Capítulo 17

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-Charlott Evans-

Tina había tratado de hablar conmigo varias veces pero yo la había ignorado justo como ella lo había hecho conmigo, me hacia falta, y me dolía su ausencia, pero era justo que ella también sufriera un poco.

Por otra parte, Matt estaba algo raro, y a raro me refiero a que ya no tomaba para olvidarse hasta de su nombre, botó el sofá asqueroso en el cual se ponía a tomar, limpió la sala, su habitación, compró cosas que me gustaban, como chocolates y helados y cosas así, a veces me ayudaba a cocinar sin decir una palabra, o lavaba los trastes luego de comer, duraba hasta tarde estudiando, mantenía la casa limpia o a veces me decía a mi que lo hiciera, era extraño, pero me gustaba mas que fuera así.

Raúl se ofreció a buscarme en las noches y luego de cenar llevarme a mi casa, por mas que me negué el se rehusó y no tuve de otra, el era muy simpático, y me divertía mucho estar a su lado, nos contábamos algunas cosas pero cuando era mi turno de contar yo cambiaba el tema, Raúl es hijo de una diseñadora y un psicólogo, vive cerca de mi casa y es hijo único, sabe que mis padres murieron pero no el calvario que vivo.

Christian siguió yendo para la cafeteria y acordamos salir a comer algo, me ponía súper nerviosa pero era necesario conocerlo.

La cita seria hoy, y estaba en el dilema de toda chica cuando sale por primera vez con un chico; ¿Qué ponerme?.

Opte por un vestido azul, que queda suelto y unas zapatillas plateadas, maquille un poco mi rostro, sólo un poco porque eso de maquillarme en exceso no iba conmigo, alice mi cabello e hice que cayera en ondas en las puntas, me eche algo de perfume y ya a las 7:40 estaba lista, la cita es a las 8:00.

Me senté en la cama un rato revisando mis redes sociales y un mensaje llegó.

Hola Charlott, espero ya estés lista, ya voy en camino a buscarte ;) -Christian a las 7:55.

Hola Chris, si ya estoy lista, solo avisame que estas afuera y bajaré. -Yo a las 7:56.

No esperé respuesta, me estaba matando la ansiedad, quería morderme la uñas hasta que sangraran, pero había pasado horas tratando de pintarlas, me levanté, fui al espejo y revisé como estaba mi vestido, mi maquillaje, todo en general, y llegó un mensaje.

Charlott ya estoy afuera. -Christian a las 8:06.

Tomé mi bolso, las llaves, mi celular y salí a toda prisa aprovechando que Matt no estaba, al salir de mi casa Christian estaba esperándome recostado en la puerta del copiloto, de brazos cruzados, al verme sonrió, y descruzó sus brazos, nos saludamos y abrió la puerta para que entrara al auto, la cerró, rodeo el auto y luego entró el.

-Estas hermosa Charlott. -Dijo con un brillo extraño en los ojos.

Me súper sonroje.

-Gracias Chris, tu te ves bastante bien. -Dije apenada.

No entendía que efecto hacia Christian en mi, con otros chicos puedo actuar normal, y con él me vuelvo una torpe sonrojada sin remedio.

-¿A donde iremos? -Pregunté.

-Ya verás. -Y guiñó un ojo.

El lugar era hermoso y fino al parecer, nos sentamos en una de las mesas que al parecer estaban reservadas, y el mesonero nos trajo los menús, pedimos nuestra comida y nos dispusimos a comer.

-¿Cómo te ha ido Charlott? -Dijo rompiendo el Hielo.

-Bien Chris y ¿A ti?

-Bien también.

Comenzamos a hablar de distintos temas, Christian era mas agradable de lo que pensé.

Tiene una hermana de 15 años llamada Clara, sus padres son empresarios, él tiene 23 años, estudia la carrera de administración, y esta soltero.

Yo por otra parte le conté cosas por encima, como mi edad, donde vivo (que el ya lo sabe) donde estudio, que tengo un hermano mayor de 25 años, que perdí un año y por eso aun estoy en el instituto pero éste ya es mi último año, que quiero estudiar fotografía, y que estoy soltera claro está.

Comimos, la cena estaba deliciosa, y luego de eso fuimos a otro lugar, era algo así como un parque, habían arboles, bancas, un hermoso lago, y la luz de la luna penetraba al lago haciendo una imagen majestuosa, el lugar obviamente estaba solo pero eso no me molestaba, nos sentamos en una de las bancas que dan de frente al lago y comenzamos a hablar.

-¿Por qué soltera? -Dijo con curiosidad.

-Por problemas con mi ex.
-Dije diciendo la verdad a medias.

Soltó una pequeña risa.

-Oh no, a mi me cuentas que pasó Charlott. -Dijo sonriendo.

-Mejor cuentame tu, ¿Por qué soltero?

-Pues lo típico, pensé que me quería, me uso como su banco personal, me engaño con otro, y luego se término la relación, sufrí mucho, me volvi un idiota y luego de eso volví en si porque me di cuenta que jugar con las personas no estaba bien, entonces volví a estar solo y te conocí.

"Y te conocí" , pensé y me sonroje un poco.

-Valla, debió haberte afectado bastante.

-Si pero no la volví a ver más y eso ayudó bastante a recuperarme, ahora cuenta tu. -Dijo mirándome impaciente.

Tomé aire y lo expulsé.

-Pues... Me enamoré del chico, salimos por un buen tiempo, todo iba bien o al menos eso creía, tuvimos relaciones al tiempo y luego de eso me dejó, me dijo que no quería verme más y eso me destruyó por completo, aparte de que el mismo día que perdí mi virginidad mis padres murieron. -Dejé de hablar porque sentía que comenzaría a llorar.

El me miraba sin decir nada, yo mire a otro lugar, todo se había vuelto sumamente incomodo, pero el me obligó a contar, y mi vida esta tan jodida, que el que quiera quedarse tiene mucha fuerza de voluntad.

Me quedé fijamente mirando el lago, pensando en cual sería el momento en que me dijera que nos fueramos y no volvernos a ver mas, cuando unos brazos rodearon mis hombros y una mano me ofreció una rosa.

-No debes sentirte mal por eso, a todos nos pasan situaciones no agradables que luego nos dejan experiencias. Ese chico debía llegar a tu vida para darte una enseñanza, y suele pasar con muchas personas, con amigos, con familiares, con parejas, todos tienen algo que hacer o algo que dejar en nuestras vidas para luego irse, y aunque nos duela y no entendamos, luego Dios nos prepara algo mejor, y lo bueno de todo es que cuando llega ese algo mejor ya tienes experiencia. -Dijo con amabilidad y me extendió la rosa, la cual obviamente tomé.

-Gracias Chris, fue muy dulce de tu parte. -Dije apenada.

-No creas que te juzgaré por eso, tengo presente que, si quieres la rosa debes querer sus espinas y si quieres a la mujer, debes querer sus errores.

Una rosa con espinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora