La mirada de Christian me acompañaba a cada lugar que iba, esos ojos me traspasaban, hurgaban en mi interior, me hacían sentir transparente.
Me quede mirando una flor, si, estúpido lo se, pero no hay mucho que mirar en el instituto, y pensé en cada cosa que me había pasado, recapitulando cada palabra dicha y no dicha; estaba Matt arrepentido, estaba Tina esperando una respuesta, estaba Christian molesto por quien sabe que cosa, estaba mi mi vida de mierda.
Sentí a alguien sentándose a mi lado.
-Charlott, ¿Cómo estas?-Me miraba impaciente.
-Tina, ¿Bien y tu?
-Bien. -Miró sus manos. - Quiero saber ¿Qué has pensado?, ¿Me vas a perdonar por echarte a un lado?
Justo cuando tu vida es un caos, a la gente le encanta presionarte.
-Sabes Tina, no puedo negar que me has hecho bastante falta, pero el que tu me hayas echado a un lado en el momento que necesite de ti fue lo peor que pudiste haber hecho. -Dije implacable.
Perdió su mirada en alguna parte.
-Perdoname Charlott, no pensé, te conocí siendo de una manera, y que de repente me contaras algo como eso hizo que mis esquemas cayeran de golpe. -Tomó una pausa. -Pero he pensado y eso no era lo que debí haber hecho. Eres mi hermana Charlott, nunca encontraré a otra persona como tu, y creeme cuando te digo que estoy arrepentida, solo quiero que volvamos a ser como antes o que al menos lo intentemos, ¿Si?
La extrañaba, si, y tal vez si estaba arrepentida de verdad, el orgullo nunca trae nada bueno, todos los seres humanos se equivocan, ella no es la excepción.
Sonreí.
-Te perdono Tina. -Dije sonriendo. -Solo no vuelvas a joder todo, ¿Quieres?
Se hecho a reír y luego se abalanzó sobre mi para abrazarme.
***
Ya estando en mi casa y tomando una de mis relajantes duchas, no pude evitar que Christian volviera a mi mente, sentí descargas eléctricas en mi estómago, ¿Qué era lo que estaba sintiendo por él?
No quería equivocarme de nuevo, no quería sufrir de la misma manera, aunque Chris no se viera de ese tipo de hombres, el miedo me invadía por completo.
Pero también recordé su expresión, estaba molesto eso estaba claro, solo no quería pensar que fuera por Raúl.
***
Comencé por limpiar el mostrador, de nuevo mi plan de sacarle brillo a las cosas, mientras hacia eso pensaba en las preguntas que no me dejaban en paz, y la principal era Christian, tal vez lo conocía hace muy poco pero con solo un poco supe que algo le disgustó.
-Toc, toc.
Y no sentía que había hecho algo malo, porque... Dios que frustrantes son los hombres.
-!Hey!
Una mano que al parecer andaba deambulando sola por el mundo chasqueo sus dedos en mi cara.
Me sobresalté.
-Oh, dime Carla. -Dije algo perdida.
-¿En que piensas tanto? -Preguntó.
-En Chris, algo lo hizo molestar el día que vino Raúl a buscarme y no puedo saber qué es. -Dije con pesar.
Me miró pensativa poniendo un dedo en su boca.
-¡Lo tengo! -Dijo como si hubiese obtenido el numero ganador en el bingo. -Le dio celos, celos por verte con Raúl.
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Una rosa con espinas
RomanceHay rosas increíblemente hermosas, tanto, que no podemos creer que lleguen a tener espinas, hay mujeres increíblemente hermosas, tanto, que no creemos que tengan errores, pero al querer la rosa, debes querer sus espinas, y al querer a la mujer debes...