-Noah Walker-
La luz era tenue en la habitación, y yo acariciaba el contorno de su cintura, la chica era hermosa, y muy complaciente a decir verdad, su piel era suave, y me ecantaba verla desnuda, ella miraba el techo, pérdida en sus pensamientos y culpas, aún no quería decirme porque lloraba, o porque siempre parecía estar triste o aburrida de la vida.
Tampoco era como si me importara su estado de animo, nos entendíamos muy bien en la cama, demasiado para ser sincero, pero si me causaba curiosidad, si me estaba acostando con ella, algo debía saber ¿no?
—Brenda...—Dije cuidadosamente—. ¿Te sientes bien?
Ella solo negó con la cabeza, tenia la mano derecha tapando su boca y el brazo izquierdo por detrás de su cabeza, su mirada estaba perdida, en realidad me sentí un poco mal, pero mal por tal vez no haberlo hecho bien y que para ella haya sido la peor persona que pasó por su cama eso no me hizo sentirme nada bien.
Entonces me metí en el papel de hombre lindo y comprensivo al que le importaba el estado de animo de la chica con la que acababa de acostarse.
—Pero entonces dime que te ocurre.—Dije suavemente acariciando su rostro—. No me gusta ver a las chicas mal, y menos después de hacer el amor con ellas.
Ella suspiró.
—¿El amor Noah? ¿Crees que lo que acabamos de hacer es el amor? No soy estúpida.
—¿No lo hicimos?—Pregunté incrédulo, esta conversación estaba interesante.
Ella me miró para luego seguir viendo el techo.
—Soy una chica que no conoces, y tu eres alguien que definitivamente no conozco del todo, a penas sabemos los nombres de ambos. Soy esa chica a la que otras chicas llaman perra y algunos chicos solo buscan para diversión. ¿crees que te funcionará la basura de decirme que hicimos el amor? No eres el primer chico que pasa por mi cama Noah, y se diferenciar perfectamente el sexo de hacer el amor. No soy estúpida.
—Pero que ruda eres Brenda. —Dije divertido—. Se que no hicimos el amor, se diferenciar una cosa con la otra, pero te vi mal y traté de buscar la manera de llegar a ti sin hacerte sentir peor, es decir, dame méritos por fingir ser quien no soy y fingir que quiero hacerte sentir mejor. No soy esta clase de chicos, y ni siquiera se porque aún te estoy preguntando, pero seria muy amable de tu parte decirme que es lo que te pasa ¿no crees? Dices que no nos conocemos pero cada vez que te preguntó algo me evades.
—Yo era joven, tenía un novio al que amaba, y sabia plenamente que él me amaba a mí, pero también era interesada, no lo puedo evitar, me encanta que me regalen cosas, que cumplan mis caprichos y él lo hacía. Nunca me acosté con él, porque aparte de que no se daba el momento, él es uno de esos tipos que son cariñosos y comprensivos y jamas harían algo que dañara a una mujer de esa forma, seguro pensó que yo necesitaba tiempo, pero lo cierto era que yo tenia mis necesidades.
>>No diré que él iba a ser el primero, ya no era virgen para ese entonces, pero diablos lo amaba, sentía que el no era solo un capricho, entonces estaba este chico que no me dejaba en paz, así que un día decidí acostarme con ese chico y mi ex nos descubrió en plena acción. Mi mundo se cayó a pedazos en ese momento, y él no volvió conmigo por mas que lo intenté.
Yo solo la miraba expectante.
>>Entonces volví a encontrarme con él, pero él ya estaba con una chica, una tal Charlott, y esta tan decidido que me enferma, no se como hacer para que vuelva conmigo.
—¿Charlott? ¿Cómo es? —Pregunté impaciente.
—Es blanca, ojos color miel, cabello castaño, no muy alta y me hierve la sangre el solo verla.
—No puede ser...
Ella volteo a mirarme.
—¿Qué no puede ser?
—Esa chica estudia en el mismo instituto que yo, y me vuelve increiblemente loco, no te imaginas cuanto. Aún no encuentro la manera de tenerla conmigo o aunque sea en mi cama. En realidad es bastante frustrante.
—¿Y por qué? ¿Por qué no has podido tenerla?
—Mi padre es un jugador nato, apuesta mucho dinero, dinero que no posee, tiene una amenaza de muerte de un tipo con el que apostó, si no paga podría morir o morir alguno de nosotros, entonces me hice novio de una chica con dinero, para sacarle el dinero que necesito y después botarla, pero Charlott es la mejor amiga de mi novia y esta arruinando mis planes, me enloquece esa chica, en serio.
—Valla... Los dos estamos jodidos a nuestra manera.
—Muy jodidos.
Nos mantuvimos un rato en el silencio, viendo el techo y desnudos, yo estaba perdido en un mar de pensamientos, recordé a la única chica de la que me he enamorado, no toda la vida he sido un idiota sin corazón, solo que ella se lo llevó y jamas volvió a entregarmelo.
Tenia un mejor amigo antes, yo lo sentía como mi hermano, hacíamos casi todo juntos, y siempre estábamos el uno para el otro. Estábamos en esos momentos difíciles en los que mis padres peleaban, y también en los momentos difíciles donde su madre no sabia por que hombre decidirse, siempre quise pensar que esa señora tenía un corazón muy amplio.
Yo era joven y soñador, amaba a mi madre, cosa que aún hago, y ella siempre se encargaba de repetirme lo valiosas que eran las mujeres, y cuanto yo debía respetarlas, y lo hice, conocí a mi chica y nos llevábamos realmente bien, yo le entregué mi corazón por completo, estaba totalmente enamorado, y pensé que ella me amaba de la misma manera.
Mi amigo y ella se la llevaban muy bien, tanto que a veces pecaba de tener celos de ellos, pero trataba de convencerme de que ellos no se involucrarían como algo mas que amigos, ellos no me harían eso a mi. Luego de un tiempo comenzaron a tener una actitud muy extraña conmigo, parecía que ocultaban algo, pero yo no quería pensar lo peor, yo no me merecía eso.
Muchos rumores comenzaron a rondarme, cosas como que ellos dos salían, como que me estaban viendo la cara de estúpido y muchos mas que no quiero recordar para sentirme mas estúpido de lo que fui. Yo no quise creer rumores así que dejé las cosas pasar, hasta que el día llegó, y para mi fue catastrófico.
Mi amigo me invitó para un restaurante algo lujoso en realidad, demasiado lujoso para solo haber pedido agua, él estaba nervioso, me dijo que esperábamos a alguien, y cuando vi a mi novia atravesar la puerta y sentarse en nuestra mesa supe que nada bueno venia a continuación. El comenzó a hablar, a disfrazar con palabras bonitas que me habían estado viendo la cara de estúpido, todo finalizó con ellos diciendo que estaban enamorados y tomando sus manos, yo sentia una gran decepción hacia los dos y un horrible dolor en el pecho, ese día sinceramente no fue el mejor para mi, solo me levanté y salí llorando de ese lugar, llegué a mi casa gritándole a mi madre, que las mujeres eran unas putas, recuerdo muy bien la cachetada que vino después de eso, ese fue el golpe de realidad que necesitaba, luego solo caí de rodillas, mientras ella venia a mi y me preguntaba preocupada que me pasaba, le conté lo que había pasado a gritos, el dolor me estaba consumiendo, había perdido a mi mejor amigo y a mi novia en minutos, ese debería ser un récord, mi madre no supo que decir, yo solo salí corriendo a mi habitación y me juré a mi mismo no volver a enamorarme, trataría a las mujeres como se lo merecen y así fue.
—Oye se me ocurre una idea. —Dijo Brenda—. Porque tu no te encargas de Charlott y yo de mi ex, podríamos crear un plan para separarlos, es decir, yo te pagó el dinero que necesitas, tu te quedas con Charlott y yo con mi ex, ¿qué te parece?
—Me parece la mejor de las ideas.
—¿Entonces es un trato?
—Por supuesto que si. —Dije tomándole el trasero y colocándola a horcajadas sobre mi.
Ella sonrió maliciosamente mientras nos besábamos como locos, ahí venia, nuestra segunda sesión de sexo.
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Una rosa con espinas
RomanceHay rosas increíblemente hermosas, tanto, que no podemos creer que lleguen a tener espinas, hay mujeres increíblemente hermosas, tanto, que no creemos que tengan errores, pero al querer la rosa, debes querer sus espinas, y al querer a la mujer debes...