Capitulo 35

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-Noah Walker-

Lunes.

Que aburrimiento, el solo hecho de ver a Tina de nuevo me revuelve el estomago, y no de una forma de sentir mariposas si no de esa forma en la que te repugna su presencia.

Si, lo sé, dije que estaba enamorado de ella y bla bla, pero no lo estoy, es que es tan ingenua, tan estúpida, tan ¡aghs! En cambio Charlott es tan sexy, tan segura, tan hermosa, me calienta tan fácilmente que ¡dios! Es abrumador. El solo hecho de pensar que tengo que besar a Tina me dan ganas de correr, la jodida chica besa horrible, pero es obligatorio estar con ella, así yo no quiera.

Supongo que deben querer saber la razón por la que es obligatorio estar con ella, y les diré, mi madre es una hermosa mujer llamada Natalia, tiene como profesión ser trabajadora social, a ella la amo, luego esta mi padre, Eward, tiene acciones en una pequeña empresa, pero la empresa no esta muy bien, por lo tanto mi padre no tiene buenos ingresos, además le encantan las apuestas y eso lo llevó a tener deudas, deudas que si no las paga con dinero las tendrá que pagar con su vida, y luego estoy yo tratando de salvarnos el pellejo, ¿cómo? Buscando a una chica que tenga dinero.

Primero pensé en esas viejas necesitadas que pagan por un polvo, pero me dio asco, luego pensé en ayudar de alguna u otra manera pero no se me ocurrió nada, hasta que un día conocí a Tina, la chica me pareció linda, no hermosa ni espectacular, solo linda, entonces un amigo me comento como era, no le presté mucha atención hasta que el chico me dijo que sus padres tenían mucho dinero, y eso fue como canto de ángeles para mi, no pude evitar dejar de mirarla e imaginarme mi vida resuelta y fuera de deudas, la chica tampoco me quitaba la mirada, así que comencé a coquetearle, y funcionó, cayó rendida a mis pies, pero ahora se me esta complicando todo, es que no la soporto y siempre quiere que valla a cada lugar que la invitan y es horrible, además sus amigos parecen descerebrados igual que ella.

Observé como mi madre vertía el jugo en el baso de papá, y luego observé mi desayuno que estaba intacto, extrañamente no tenia hambre.

-¿Hijo no comerás?-Preguntó mi madre dulcemente -. O ya sé, el desayuno me quedó horrible.

-Oh no mamá, no digas eso, está todo delicioso. -Respondí mentiendo un bocado en mi boca.

-Oh Natalia, dejalo, si no quiere comer que no coma, tampoco hay que andar rogándole. -Rasco su barbilla -. No tiene cinco años mujer.

Lo miré mal, él solo me miró de una manera desaprobatoria, y continuó leyendo su periódico, sentí el ardor en mis ojos pero aun así seguí en silencio, detestaba a mi padre, demasiado, pero aún así quería salvarlo del hueco en el que estaba metido, nunca ha sido cariñoso conmigo, y con mi madre solo lo necesario, mi madre con los años se acostumbró a que fuera así, pero yo no.

Terminé de comer, y me tomé el jugo de un solo trago, aún tenia la molestia encima, mi madre ya me estaba esperando en el auto, así que solo tomé mi bolso y antes de salir mi padre habló de nuevo.

-Portate bien Noah, no me decepciones más.

No dije nada, porque sentía que si hablaba le partiría la cara y eso destruiría a mi madre, así que solo me fui.

Ya en el auto, me coloqué los audífonos, pero al rato sentí que me quitaban uno de ellos.

-Hijo, ¿Me escuchas? -Preguntó mi madre mirando la carretera.

Entonces coloqué la canción en pausa, y me quité el otro audífono.

-Si mamá ¿qué pasa? -Pregunté extrañado.

-Solo quería decirte que te amo, y que nada de lo que diga tu padre me hará cambiar de opinión, eres el mejor hijo del mundo, y no quiero que nada de lo que diga tu padre te afecte ¿ok? -Detuvo el auto.

-Ok mamá, tranquila, te amo mucho mas. -Tomé su mano -. Tranquila.

-Esta bien mi amor. -Besó mi frente -. Espero que tengas un lindo día.

-Tu igual mamá.

Y bajé del auto, me sentía horrible, es decir, ahí estaba mi padre diciéndome que era lo peor, luego yo haciendo cosas de las que no me siento orgulloso y luego mi madre diciéndome que soy lo mejor del mundo, definitivamente soy una decepción, pero luego mi padre me agradecerá todo esto.

Y el karma me cobrara todas y cada una, lo sé.

Me dispuse a entrar pero mi paz no duró mucho, sentí unas manos en mi pecho, una chica me estaba abrazando por detrás, y solo bastó el olor para saber que era el perfume de Tina, tomé una larga respiración, para entrar en mi papel del novio perfecto, entonces volteé, sonreí forzadamente, y le di un pequeño beso como saludo.

-Hola preciosa. -Susurre en su oído.

-¡Hola bebé! -Gritó a los cuatro vientos.

Traté de controlarme para no bufar.

-¿Cómo estas? -Tomé su mano para comenzar a caminar a nuestros salones.

-Estaba bien pero ahora estoy mucho mejor porque estoy a tu lado. -Pestañeo varias veces tratando de verse tierna, pero parecía una retrasada haciendo así.

-Eso me alegra. -Comenté besando su mejilla y luego bajando un poco a su cuello -. Yo no he parado de pensar en ti.

-¿En serio?

Vi como se sonrojaba y yo solo quería llegar rápido a mi salón.

-Muy en serio preciosa. -Mentí.

Luego la recosté bruscamente en la pared mas cercana a su salón y la besé con furia, me separé dejándola un poco aturdida y roja.

-Nos vemos después preciosa. -Susurré en su oído mordiéndole un poco la oreja.

-Cla-claro -Respondio tartamudeando y muy sonrojada.

Solo sonreí de medio lado y me fui, sabia que eso la volvía loca.

****

Las clases comenzaron y con eso mi aburrimiento, observaba a todos lados y sinceramente había chicas muy ardientes a mi alrededor, lástima que mi plan era otro.

En el momento en que tuviera mas tiempo con la estúpida de Tina, me inventaría un grave problema y le pediría el dinero que necesito, se que estaría tan enamorada que me lo daría sin pensarlo y luego de eso, la echaría a la basura sin mirar atrás.

Terminaron las clases y no vi a Tina por ningún lado, así que salí lo mas rápido que pude del instituto tratando de que ella no me viera, en el camino vi a una chica llorando en una banca de un parque, entonces me detuve y bajé del auto rumbo hacia donde estaba la chica, aunque parezco un ser sin sentimientos, no soporto ver a alguien llorar, pase muchos años viendo llorar a mi madre.

-Hola. -Dije sentándome a un lado de la chica -. ¿Por que lloras?

Ella se sobresaltó y secó sus lágrimas rápidamente, al darme la cara y a pesar de que estaba llorando y su maquillaje estaba corrido me pareció hermosa.

-Por cosas que no le puedo contar a extraños. -Dijo observándome detalladamente.

Solo sonreí de medio lado.

-¿Entonces ese es el problema eh? -Pregunté tomando mi barbilla -. Me llamo Noah, ¿y tu eres?

Ella por fin sonrió tímidamente.

-Me llamo Brenda.

-Un placer, Brenda. -Dije besando su mano y mirándola fijo a los ojos.

-Igualmente Noah. -Dijo sonriendo.

Quizás es buena en la cama pensé.

Una rosa con espinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora