Tina volvió a acercarse a mi, pero ella puso cierta barrera, era como si nos tratáramos como mejores amigas pero no nos conociéramos de nada, hablábamos, nos contábamos cosas, pero era como si algo no cuadrara bien, como si algo se hubiese roto sin tener remedio.
En la secundaria se comenzó a correr un rumor de que Brandom uno de los chicos mas adinerados haría una fiesta y nos invitaba a todos sin excepción, obvio que de una vez dije que no, porque no quería estar en un lugar donde hubiera alcohol y drogas, pero Tina me rogó tanto que no pude decirle que no, también invite a Carla y a Chris pero ninguno podía ir, Chris tenia que estudiar para un fuerte examen, y Carla no se animó, así que solo eramos Tina y yo en una fiesta de descontrol.
Comencé a vestirme y arreglarme, hoy seria la fiesta, Tina pasaría por mi luego, pero algo profundo y fuerte en mi interior me decía que no fuera, que me quedara allí en la comodidad de mi cama, pero estúpidamente pensé que esta era una manera de recuperar mi amistad con Tina.
Tina luego de unas horas llegó, se veía bastante bien, me saludó como siempre, eufórica y emocionada, viéndola así me di cuenta de que se veía diferente, ya no era tan aniñada, la felicidad no parecía llegarle a los ojos, tenía ojeras, que trataba de cubrir siempre con maquillaje, y el brillo inocente en sus ojos ya no estaba, definitivamente estaba muy distinta pero da igual ahora, ya no somos las mismas mejores amigas de antes, ella puso una pared gigante entre nosotras.
Luego de pensar que nuestra amistad estaba lejos de tener salvación, me arrepentí de haber aceptado ir y quise devolverme.
—Oye Tina creo que es mejor que me lleves a casa de nuevo...—Informé dudosa.
Tina tarareaba una canción.
—No seas agua fiestas Charlott, casi nunca hemos ido a fiestas juntas, la pasaremos bien ya veras...
Me quedé callada y seguimos hacia la fiesta de Brandom, y en la entrada estaba Noah esperando a Tina, debí suponer esto, debí suponer que yo quedaría sola mientras ella disfrutaba, pero la felicidad estuvo muy lejos de Tina cuando lo vio, me pareció demasiado raro, así que enroscó su brazo al mio y así íbamos caminando juntas, Noah la saludó con un beso y a mi me miró como si quisiera comerme, hace mucho que eso no pasaba, y me hacía sentir incomoda.
Entramos al desastre que esa casa era en ese momento, y la musica amenazaba con explotar mis tímpanos, no extrañaba nada de esto, definitivamente, Tina estaba rara, incomoda, nerviosa, no entendía porqué, todo en ella se mostraba raro, Noah la sacó a bailar mientras yo mensajeaba con Chris.
—¿Que haces amor?—Pregunté.
—Estudiando amor ¿y tu?
—Estoy aburrida, me hubiese gustado que estuvieras aquí.
—Lo se preciosa, pero te lo recompensare, diviertete.
—Esta bien amor, Tina esta bailando con Noah no sabes el fastidio que me da.
—Jaja tranquila amor, a mi tampoco me cae bien ese idiota.
—Bueno amor te dejo estudiar, te quiero mucho.
—Yo también te quiero mucho amor. Cuidate.
Luego de eso vi a Tina bailando con Noah, parecía molesta pero ya no era mi problema, luego de un rato Tina llego con dos bebidas una para mi y otra para ella.
—¿Y noah?—Pregunté.
—Esta por ahí... Dijo que iría a saludar a unos amigos.—Comentó algo triste.
—¿Oye ustedes estan bien?
—Si... —Dijo con pesar—. Estamos bien. Bebe un poco me dijeron que era una buena bebida.—Sonrió forzadamente.
Todo estaba muy raro, la actitud de Tina principalmente, tomé un gran sorbo tenia sed y luego de eso no supe que mas pasó.
Me levanté en una habitación que no era la mía, desnuda, sola, y con dolor en mi vagina, sentí que mi mundo se desplomaba de nuevo que mi burbuja volvía a explotar sin darme tiempo de nada mas que ser una basura.
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Una rosa con espinas
RomanceHay rosas increíblemente hermosas, tanto, que no podemos creer que lleguen a tener espinas, hay mujeres increíblemente hermosas, tanto, que no creemos que tengan errores, pero al querer la rosa, debes querer sus espinas, y al querer a la mujer debes...