mi, pero a la vez no estaba, era como que si estuviera sin querer estar en realidad, lloraba también por eso, porque yo me había enamorado de él, y él no parecía estarlo de mi, a veces ni siquiera hablábamos, o se portaba distante cuando estábamos juntos, a veces ni siquiera me besaba, pero cuando veía a Charlott parecía que quería comercela y eso me reventaba, porque a mi no me deseaba, a mi no me quería, a mi nada, y aunque se que Charlott lo aborrece a el le gusta, se que es así, y eso me duele demasiado.

Luego de enterarme de lo de mi primo y Charlott, necesitaba descargarme con alguien, contar lo que estaba sintiendo, así que se lo conté a Noah, le dije todo lo que Charlott me confesó de las noches locas en las discotecas y que se acostó con muchos, quizás así se le quitaba a él la veneracion que le tenia, le conté que era novia de mi primo y el miedo que me daba que ella le hiciera algo, pero yo lo contrario a lo que me imagine a Noah le brillaban los ojos como si le hubiese dicho algo que lo hizo muy feliz, me besó apasionadamente, estaba eufórico y lugo me contó un plan para separarlos al principio me negué, por Dios todo lo que me decía era catastrófico y me daba muchos celos, pero el insistió y me prometió que no sentiría nada que la única que lo despertaba en todos los sentidos era yo y otro poco de cosas mas, me daba miedo y dolor, ella a pesar de lo que era también era mi amiga, y el era mi primo y entonces no seria ella quien lo lastimara sino yo.

Pasaban las semanas y Noah me suplicaba aquello, en un momento le cuestioné tanto interés y el solo se encogió de hombros y me dijo que no me quería ver mal ni quería que Charlott le hiciera daño a mi primo, a la final caí en su juego, caí en sus garras, caí en la trampa mas horrible de mi vida, por amor, y por estúpida.

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Charlott se bebió un buen trago de la bebida que Noah preparó, yo me sentía muy mal, le estaba haciendo daño a dos personas que quería por no saber como decirle que no a Noah. Charlott me decía que se sentía mal que le costaba moverse y yo hice lo que Noah me pidió, la llevé a una habitación y la deje ahí, sentía un puñal clavado en el pecho, sentía que me estaba traicionando a mi misma, estoy segura que ella no me hubiese hecho algo asi, las lágrimas brotaron, pero las limpie con fuerza la única escoria aquí era yo.

—¡Ya esta todo listo Noah! —Le grité para que me escuchara.

—¡Genial, iré en un rato cuando la droga haya hecho suficiente efecto!

Me quedé cerca de las escaleras, esperando el momento en el que Noah subiera, y al cabo de un par de horas Noah subió y yo lo seguí con cuidado para que no se diera cuenta, entró a la habitación pero dejo la puerta un poco abierta y pude observar lo que hacia, y los ojos se me llenaron de lágrimas, Noah la estaba violando, junto con Brandom el dueño de la fiesta, había una cámara, y la siguiente parte del plan era lo peor, lloré, lloré porque me sentia como una basura, porque tenia miedo, porque me daba cuenta del monstruo que era Noah, porque me daba asco estar con él, porque yo misma me daba asco.

Salí corriendo de aquella cárcel de depravación, las lágrimas salían sin piedad, sin dar prórroga, encendí el auto como pude y arranqué a toda velocidad, hasta que un auto se me vino encima y luego dejé de ver luz, luego todo se oscureció.

Una rosa con espinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora