Dos meses después...
Comencé a ir a un psicólogo que me asignaron en la policia luego de aquello, ya tenía dos meses yendo y me iba fantástico, estaba aprendiendo a superar muchas cosas, estaba por fin liberando mi mente y mi alma, estaba siendo yo misma, sin atarme, y eso era bueno. Tina al parecer estaba comenzando su recuperación así que la metieron en la carcel y le dictaron menos tiempo que a Noah por solo ser cómplice, Chris no me había vuelto a buscar nunca más, y ya estaba comenzando a entender que quizás así debían ser las cosas, que debía simplemente dejarlo ir, que Chris solo era un capitulo no el final de mi libro... En cambio Raúl no se despegaba de mi para nada, siempre estaba pendiente de cada cosa que hacia o de cada cosa que me hacia sentir mal, luego de aquello cuando encontré fuerzas le conté de todo lo que paso en su ausencia, me escuchó, me comprendió, me abrazó, y me dijo que esta vez no se iría aun si yo solo lo quería como amigo, me confesó que había vuelto para verme y por Carla que le había pedido que viniera, me sentí mal y hable con ella para alejarme de Raúl, pero ella sonrió y me dijo que lo había llamado por mi, que sabia que yo necesitaba a Raúl, que ya ella lo había superado y había entendido que no era para ella, y que el se había fijado era en mi, así que los tres eramos muy unidos. Alise también estaba muy al pendiente de mi luego de la violación, ya prácticamente vivía en mi casa, me caía muy bien y me daba mucho gusto que Matt fuera feliz, a Matt le estaba yendo bien en las empresas, así que aparentemente todo iba bien o lo mas normal posible.
Yo seguí trabajando en la cafetería con Carla y Silvia, Frank cada vez era mas dócil y solidario así que era mejor estar ahí, y dejé la academia de baile porque me desanime mucho cuando no pude ir a la competencia porque Chris no estaba así que busqué otro pasatiempo y deduje que el piano era perfecto para mi, así que aprendí a tocarlo y a perderme en sus melodías y era fantástico, me hacia feliz.
Hace un mes me enteré que estaba embarazada de la violación, me sentí muy mal, no quería tenerlo, pero Raúl me alentaba a que siguiera adelante que era solo un niño que no tenia la culpa, luego de que lo acepté y me hice la idea de tenerlo lo perdí, me resbalé y luego ya el bebé estaba muerto, me volví a sentir mal por no tenerlo pero supongo que Dios sabe porque hace las cosas.
Fue entonces cuando la misma señora que dice ser mi tía entró al negocio y supe que vendrían problemas, las campanas de mierda sonaron, era ella, igual que la ultima vez que la vi, estaba elegantemente vestida, su mirada era potente, profunda pero tenia una pizca de amabilidad, solo una pizca, su semblante era recto y duro, pero a pesar de todo se parecía a mi madre, Marta Warren, era muy parecida a ella, y eso me hizo sentir mal de inmediato.
Carla que estaba limpiando otras mesas porque aun no habíamos abierto se percato de la intromisión de la señora, y me hizo señas para echarla o no, pero le dije que no, que quizás era hora de hablar por fin con ella, hoy no tenía ánimos de discutir, y menos con alguien tan parecida a mi madre físicamente.
—Buenas tardes.—Dijo acercándose a la mesa que yo estaba limpiando—. ¿Puedo hablar contigo Charlott?
—Buenas tardes.—Dije por educación—. Claro, tome asiento.—Le indiqué la silla frente a mi y yo me senté en la contraria.
—¿Cómo estas?—Preguntó tomando asiento.
—¿Bien y usted?—Mentí.
—Bien... ¿Cómo esta Matt?
—Supongo que bien señora. —Dije comenzando a incomodarme mas que antes.
—Me alegra.—Dijo ignorando la forma en que le hablé—. Debe estar grande y guapo...—Me miró—. ¿Debes odiarme cierto?
¿Odiarla? No lo se... Odio es una palabra grande y fuerte que destruye a la persona que la llevan por dentro o eso creo que fue lo que me dijo el psicólogo, quizás odio no es la palabra, quizás es dolor, es decepción, es rabia...
—No lo se...—Dije luego de un rato—. Quizás solo es rabia y decepcion.—Afirmé exteriorizando mis pensamientos—. ¿Sabe? Mi madre era una mujer muy bella, y tenia unos grandes sentimientos... Cualquier persona en su sano juicio podía quererla porque siempre sabía como ganarse a las personas, cuando yo era pequeña no podía comprender porqué en las navidades solo eramos nosotros si todos mi amigos compartían con primos, tíos y abuelos, pero nosotros solo éramos cuatro y algún que otro amigo de ellos, mas adelante me di cuenta que mi madre siempre lloraba en navidades por ustedes, y en mi inocencia pensé que quizás ustedes habían muerto y no había quedado ni uno, así que siempre sobaba su espalda y le hacia ver que yo si estaba presente. —Tomé aire—. Lo cierto fue que ustedes siempre estuvieron vivos y nunca estuvieron con ella, con el tiempo me contó que ustedes nunca aceptaron a mi padre y la abandonaron, el dolor de mi mamá por su madre era intenso, lloraba en navidad, o el día de su cumpleaños, lloraba cuando veía a una madre con sus hijos, por mas dulce que fuera, siempre le dolió que ustedes la desplazaran, muchas veces me mostró un álbum de fotos que tenia donde había pasado momentos con ustedes... Siempre lloraba, en su rostro había una sonrisa melancólica mientras me explicaba cada acontecimiento de cada foto.—Marta en este punto ya lloraba a moco tendido—. Cuando crecí hasta yo lloraba con ella, no por ustedes si no porque me dolía verla llorar tan feo, ella era mi ángel, y verla llorar me rompía el alma porque no comprendía como alguien no podía quererla y mas si ese alguien era su madre... Cuando la perdí en aquel accidente... —Tragué saliva intentando calmar el ardor en mis ojos—. Supe en carne propia lo que era no tener una madre, lo que era no recibir un abrazo... O un beso, o escuchar un te amo, o un confía en mi que soy tu amiga... No sabe cuanta falta me hicieron y me siguen haciendo sus consejos, o los pasteles de chocolate que siempre hacia, supe en carne viva lo que era estar sola.—Dije llorando—. Usted no se imagina lo que eso duele, fue ahí cuando entendí porqué mi mamá lloraba en navidad, o porqué le dolía ver a una madre con sus hijos, fue ahí que la comprendí bien, cuando ya estaba muerta... Fueron años de angustia y dolor, años de rabia, de culpa, de soledad, y se que eso sintió mi madre por culpa de ustedes, a mi la vida me la arrebató, a ella su misma madre la dejó. Me hubiese gustado comprender a esa señora, a su madre, pero por más que lo intenté nunca pude hacerlo, hoy se lo que duele... Y quizás no es odio lo que siento, es dolor, es rabia, es decepción, es incredulidad por no poder creer que ustedes hayan sido tan monstruosos como para dejarla a su suerte solo porque se había enamorado de alguien, mi padre no era malo, era mi héroe, y nunca comprendí tampoco porqué ustedes lo odiaban, o la familia de él nos odiaba...
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Una rosa con espinas
RomanceHay rosas increíblemente hermosas, tanto, que no podemos creer que lleguen a tener espinas, hay mujeres increíblemente hermosas, tanto, que no creemos que tengan errores, pero al querer la rosa, debes querer sus espinas, y al querer a la mujer debes...