Las semanas pasaban y Chris siempre tenía un detalle conmigo, siempre buscaba la manera de ser dulce, de apoyarme, me preguntaba siempre como me sentía, o si tenia algún problema que se lo contara, era muy atento y yo me iba enamorando cada vez mas, le conté algunas cosas de mis padres, recuerdos de mi infancia, o el tormentoso recuerdo de el día que murieron, le hice ver lo mal que eso me hacia sentir, el me abrazaba y me decía que estaba conmigo, que me ayudaría, que no me dejaría sola, y me permití creerle porque ¿qué mas podía hacer? Por fin estaba con Chris no podía simplemente hacerme a un lado cuando el estaba siendo tan dulce, él era lo que yo siempre había querido aunque el presentimiento amargo en mi pecho no se quitaba por nada.
Las clases en la academia iban cada vez mejor, cada vez me sentía mas plena, mas llena, mas completa a pesar de que me faltaban tantas partes, era como que entre Chris y el baile yo veía una salida, y se sentía bien, se sentía bien estar feliz por un rato, lastima que la felicidad se esfuma tan rápido que no nos da tiempo de acostumbrarnos de nuevo a la oscuridad.
Él era como mi talón de aquiles, como mi fuerza, me ayudaba en todo, me levantaba cuando caía, me secaba las lágrimas, me aconsejaba de cada cosa y me hacia ver todo lo que estaba mal, lo quería mucho, tanto que mi corazón tenia miedo de decir que lo amaba, y no por él, si no por todas las cosas que había vivido, no quería salir lastimada pero ya estaba apunto de tirarme al abismo de amor por Chris aunque yo quisiera detenerme. No volvimos a tener relaciones, no por él, sino porque eso de cierta forma me afectaba, aún no tenia claro por qué, pero me hacia sentir mal, y mucho mas mal era el saber que Chris no tenia ni idea de todo lo que yo había hecho en el pasado, me daba pánico que él me tuviera asco, me daba pánico que después de tanto no me quisiera mas, ver en sus ojos asco y decepción me daba pánico.
Carla estaba muy contenta porque decidí darme una oportunidad con Chris todo lo contrario a Tina que me evitaba todo el tiempo, sentí su rechazo en el mismo momento que le dije que eramos novios, es como si a Tina le costara entender que yo, la que me he acostado con varios valla a hacerle daño a su primo, se que piensa eso y duele, porque no pretendo eso con Chris pero bueno no se puede hacer mucho.
En las clases de la secundaria estaba saliendo muy bien, creo que antes no había salido tan bien como ahora, y en el trabajo todo iba normal como siempre, la perra de Brenda no fue más y gracias a Dios Noah se alejó de mi y eso me traía paz.
—Hola idiota. —Me saludó amorosamente Carla.
—Ay que bella.—Dije irónica—. Hola Carla.
Nos reímos y seguimos en lo nuestro de limpiar las mesas y acomodar, luego me senté un rato a esperar a los clientes.
—Oye Charlott, ¿no le has dicho a Chris lo que hacías en las discotecas?—Preguntó carla sentándose a mi lado.
—No.—Dije con pesar —. No se como hacerlo.
—Pero debes Charlott, es importante para ustedes, que sean sinceros, eso es algo que deberías decirle y así dejas eso atrás y estas mas cómoda.
—No lo se Carla... Me da mucho miedo que me vea con asco, así como me miró Tina... Lo quiero mucho y no soportaría su desprecio.—Dije secandome las llágrimas.
—No llores Charlott, si te ama lo entenderá, fíjate yo te quiero.—Dijo señalándose—. Y te acepte así como eres, y así con todos tus errores. Raúl te quiere, y se enamoró de ti a pesar de saber todos tus errores... Solo sincerate con él y si es para ti lo entenderá.
—Raúl me odia por no quererlo de la manera que él me quiere.—Dije con tristeza—. Y lo extraño mucho.
—No te odia Charlott, yo se porqué te lo digo, el solo estaba dolido porque pensó que ustedes tenia algo mas que amistad, pero tu corazón ya estaba ocupado, y los corazones se mandan solos.
—Pensaré como decirle a Chris todo, gracias Carla.
—De nada amiga.
Seguimos trabajando hasta que llego la hora de cerrar y yo debía esperar a Matt para ir a la academia, estaba planteándome decirle que Chris podía llevarme y traerme pero a él le daba ilusión estar para mi en esos momentos y eso era lindo.
—Hola amor.—Saludó Chris dándome un beso.
—Hola Chris.
—¿Todo en orden?—Preguntó.
—Si amor.
Calentamos y luego comenzamos de nuevo a practicar la coreografía, las mejores parejas eran Lisa, Simón, Chris y yo hasta ahora, luego de practicar iríamos a un jurado de aquí mismo de la academia a ver que pareja era la ganadora, y esa pareja iria a otro país a una competencia. Todo era genial es como si pudiera acariciar y abrazar mi sueño mas grande y ser feliz.
Me encantaba como Chris y yo nos acoplabamos, era como si hubiésemos nacido para eso, como si hubiésemos bailado en muchas otras vidas, y eso me inflaba el pecho de emoción, porque es hermoso compartir con tu pareja algo que te apasiona, y estábamos bien y eramos felices, aunque aun no tenia el valor para contarle toda mi verdad.
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Una rosa con espinas
RomanceHay rosas increíblemente hermosas, tanto, que no podemos creer que lleguen a tener espinas, hay mujeres increíblemente hermosas, tanto, que no creemos que tengan errores, pero al querer la rosa, debes querer sus espinas, y al querer a la mujer debes...