Una rosa con espinas

Capitulo 48

Yo solo lloraba sin control, como pude buqué mi ropa sin saber bien en donde estaba, me sentía mucho mas sucia que antes, me dolía que estaba defraudando a Christian.

Estaba mareada, deprimida, sucia, y no paraba de llorar, ¿Cómo le explicaba esto a Chris? ¿Cómo lo miraba y le decía que me acosté con alguien más?

Cuando salí de la habitación me encontré con que estaba en la casa donde había sido la fiesta, había gente tirada en el piso durmiendo borrachos, habían otras tantas personas que les faltaba el pantalón, o la blusa, habían algunos sostenes desparramados por ahí, yo solo quería correr, despertar de esta horrible pesadilla, lastima que no era un mal sueño, era la realidad.

No vi a Tina por ningún lado, y la odié, por no ayudarme, por no detenerme, luego me di cuenta que ni yo sabia que había hecho o como había llegado hasta allá, quizás Tina no tenia ni idea, como pude llegué a la entrada, tomé un taxi y llegue a mi casa.

Matt no estaba, yo aún no había parado de llorar, puse a cargar el telefono a ver si había algo de Christian pero no había nada, ¿qué haría ahora? ¿Cómo enfrentaría todo esto?

La incertidumbre estaba acabando conmigo, me quería morir, no sabia que hacer ahora, no sabia como enfrentar todo esto, deseé con fuerzas tener a mi madre a mi lado que me abrazara y me dijera que todo estaba bien, deseé con fuerzas que mi padre saliera en busca del imbécil que me había hecho esto, deseé con fuerzas haberme muerto yo y no ellos.

No se cuanto duré tirada en el piso pero entré en crisis, no tenia control de mi cuerpo, se me cortaba la respiración, sentía palpitaciones hasta en la cabeza y no pude controlarme para no gritar, en ocasiones jalaba las sabanas y las apretaba, o daba golpes al piso, el dolor en mi pecho era intenso tan inteso como si se me estuviera quemando el alma.

No se en que momento llego Matt ni en que momento entró a mi habitación solo sentí que me abrazaba y trataba de calmarme, pero yo no tenia control de mi misma, los gritos se hicieron mas fuertes, tanto que mi garganta dolía. Poco a poco fui calmandome en los brazos de Matt, poco a poco fui dejando de gritar pero aún tenia las manos aferradas con fuerza a las sabanas, hasta que las fui soltando mientras Matt acariciaba mis manos para soltarlas, estaba cansada, un cansancio fuerte me inundó y me quede dormida de nuevo.

Al despertar, Matt estaba a mi lado, observándome tiernamente, acariciando mi mano derecha, me sonrió.

—¿Qué pasó chiquita?—Preguntó triste.

—Creo que me violaron Matt... —Respondí aguantando el llanto.

La cara de Matt se desencajó de la rabia, de ternura y suavidad paso a agresividad y furia, me dio miedo, sentí que había vuelto el Matt violento que era antes y el llanto salio de mi de nuevo sin control, Matt dio un golpe fuerte a la pared mientras yo lloraba con mas intensidad, de miedo de dolor, de asco, cerré mis ojos esperando algún golpe de Matt, alguna ofensa como antes, que me tirara algún objeto, sin embargo senti sus brazos alrededor de mi, me estaba arrullando como a una bebé, y lloraba, y me partió mas el alma, el miedo se me esfumo pero yo seguí sintiéndome mal.

—No puede ser princesa...—Dijo llorando—. Tu no te mereces eso... Ya has pasado por mucho, ya era hora de que fueras feliz o al menos estuvieras tranquila.

—Las personas como yo nunca somos ni seremos felices Matt. —Y lloré aún mas.

Ese día le conté todo a Matt, desde mis salidas nocturnas a discotecas hasta en como terminaban todas, el en ocasiones se enojaba y en otras solo lloraba sintiéndose culpable, le conté también, que Chris y yo salíamos, que Tina me había abandonado al enterarse de que todo lo que yo había hecho, luego le conte lo que recordaba de aquella noche, y Matt no tenía palabras, estaba muy dolido, se sentía culpable y roto.

—Fue Tina Charlott.—Zanjó Matt—. Ella te dio algo en esa bebida no hay otra explicación a la única que le recibiste algo fue a ella.

—Es que no creo Matt, ella no seria capaz... —Dije dudando—. Quizás alguien le paso las bebidas y ella termino igual que yo.

—No seas ingenua Charlott, ¿Cómo harás con Christian?

—No se, Matt hoy no me ha escrito, ni me ha llamado, no se nada de él y no se como decirle todo esto, me da pánico que él... Sepa que fui una cualquiera.— Culminó sacando por fin esas palabras en voz alta.

—Deja de torturarte con eso Charlott. Todos cometemos errores y quien de verdad nos quiere y nos ama nos acepta tal cual somos, no huye así como hizo Tina, tu no tuviste la culpa de lo que paso anoche, te drogaron Charlott, habla con Chris dile la verdad, y si de verdad te quiere te aceptará, quizás se moleste, pero supongo que en algún momento entenderá por lo que has pasado, es hora de que seas sincera con él.

—Tienes razón, te amo Matt.

—Yo también te amo princesa. Deberíamos ir a denunciar Charlott. —Dijo serio.

—No Matt, no perdamos el tiempo... Solo me verán como una descarriada drogadicta que no es dueña de sus actos... No vale la pena. —Dije con tristeza.

—Debemos ir Charlott, así que iremos, esto no se puede quedar así.

Con miedo y pesar me arreglé y fuimos a la policía, conté lo que había pasado y mis sospechas, todo con lujo de detalles, me sometieron a pruebas, y efectivamente había sido violada, pero no había ningún indicio de quien había sido, prometieron investigar, y así volví a irme a mi casa sin nada de ánimos y cuestionándome porqué Chris no se había comunicado conmigo y tenía el telefono apagado.

Me acosté y trate de dormir pero vagas imágenes cruzaban mi mente, dos hombres encima de mi que no lograba identificar, se reían, y me decían groserías pero yo no los reconocía ni tampoco hacia nada para defenderme... En eso sonó mi teléfono y contesté emocionada pensando que era Chris.

—Hola.—Contesté.

—Hola Charlott, es Lisa, quería informarte que ustedes y nosotros ¡ganamos la competencia e iremos a participar en otro país los cuatro!—Gritó emocionada—.Así que ve preparándote Charlott, porque estoy segura que ganaremos.

—Eso es genial...—Dije sin muchos ánimos —. Me prepararé y ya verás que ganáremos.

—¡Claro que si! Bueno adiós Charlott, cuidate.

—Adios.

Volví a acostarme sin ánimos, con la tristeza comiéndome el pecho, y entonces me percate de algo muy importante y me levanté de golpe asustada... Yo podría estar embarazada en este momento y comencé a llorar de nuevo.