Capitulo 16

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-Christian Parker-

-Oye amigo ¿Qué te trae tan pensativo? -Me decía Marck algo preocupado.

Marck es ese amigo incondicional y loco que muchas personas suelen tener. Él puede en un momento hacerte rabiar y en otro golpear a alguien que se meta contigo, puede molestarse contigo hoy y mañana ayudarte a esconder un cadáver, lo conocí en el primer año del instituto y ya ahorita estando en la universidad nuestra amistad no ha cambiado ni un poco a pesar de que estudiamos carreras distintas.

Él estudia fotografía, es el mejor en eso, yo por otra parte estudio administración de empresas ya que mi padre tiene una gran empresa y quiere que al morir yo continúe su legado, y no puse peros porque en realidad me gusta la carrera.

-Nada hermano, tranquilo. -Mentí.

-¿Y tu me crees idiota o que Christian? Ahora mismo me vas soltando lo que te pasa, si no quieres conocer a mis puños. -Dijo besando sus puños y mirándome desafiante.

Y eso me produjo mucha risa lo cual lo hizo molestar y darme un golpe, y yo se lo devolví, luego de un rato opté por contarle.

-Es por una chica. -Dije preocupado.

Marck me miró asombrado y soltó el aire exageradamente.

-Oh pero que alivio pensé que ya te estabas desviando del camino. -Me miro burlón. -Ya sabes con los hombres. -Soltó una gran risa.

-Pero seras idiota. -Dije ofendido. -A mi en ningún momento me han dejado de gustar las chicas. -Dije irritado.

-Claro, claro. -Dijo burlándose y guñandome un ojo.

Lo mire mal.

-Pero dime, ¿Cómo se llama? -Dijo interesándose por la conversación.

-Se llama Charlott. -Dije sonriendo como un estúpido.

-Oh. -Dijo burlandose. -Te nos enamoraste.

-Vete a la mierda Marck. -Dije irritado.

-Esta bien, esta bien, me pondré serio aunque sea difícil, ¿Te gusta la chica?

-Osea es algo difícil de explicar, ella es hermosa, y cada vez que la veo me pierdo en su mirada, siempre se sonroja y se pone torpe cuando me ve o habla conmigo y eso me produce... ternura, tal vez aún no sea el máximo gusto pero me llama bastante la atención.

Marck me miraba serio, sin decir ninguna broma ni nada.

-¿Donde estudia? ¿De donde la conoces?

-En realidad no se nada de ella aparte de que trabaja en una cafetería y que se llama Charlott. -Dije incomodo.

Incómodo porque la he visto varias veces y aun no la conocía lo suficiente.

-Entiendo, como también entiendo que te gusta, pero debes ir con calma Christian, recuerda lo que te paso con Brenda, la idealizaste tanto que termino destruyéndote, te las viste muy mal y no seria justo que pasara de nuevo, solo conocela lo suficiente como para comenzar algo con ella, no te dejes llevar por sus mejillas sonrojadas o por el color de sus ojos, debes conocerla a fondo y de alguna manera tener la certeza de que no te hará daño, aunque claro, todas las personas hacen cierto daño, pero debes saber medir si el daño que te hará ella no terminara destruyéndote.

¿Habia mencionado que Marck también era un buen consejero cuando se lo proponía? ¿No? Bueno lo es, debajo de toda su idiotes exasperante, se encuentra alguien bastante sabio, aunque ese alguien sabio que lleva por dentro no salga muy a menudo.

-Eso haré amigo, tranquilo, nos vemos luego. -Me despedí de él para ir a mi casa.

Se preguntarán quien es Brenda, Brenda es ese amor o bueno esa persona que uno cree que es la mejor de todas y termina destruyéndote, la conocí hace algunos años cuando tenia 20 ahorita tengo 23, es bastante bonita, ojos azules, piel blanca, cabello negro, buen cuerpo, se viste y huele bien, es todo lo que se supone que a un hombre le gusta, pero aunque los hombres estemos sumamente idealizados como lo peor del mundo, todos tenemos sentimientos, y algunos como yo, los demostramos más.

Aunque suene cliché, nos conocimos cuando la tropecé y tumbe sus cosas, ella estaba recién llegada a la universidad y estaba algo perdida, la ayude a recoger todo, y le pedí disculpas, intercambiamos nuestros nombres y la guíe a su salón de clases ya que no sabia.

Ella estudiaba la carrera de contaduría, era amigable, linda, trataba a todos, y todos la querían menos Marck, no entendía el porque de su actitud, me molestaba bastante, ya que yo nunca me molesté porque el andara con una chica. Brenda y yo comenzamos a salir y luego comenzamos un noviazgo, era feliz, en serio que si, adoraba cuando se me quedaba mirando y acariciaba mi mejilla, adoraba cuando el sol hacia contacto con sus ojos y parecía que veía el mar, me mataban sus besos, sus abrazos cuando estaba desprevenido, las veces que se concentraba para hacer lo que le mandaban de la universidad, todo de ella me hacía babear.

Pero mi madre no estaba de acuerdo, mis padres han sido muy unidos conmigo nunca me han dejado solo ni me han dejado de apoyar ni a mi ni a Clara mi hermana, pero mi madre no me apoyo con Brenda, simplemente no le cayó bien desde el principio, pero no me importó, me aleje de Marck, me distancié con mi madre, porque para mi lo mas importante era Brenda, y por mi todos se podían ir a la mierda, luego de un tiempo Brenda comenzó a mostrarse interesada, quería que le comprara de todo, no pasábamos casi tiempo juntos, se alejó de su grupo de amigos y comenzó a estar con otros, y esos otros me caían súper mal, tuvimos muchas discusiones pero a ella poco le importaba lo que yo dijera, me habían llegado rumores de que ella estaba con otros hombres pero no quise hacer caso, porque normalmente cuando nos enamoramos somos ciegos.

El día de nuestro cumple mes, fui a su casa de sorpresa, con un ramo de flores, un gran peluche y una cadena con nuestras iniciales, sus padres no estaban así que opté por utilizar la llave que dejaban debajo de la alfombra por si ocurría algún imprevisto entré en silencio para tomarla de sorpresa y el sorprendido fui yo, muchas veces intentamos pasar a mas allá de besos, y ella no quería porque segun ella no se sentía preparada, y mi sorpresa fue verla en plena acción con quien sabe que tipo, solté todo y esto cayo al suelo y ella volteó, demasiado roja y demasiado asombrada a verme, estaba desnuda encima del tipo, y se levantó de inmediato, se tapó con una sabana y salio detrás de mi, llorando, como si sus lágrimas me importaran, me dijo mil veces que lo sentia pero yo no la escuchaba, me daba asco mirarla o que siquiera me tocara y sali de ahí como alma que lleva el diablo.

Mi dolor fue extremadamente fuerte, todos los momentos junto a ella pasaron como una película frente a mi, me dolía demasiado tantas cosas, me encerré en mi habitación, y no comía, ni hablaba, ni nada por el estilo, luego de un tiempo y gracias a que mi padre me obligo, retomé la universidad pero no era el mismo de antes, le pedí perdón a Marck, y tuve la suerte de que el aceptara mis disculpas y me perdonara, porque cabe destacar, que no todo el mundo perdona algo como eso, a veces pienso que ni yo hubiese perdonado que me echara a un lado por una chica, pero lo hizo y me alegra, luego de un tiempo le pedí perdón a mi madre y lloramos juntos, me llegó una época en la que salia con chicas y solo era por una noche y ya, me volví un completo idiota, y cuando me di cuenta de que ya fue suficiente, me di un tiempo solo, y conocí a Charlott.

Una rosa con espinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora