Capítulo 1. Mis pertenencias.

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Preparo la mochila. Esta tienda de campaña ha sido mi hogar durante mucho tiempo, pero es demasiado grande y tengo que viajar ligera. Sólo lo básico: la Luger, la M16, la munición y mi fiel cuchillo Bowie son los primeros de la lista. Saco de dormir, botiquín de primeros auxilios, cinco botellas de agua, tres cajas de snacks de cecina Slim Jim y algunas latas de sardinas. Odiaba las sardinas antes de la Llegada. Ahora han empezado a gustarme de verdad. ¿Lo primero que busco cuando entro en una tienda de alimentación? Sardinas.

¿Libros? Pesan y ocupan mucho espacio, y la mochila ya está a reventar. Pero los libros me pueden. Igual que a mi padre. Después de que la tercera ola acabara con más de 3.500 millones de personas, llenó nuestra casa de montones de libros. Mientras los demás rebuscábamos agua potable y comida, y almacenábamos armas para la última batalla que estábamos seguros que se produciría, papá salía con la carretilla de mi hermano para traerse libros a casa.

Ni se inmutaba con las apabullantes cifras. El hecho de que hubiésemos pasado de siete mil millones de personas a un par de cientos de miles en cuestión de cuatro meses no minaba su confianza en que la raza humana sobreviviría.

-Hay que pensar en el futuro- insistía-.Cuando esto acabe tendremos que reconstruir casi todos los aspectos de la civilización.

Linterna solar.

Cepillo y pasta de dientes. Cuando llegue el momento, estoy decidida a morir con los dientes limpios. Qué menos.

Guantes. Dos pares de calcetines, ropa interior, caja tamaño de viaje de detergente Tide, desodorante y champú (moriré limpia, véase más arriba).

Tampones. Siempre estoy preocupada por mis reservas y por si seré capaz de encontrar más.

Mi bolsa de plástico repleta de fotos: papá; mamá; mi hermano pequeño, Sammy; mis abuelos; Lizbeth, mi mejor amiga; y una foto de Ben Parish, del que solía considerar el hombre más guapo del mundo (y sigo haciendo realmente). Ben Parish fue mi novio. Más concretamente fui mi primer y único novio. Yo había estado enamorada de Ben Parish desde... ¿Siempre? Sí, probablemente esa sea la fecha correcta. Aún sigo sin saber por qué se decidió a hablar a la solitaria Cassie en el porche de aquella aburrida fiesta. Actuó como actuaba Ben Parish frente a una chica como yo. Sin realmente mucho interés en mi, jugueteando con su móvil y riéndose cuando veía que me sonrojaba por sus palabras.

¿Qué cómo me enamoré de él si era tan cretino? Fácil. Era el maldito Ben Parish. Estaba enamorada de él mucho antes de ese momento.  Y aún mejor fue cuando Ben Parish, poco a poco, y casi sin enterarse, se enamoró de mí.

Sí. Para aquellos que hayan leído La quinta ola se preguntarán si estos no es algo prácticamente sacado del libro. La respuesta es sí.

Aquí en el primer capítulo quería explicar esto. Mi fanfic va a mantener la esencia del libro y para ello me apetece seguir un poco la linea de lo que sucede en el libro, pero cambiando escenas y el pasado. Lógicamente también el final no será lo mismo.

Esto lo escribo, por si a alguien le interesa, porque soy una maldita fan de Ben Parish y creo que se merece esto. En el libro Evan me parece que se le valora más y a mi pobre Ben no le vaticino un buen futuro en los libros... ¡Y por eso existen los fanfic! No, ya enserio, espero que os guste.

Según vaya releyendo el libro iré escribiendo los capítulos. Si alguien lee el fanfic pues continuaré haciendo los mismo con el segundo libro y con el tercero cuando salga.

Actualizaré probablemente una vez a la semana, así que estaros atentos :)

Ni un apocalipsis nos separará (Apocalipsis #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora