Chris sonreía, y parecía incomodo a la vez, era lindo verlo, ¿pero a esta hora? ¿Y sin avisar? ¿Y yo tan desarreglada?
¡Oh Dios yo parezco una loca!
Pasé mi mano por mi cabello recordando que un nido de pájaros se veía mas arreglado que mi cabello en este momento.
—¿Como estas Charlott?
—Bien... Yo estoy bien, ¿Quieres pasar? —Pregunté incomoda.
—Claro.
Aproveché esos segundos en los que él me dio la espalda para limpiar un poco mi lápiz corrido, luego le pedí que se sentara mientras yo buscaba que ponerme en los pies, ni por error me ponía de nuevo esos tacones.
Así que busque mis lindas y felpudas pantuflas de patitas de perro y sintiéndome muy cómoda volví a bajar.
Él me observó, y no pudo evitar reír, supongo que por mis pantuflas.
—¿Qué?—Pregunté
—Son lindas tus pantuflas.—Afirmó sonriendo.
—Si, son bellas y rosadas. —Sonreí—. ¿Tienes hambre?
—He si, un poco.
—Que bien porque pedí pizza.
—Genial. —Contesto animado.
—Yo diría que suculenta, pedí mucho salchichón.
Reímos, y justo en ese momento llego mi preciosa, digo mi pizza, le di el dinero al chico, que en realidad no era ningún tipo feo, y el olor hizo que se me hiciera agua la boca.
Invité a Chris a la barra que estaba en la cocina, para que comiéramos allí, busqué dos platos, y un par de coca–colas que habían en la nevera, tomé dos pedazos y lo animé a que tomara las rebanadas que quisiera.
—Entonces Chris, ¿Qué te trae por acá?—Pregunté curiosa.
—Queria verte... No lo se extrañaba tu mirada.
—Oh.—Fue lo que pude decir.
—¿Y cómo has estado?
—Bien... Hoy se graduó Matt de administración de empresas, fue un día muy emotivo, pero se que esta contento por haberlo logrado yo estoy contenta.
—¡Que bueno!, me alegra, ¿y donde esta él?—Preguntó extrañado de que quizás él no estuviera aquí o yo no estuviera con él.
—Pues... Esta en su fiesta, yo preferí quedarme aquí, es decir, no me sentía bien, que mis padres no estén duele profundamente... —Tomé de mi coca–cola—. Y preferí que él se divirtiera y evitar estropearle la noche.
—Si, debe ser doloroso, lo siento.
—Tranquilo, aprenderé a vivir con ello.
El hizo un gesto de comprensión y seguimos comiendo en silencio, luego lavamos todo y guardamos en el horno algunas rebanadas de pizza que habían sobrado.
—¿Quieres ver televisión? Algo bueno deben estar pasando.
—Claro. —Contestó.
De tanto cambiar canales, exhaustos de buscar algo bueno, dejamos lo primero que vimos que estaban pasando, casos de criminología, mis favoritos.
Luego de un rato sentí la mano de Chris rozar la mía, y así sucesivamente hasta que lo tuve muy cerca, tan cerca que estaba abrazandome.
—Te extrañé Charlott... No se que tienes pero algo en ti no deja que me aleje, no deja que te ignore, no puedo dejar de pensarte. —Aspiró mi cabello—. Porque es que me gusta todo de ti, y quizás no nos conocemos lo suficiente, pero no soporto mas no tenerte, no soporto mas no poder besarte las veces que quiera. —Tocó mis labios con sus dedos—. O no poder sorprenderte con alguna cosa romántica... Quiero que mis sentimientos te pertenezcan, quiero pertenecer a ti a tus momentos, a tu aroma, a tus problemas, a tus cosquillas, quiero que seas mía Charlott y hacerte feliz... —Tomó aire—. ¿Quieres ser mi novia?
¡OH MY GOD! Este es el momento en el que deberían salir un montón de personas a decirme que le sonría a la cámara escondida, que todo fue una broma ¿cierto? ¿No? ¿Todo esta pasando de verdad? ¡oh Dios creo que colapso poco a poco!
—Chris... Yo... He... ¿Esto es en serio?
—Claro Charlott, ¿por qué no seria en serio? Me encantas, no puedo dejar de decirlo... ¿Por qué esperar mas si yo quiero estar contigo?
—Pero Christian, te recuerdo que tienes una ex... Una ex que no superas del todo...
—No Charlott. —Interrumpió —. Ya la superé, ya no quiero saber de ella, quiero saber solo de ti.
—¿Prometes no romperme el corazón?—Pregunté nerviosa.
—Lo prometo... ¿Tu prometes no romper el mio?
—Lo prometo...—Tomé aire—. Si quiero ser tu novia.
Y nos besamos, entrelazamos nuestros dedos, nos abrazamos nos volvimos a besar, hasta que todo se volvió algo intenso, es decir, todo se fue al demonio cuando comenzó a besar mi cuello, comencé a perder el control, yo quería parar, en ocasiones le decía a Chris que parara pero, ¿de verdad quería parar? No, no quería, quería perderme en él, quería sentirlo, quería tocarlo, quería todo de él ahora, en este momento, porque hay un refrán muy certero que dice que no se debe dejar para mañana lo que se pude hacer hoy, y en realidad que sabia yo del mañana o del futuro, si solo quería vivir este momento con Chris.
Subimos a mi habitación, menos mal y estaba arreglada, me recostó sobre mi cama y me quito con delicadeza mis pantuflas, dejo un camino de tiernos besos por mis piernas y luego empezó a besarme frenéticamente, como si su vida dependiera de eso, como si esto no se iba a volver a repetir, quito mi vestido lentamente mientras besaba cada parte de mi cuerpo que quedaba desnudo, sentí vergüenza, pero algo en su mirada me dijo que no me preocupara, que disfrutara esto... Y que si todo salia mal, y que si las cosas iban muy rápido y que si mañana no estábamos juntos, no importaba, porque nos deseábamos y esto lo queríamos desde hace mucho aunque quizás ninguno lo hubiese aceptado desde el principio, ¿y lo quería? Si, quería a Chris, es difícil de explicar pero definitivamente quiero a Chris, y no quería preocuparme por si esto era simple atracción en este momento, este momento debía ser especial.
Me desperté, cuando la luz del sol me quemaba los ojos, e inmediatamente sentí la pierna de Chris sobre mi cuerpo, si, habíamos hecho el amor, perdidos en nosotros, eso me hizo quererlo aún mas, tenia la boca entreabierta, su pelo estaba desordenado como posiblemente estaba el mio, y era de esperarse, mire el reloj eran las 8:00 Am, debía despertar a Chris, si Matt llegaba nos iba a fusilar, así que suavemente comencé a moverlo intentando que se despertara, pero no funcionó y mirándolo me puse a pensar, en lo estúpida que fui al irme a emborrachar y estar con hombres que ni se acuerdan de mi, cuando podía estar con alguien como Chris, y estar bien, y recordar, de repente me volví a sentir sucia y es que era difícil no sentirme así, traté de no llorar, de ser fuerte, pero las lágrimas brotaron sin control, quite la pierna de Christian de encima y salí corriendo al baño, me sentía mal, de nuevo, me bañé, lavé mis dientes y me puse ropa cómoda, Chris seguía durmiendo, yo lo observaba y ya mas calmada decidí despertarlo como fuera, Matt no podía verlo aquí.
—Buenos días Charlott. —Dijo bostezando y sonriendo—. ¿Cómo amaneces?
—Bien Chris... —Mentí —. ¿Y tu?
—Contento, muy contento.—Dijo sonriendo como tonto—. Esto no lo olvidaré.
—Me alegra... Oye Chris no quiero ser grosera pero debes irte ahora... Matt no debe tardar en llegar, y si nos encuentra así nos fusila, no quiero tener problemas con él. —Dije apenada.
Se sentó en la cama, y comenzó a vestirse.
—Oh, tranquila amor, tienes razón me iré rápido. —Dijo sonriendo.
A todo le sonreía.
Se vistió y lo acompañé a la puerta me hizo prometerle que saldríamos pronto y me dijo que me quería luego de darme muchos besos, pero ¿por qué tenia este mal presentimiento? ¿Por qué sentía que había algo mal? ¿Por qué me sentía tan mal?
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Una rosa con espinas
RomanceHay rosas increíblemente hermosas, tanto, que no podemos creer que lleguen a tener espinas, hay mujeres increíblemente hermosas, tanto, que no creemos que tengan errores, pero al querer la rosa, debes querer sus espinas, y al querer a la mujer debes...