Ni un apocalipsis nos separará (Apocalipsis #1)

ESPECIAL. Capítulo 9. Sensaciones.

-No acepto un no por respuesta-me dice Lizbeth, como normalmente suele hacer. Solo que esta vez no estoy dispuesta a acabar cediendo.

-Hazlo por mí, Cassie. No conozco a prácticamente nadie de los que van a ir a esa fiesta-dice Eleanor.

La prima de Ben se ha convertido en la tercera de nuestro pequeño grupo. Al día siguiente de conocerla se la presenté a Lizbeth y la conexión fue instantánea, al igual que conmigo. Sabía que iba a ser una buena amiga. Además, teníamos bastantes cosas en común.

-Esta vez, no pienso ceder, Lizbeth-respondo mirando a la morena. Me giro y miro a la pelirroja.-Lizbeth estará allí, además de Dylan y Ben.

Rueda los ojos y resopla. Se "golpea" contra la mesa y toma mi mano, me mira y me pone cara de pena, como si eso pudiera convencerme.

-No me hagas esto, Lizbeth va a desaparecer junto a Ian. Y, respecto a Ben y Dylan, no quiero ni saber dónde desaparecen en las fiestas.

Eso era cierto. Lizbeth llevaba toda la semana pasando constantemente tiempo con Ian, incluso vienen al instituto en el coche de él y vuelven del mismo modo. Lo que me dejó sin vehículo hasta que Dylan se ofreció a hacer de chófer para mí, junto con su hermana, Eleanor. Pero lo de Lizbeth fue más allá del transporte. Ayer mismo incluso comió en la mesa habitual de los popular con Ian, donde también estaba Ben, por supuesto.

-Eleanor siento empezar nuestra amistad de este modo, pero no voy a ir a la fiesta de Ben.

-En cierto modo, también es mi fiesta, vivo allí, al igual que Dylan.

Que me estuviera negando a todo el tema de la fiesta tenía un motivo más allá de que no era una gran fan de ellas. El mayor motivo por el cual iba a pasar el viernes tranquilamente viendo una película junto a mis padres y mi hermano es que Ben, a pesar de la escena del coche cuando conocí a Eleanor, ha seguido con su misma actitud. Sí, a veces le veo mirarme cuando estamos comiendo o en clase de Matemáticas mientras sus amigos se ríen de mí. Pero no volvió a hablarme y eso me cabreó.

Quizás solo se estaba riendo de mí. Probablemente apostó con sus amigos que era capaz de hacerme sonrojarme más de diez veces en una sola hora. Esa apuesta seguramente la habría ganado. O quizás apostó que me besaría frente a la puerta de mi casa.

Lizbeth chasqueó los dedos frente a mí y me sacó de mis pensamientos.

-Tierra llamando a Cassie.

-Perdón, ¿qué decíais?

Cuando terminan las clases, salgo junto a Eleanor y esperamos junto al lujoso Audi de su hermano. Conversamos de las clases durante diez minutos y casi todo el mundo ya se ha ido de allí, pero Dylan sigue sin aparecer.

-¿Dónde se mete tu hermano después de clase?-Le pregunto, acalorada de estar esperando bajo el Sol.

-Ni idea. Le pregunté a Ben, por si le había contado, pero tampoco sabe nada.

-Te juro que si no viene en 5 minutos voy a romper la ventanilla de su precioso coche-bromeo y Eleanor se rie.

-Déjame que vaya a preguntar a aquellos chicos-señala a unos chicos de un curso inferior, del año de Dylan-, son sus amigos.

La veo caminar en dirección a los chicos y cojo mi móvil.

Una mano se posa en mi hombro y lanzo el móvil por los aires hasta que se estrella contra el suelo.

-¡Mierda!-Digo recogiendo el móvil. Compruebo que sigue funcionando y respiro cuando veo que se desbloquea.

-Te voy a tener que regalar un móvil nuevo.