Yo miraba a Marta sin poder creer todas las palabras que salían de su boca, a pesar de que las sentía sinceras, en mis ojos habían lágrimas aglomerándose para salir y en mis mejillas estaba el sendero que ellas dejaban a su paso, trate de imaginarme a mi madre sonriendo pero solo se me vino un recuerdo de ella acariciando una foro donde estaba con Marta, esa vez me dijo que ella era su mejor amiga y a la mujer que mas amaba, que era su hermana, que era mi tía, yo no lo acepté porque me molestaba el desprecio con el que la familia la trataba, pero ella me dijo que a veces las cosas no son lo que parecen, que mas adelante lo entendería y ese mas adelante estaba frente a mi llorando a moco suelto, botando todo el dolor de haber perdido a mi madre, viendo su maquillaje corrido, sus ojos hinchados y cansados, y sus espasmos, no se veía tan temeraria como cuando entró ni tampoco tan elegante, se veía como una niña perdida en un supermercado sin poder encontrar a sus padres.Me dio pesar, solo Dios y yo sabiamos cuanto me dolía la ausencia de mi madre, o cuanta culpa sentía por su muerte, pero ya era tarde, ya había pasado, y ni con toda la culpa y el dolor del mundo ella regresaría de la muerte.
—Se nota que la querías mucho...—Dije al cabo de un rato secando mis lágrimas.
—Muchisimo Charlott, era mi otra mitad.
—Tambien era mi mitad.—Afirmé.
—Lo siento mucho... Debe haber sido muy duro para ti lidiar con todo esto...—Dijo con sinceridad.
—Lo fue, y lo sigue siendo.—Dije con tristeza—. Pero confio en que esta con Dios, y que allá es feliz...
—Estoy segura que lo es, fue una mujer muy buena.
—Definitivamente. Siento mucho que no hayas podido estar con ella en sus últimos momentos o en partes importantes de su vida.—Expresé.
—Creeme que yo también lo siento mucho en el alma, pero ya es tarde... Ya no esta, y no puedo devolver el tiempo para evitar que esas familias se odiaran.
—Si, tienes razón, ¿Qué tal si comenzamos de nuevo? —Propuse—. ¿Si nos conocemos bien?
Se le iluminó la mirada.
—Eso seria grandioso. —Dijo con emoción.
—Me llamo Charlott y soy tu sobrina.—Extendí mi mano.
—Me llamo Marta y soy tu tía. —Dijo sonriendo.
Y en ese momento supe, que ya Marta mejor llamada como mi tía, ya no seria un problema.
Luego de hablar un rato mas de cosas de nosotras como en que trabajábamos y en que tenia dos primos, nos despedimos porque hace media hora que habíamos abierto y Carla me necesitaba, luego de ayudarla, y de trabajar, Raúl pasó por mi, así como antes.
—Hola mariposa.—Reí.
—¿Mariposa? Estas loco Raúl. —Dije negando con la cabeza y riendo.
—Si, creo que si, pero eso es grandioso ¿no?
—Supongo que si mariposo.
Y los dos reímos a carcajadas mientras nos perdíamos en las calles de la ciudad buscando que comer.
—Charlott...
—¿Si?—Dije jugando con una servilleta mientras esperábamos la pizza.
—Queria pedirte disculpas por la forma en te hable la ultima vez que nos vimos... Fui un idiota, estaba dolido y no encontraba como expresar la desesperación que me daba no tenerte...
—Tranquilo Raúl. —Interrumpí—. Ya pasó, ya es pasado, ahora lo que importa es que te tengo de vuelta a mi lado y que me hiciste mucha falta cuando te fuiste.—Tomé su mano—. Te extrañé mucho.
—Yo también te extrañé mucho Charlott. —Sonrió acariciando mi mano.
Y fue entonces cuando vi como Christian entraba con Brenda y se sentaban muy cerca de nosotros, solté la mano de Raúl sutilmente, tratando de controlar la rabia y el dolor que brotaba de de mis adentros, Raúl se percató de la situación y trató de tranquilizarme pero yo no podía, y cuando vi como Christian venia hacia nosotros y Brenda lo seguía corriendo supe que nada bueno pasaría.
—¿Con que no pierdes el tiempo Charlott? —Dijo con una sonrisa amarga.
—¡Dejala en paz imbécil!—Espeto con furia Raúl.
—¡Tu no te metas!—Gritó Christian —. Deja de defender a alguien que seguro se meterá en la cama de cualquiera mientras esta contigo. —Escupió mirándome con asco.
Ya para ese punto yo me había quebrado y lloraba a moco suelto, fue entonces cuando Raúl le estampó un puño a la cara de Christian entonces Christian sin perder tiempo hizo lo mismo, así fue por un rato mientras Brenda gritaba de desesperación para que dejaran de pelear, un grandulon de seguridad los saco a ambos a patadas mientras Brenda salia corriendo para estar con Christian y yo para ver en que estado se encontraba Raúl, Christian al ver que fui corriendo a recoger a Raúl del piso me miró con odio y asco y se fue delante de una muy asustada Brenda.
Yo solo me arrodillé al lado de Raúl, sintiendo el dolor profundo que causaron las palabras de Christian y el dolor que me daba ver la cara de Raúl tan moreteada y llena de sangre, llamé a Matt quien vino enseguida y lo llevamos a una clínica porque de tantos golpes había quedado inconsciente, Matt me preguntó que había pasado, y cuando le conté hasta el tenia ganas de ir a golpear a Christian, pero la prioridad era Raúl en este momento.
Mientras estaba en la sala de espera, me cuestioné el porqué de mi vida tan horrible, y de porqué fui tan estúpida para cometer tantos errores, pero también era tarde para eso, solo me quedaba comenzar de nuevo, mas madura, menos tonta, y menos sola, recapacite en cuando a las personas que tenia a mi alrededor y sonreí, tenia a Matt, a Carla, a Silvia a Raúl, a Alise, probablemente tendría a Marta y a mis primos, hasta Frank me defendía de vez en cuando, y por primera vez en muchos años no me sentí tan sola. Observé a Matt estaba a mi lado entre dormido y despierto, se veía cansado, su trabajo no era fácil, pero él estaba ahí, conmigo, apoyandome, y con eso era suficiente para saber que ya no estaría sola.
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Una rosa con espinas
RomanceHay rosas increíblemente hermosas, tanto, que no podemos creer que lleguen a tener espinas, hay mujeres increíblemente hermosas, tanto, que no creemos que tengan errores, pero al querer la rosa, debes querer sus espinas, y al querer a la mujer debes...