Ya estaba en el autobús rumbo a mi casa para almorzar e irme al trabajo en cuanto llego veo a una chica sentada en uno de los sofás de la sala, tiene el cabello color chocolate en ondas, los ojos marrón claro, es blanca, y sus rasgos son bastantes delicados, dije buenas tardes por educación y Matt se asomó desde la cocina con una sonrisa y un delantal, me mordí el labio para no reírme.
-Eh... Hola... -Dijo Matt algo incomodo.
-Hola... -Dije de la misma manera, casi en susurro.
-¡Hola! -Dijo la chica con alegría.
-Charlott, ella es Alise, mi novia, Alise, ella es Charlott, mi hermana.
Nos estrechamos las manos, me parecía bastante amigable.
-¿Charlott te importaría quedarte con Alise mientras termino de cocinar?
-No, solo espera que lleve mi bolso arriba y vuelvo. -Le dije a Alise.
-Tranquila, ve. -Dijo Alise sonriendo.
Luego de haber dejado el bolso bajé a charlar con Alise, y me parecío una chica bastante amigable, tiene 25 años igual que Matt solo que Matt cumple los 26 un mes antes que ella, estudia diseño grafico, y tiene una hermana de 15 años llamada Susan, es extrovertida, y tiene una risa contagiosa, empiezo a creer que nos la llevaremos muy bien.
-Y dime Alise, ¿Cómo conociste a mi hermano? -Pregunté curiosa.
-Pues... Estaba con mis amigos, y uno de ellos conocía a Matt, él llegó y saludo a mi amigo, y cruzamos miradas -Soltó una risa. - Me pareció bastante atractivo, luego de eso Matt comenzó a integrarse en el grupo, un día nos habló de ti, te adora, así nos fuimos conociendo hasta volvernos grandes amigos, pero ninguno de los dos se atrevía a dar el gran paso a un noviazgo -Sonrió de lado. -Así fue por bastante tiempo hasta que comenzó a faltar a clases y cuando iba no le hablaba a nadie, a mi me esquivaba cada vez que podía, hasta que nos enteramos que sus padres habían muerto, te echaba la culpa a ti, a él, al mundo, a todos, quería morirse, comenzó a tomar, yo lo ayudaba con las clases, hasta que lo logré, fue una noche de las tantas en las que nos quedábamos viendo la luna, él me dijo que estaba enamorado de mi -Sonrió y le brillaron los ojos. -A lo cual yo correspondí, y fue entonces cuando dejo de tomar, y no sabes cuanto luché para que se diera cuenta que la única familia que tiene eres tu, y que deben apoyarse y no destruirse, me dijo que lo estaba intentando y que tu no ponías resistencia alguna, que tal vez las cosas mejoraran.
-Que conmovedor, me alegra que lo hayas ayudado, este lugar era un infierno y no te imaginas lo duro que ha sido para mi, y pues se que es mi culpa, pero ya es tarde para lo que pude haber evitado y no evité en su momento. -Los ojos me ardían. -Solo gracias por todo, me caes bien, y la abracé.
-Chicas la comida ya esta lista. -Dijo Matt desde la cocina.
Nos dispusimos a comer, extrañaba la comida de Matt, cocinaba como un dios, pero había dejado de hacerlo, hasta hoy.
Alise mantenía una conversación animada en la que de vez en cuando Matt y yo nos veíamos comprometidos a hablar entre nosotros, luego de comer, yo lavé los trastes y me fui a arreglar para ir al trabajo.
~*~*~
-Hola Carla. -Dije dándole un beso en la mejilla.
-Hola Charlott. -Dijo sonriendo.
Saludé a Silvia, y luego me dispuse a limpiar un poco antes de que empezaran a llegar clientes.
Esta vez me tocaba atender las mesas. Personas entraban y salían, y yo limpiaba y atendía.
Luego de cerrar me despedí de Carla y Silvia y espere a Raúl, como les había dicho él se había comprometido a buscarme todas las noches y en efecto, llegó.
-Hola Raúl, ¿Cómo estas? -Y le di un beso en la mejilla.
-Hola Charlott, ¿Bien y tu? -Dijo sonriendo.
-Bien.
-¿Oye te importaría si después de comer te llevo a otro lugar?
-¿Y debo preocuparme de que lugar sea? -Dije bromeando.
Rió.
-Oh, no te preocupes Charlott.
Esta vez comimos pizza, cabe destacar que estaba deliciosa, charlamos de una que otra cosa, nos reímos de cualquier cosa, y fuimos a ese "lugar" que decía Raúl.
Y la sorpresa es que era un parque de diversiones, y hacia varios años ya, que no venia a ninguno, siempre iba con mis padres y Matt, pero por razones obvias no había vuelto, hasta hoy.
-¿Te gusta este lugar? -Dijo poniendo su brazo en mi hombro.
-Claro que me gusta, Raúl.
Comenzamos a usar las distintas atracciones del lugar, desde la montaña rusa hasta los carros que chocan, fue divertido, después de tantos años volver a sentir esto que hoy siento, aunque ya no estén me sentí en familia de nuevo.
Raúl me dejó en mi casa, y luego de bañarme y vestirme para dormir, comencé a llorar desconsoladamente, no podía evitar la falta que me hacían mis padres, eso a pesar del tiempo seguía doliendo igual.
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Una rosa con espinas
RomanceHay rosas increíblemente hermosas, tanto, que no podemos creer que lleguen a tener espinas, hay mujeres increíblemente hermosas, tanto, que no creemos que tengan errores, pero al querer la rosa, debes querer sus espinas, y al querer a la mujer debes...