Capitulo 42

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Llegué a la casa, el evento de graduación era a las 3 pm, y eran las 2 pm, tenia una hora para arreglarme, mis ojos seguían hinchados debía hacer algo con ellos...

Me metí a bañar, y luego de durar casi media hora me puse a buscar asoradamente algo lindo que ponerme, y encontré un hermoso vestido azul celeste, un poco mas arriba de las rodillas con un hombro descubierto, era lindo, me lo había regalado mamá, así que, qué mejor ocasión para ponérmelo. Luego me puse tacones busqué un bolso pequeño, un par de accesorios y un maquillaje para nada extravagante.

Miré mi reflejo en el espejo y me gustó lo que veía, y de repente Matt entró ansioso a mi habitación sin tocar.

—Charlott...

—¿Si?

—¿Sabes hacer nudos de corbatas?—Preguntó avergonzado.

Sonreí.

—Claro. —Siempre le hacia nudos a papá.

Comencé a hacer él nudo y cuando levanté la mirada unas lágrimas corrían por él rostro de mi hermano, mientras él tenia los ojos cerrados, me sentí mal.

—¿Qué esta mal Matt? —Pregunté preocupada.

—El nudo de corbata...

¿Qué?

—¿Y por eso lloras?—Pregunté muy confundida.

—No, esta mal querer haber sentido que mamá amarraba mi corbata, esta mal que él día mas importante de mi vida ellos no estén, esta mal extrañar las bromas pesadas de papá, o las lágrimas que se que mi mamá estuviese botando en este momento... Estuviera tipo “Oh mi Matty se esta graduando, no debo llorar, no debo llorar...”  y agitando su mano en la cara para que no se corriera su maquillaje... Duele su ausencia, y que me digan que están allá arriba mirándome orgullosos no me calma porque los extraño mucho en carne y hueso... —Abrio sus ojos—. Solo hoy es un día importante y me duelen que no estén aquí...

Sequé sus lágrimas, mientras él secaba las mías, ya había arruinado mi maquillaje también, solo Dios y nosotros sabíamos cuanto dolía que ellos no estuvieran. Abracé a Matt muy fuerte, tratando de demostrarle así que no estaba solo.

—Hoy es un día muy importante Matt, me gusta mas la idea de creer que ellos están aquí rondando, viéndonos, aunque nosotros no podamos... Hoy es tu día, luchaste por esto, disfruta tu momento porque sera la única vez que tengas esta graduación. —Tomé aire—. Siento tanto que nuestros padres no estén, siento tanto no haber tomado las decisiones correctas, pero al menos quiero ver que tu eres feliz, quiero verte graduado, quiero verte pleno, quiero verte tener una familia, al menos tienes mi orgullo en carne y hueso, ya hasta hiciste que se dañara mi maquillaje. —Sonreí entre lágrimas.

Él me devolvió la sonrisa y me abrazó.

—Seremos felices Charlott, tu también estarás plena, ya veras, tu también harás una familia, yo estaré para ti.

—Gracias...

Luego de arreglar mi maquillaje y rosiarme un poco de perfume salí con Matt a tomar un taxi, ya íbamos retrasados, había tráfico, había calor, y habían nervios, llegamos y allí estaban todos los que estudiaban con Matt, Alise fue la primera en darse cuenta de que llegamos y saltó a besar y abrazar a Matt, luego me abrazó a mi, se le veía muy contenta, estaba emocionada, yo estaba contenta por los dos.

Me sitúe en los asientos de los familiares y amigos mientras ellos se iban acomodando en sus respectivos asientos por orden.
Había frente a nosotros una tarima, en ella había una mesa y detrás de ella estaban situados profesores y directivos, frente a la mesa había un podio, en él había un señor gordo que iba llamando a los estudiantes después de haber dado un discurso de lo bueno que era aprender y estar graduado y otro poco de cosas mas.

—Ana Maria Fuentes. —Comenzó el señor.

Una chica camino hasta allí y recibió él título luego de estrechar las manos de todos.

—Andres Ricardi...

—Alise Donovan...

Alise camino emocionada, casi corriendo. Me dio felicidad, todos aplaudimos de nuevo.

—Beronica Miller...

—Carlos Prada...

Y así sucesivamente hasta que llegaron a Matt.

—Matt Evans...

Matt se levantó secando lágrimas de su rostro, le dolía esto, muchos chicos lo animaron e hicieron vítores, me buscó entre la multitud y yo me puse de pié, me lanzó un beso de lejos y recibió su título, fui la primera en aplaudir, después limpié mis lágrimas.

Cuando culminó él evento obvio había una fiesta, pero yo estaba cansada, no físicamente, era algo mas sentimental, había aguantado demasiado para demostrarme fuerte delante de Matt y estaba exhausta, quería recostarme y llorar, sin que Matt me viera, era su noche, era su logro, yo no debía estropearlo.

—Vamos Charlott, ven conmigo, ¿Cómo voy a estar bien en la fiesta de mi graduación sin ti?

—Estoy cansada Matt, quiero recostarme, me duele la cabeza... Además quiero que disfrutes tu noche, yo... Estaré bien, soy una chica fuerte, tu tranquilo.—Sonreí.

—Entonces no iré, hoy iban a pasar una película buena, podríamos comprar pizza y verla juntos...

—De ninguna manera Matt. —Lo interrumpí —. Es tu noche, es tu logro, no puedes dejar de hacer esto por mi, disfruta, es lo menos que puedes hacer, yo estaré bien, de verdad.

—¿Prometes llamarme si algo va mal?

—Lo prometo.

—Bien le diré a los padres de Alise a ver si pueden llevarte a casa.

—Esta bien.

Luego de eso llegué a casa por fin, lo primero que hice cuando ya estaba dentro fue quitarme esos tacones demoniacos, me urgía un masaje de pies, tire él bolso en uno de los muebles y camine descalza hasta la cocina para tomar agua y pensar en que comer, me decidí por pedir una pizza.

—¿Buenas noches que desea ordenar? Me decía la voz del otro lado del teléfono.

—Buenas noches una pizza normal de jamón y queso con mucho salchichón y maíz por favor.

Le di mi dirección y me senté en él sillón a esperar mientras pensaba en mi vida.

Y es que, ¿qué me había salido bien últimamente? Solo hablar con Matt, del resto mi vida era un caos, y Christian ni hablar...

Tocaron la puerta, la pizza pero... ¿tan rápido?

Me levanté extrañada, descalza, despeinada, cansada, con él lápiz de ojos corrido, esperando ver a algún tipo feo entregarme una suculenta pizza, tomé él dinero y justo cuando abrí, me llevé una gran sorpresa.

—Chris... —Dije sorprendida.

Una rosa con espinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora