ESPECIAL. Capítulo 35. Mi decimoséptimo cumpleaños. Parte II

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Me giro, sin creer realmente que sea él. Se suponía que no podía salir de allí sin excepciones.

Pero aquí está.

-¡Ben!-Chillo, lanzándome a sus brazos.

Y es en este momento, en el que mi decimoséptimo cumpleaños se vuelve realmente especial.

-¿Pensabas que me iba a perder tu cumpleaños?-Dice contra mi pelo.

Me aparto lo justo para que nuestros alientos se entremezclen y no tardamos ni un segundo en acortar la distancia. Ha sido demasiado tiempo sin sus besos.

Sus brazos rodean mi cintura, haciendo que me eleve unos centímetros del suelo, mientras mis brazos rodean su cuello con firmeza, dejando a mis manos vagar libremente por su cabello. Mientras, nuestras lenguas se mueven en perfecta sincronía.

Un carraspeó nos saca de nuestra burbuja. Me separo lo mínimo, temiendo que si le suelto se vaya corriendo de mi lado.

Mi padre nos mira de manera reprobatoria, mientras nuestras madres nos observan desde la cocina con dos enormes sonrisas en sus labios.

-Ben, Cassie... No pongáis mi paciencia a prueba-dice mi padre, medio en tono de broma, medio en serio.

Todos nuestros amigos aparecen del porche, incluido Ian, que se acerca a felicitarme y darme un abrazo.

-Siento que hayamos llegado tarde-se disculpa Ian, rascándose la cabeza.

Miro confusa a Ben y él niega con la cabeza y dirige su mirada hacia su madre en la cocina.

-¿Puedo ir a hablar con Cassie antes de que empecemos a cenar?

Su madre asiente con la misma sonrisa que tenía antes.

Ben mantiene su mano en mi cintura, al igual que yo, y nos dirige hacia una de las habitaciones más alejadas de toda la casa ante la atenta mirada de mi furioso padre.

Cuando llegamos a la habitación, cierra la puerta a nuestras espaldas y al segundo de después ya me está tomando por el culo, elevándome, haciendo que mis piernas se enreden alrededor de su cuerpo por instinto.

Mantiene sus manos en mi culo, sosteniéndome mientras me sonríe sin parar.

-Echaba tanto de menos esto-dice en un susurro.

-¿Mi culo?

Echa una mirada como puede a mi trasero y se encoge de hombros.

-Me encanta el conjunto.

Mis ojos caen de inmediato en sus labios. En cómo su labio inferior está entre sus dientes. ¿Cómo he podido pasar tanto tiempo sin besarle?

Decir que nos besamos, sería mentir. Nos devoramos. Con ganas del otro.

No me doy cuenta de que nos hemos movido hasta que Ben me deja delicadamente encima de la cama y se saca la camiseta en un rápido movimiento.

Mis manos vuelan a sus abdominales.

-Has trabajado mucho estos-digo, incorporándome y dejando pequeños besos por todo su vientre.

Sus manos juguetean con el dobladillo de mi camiseta hasta que llevo mis manos hacia las suyas y le ayudo a sacarla. Nos recostamos en la cama y sus labios están por todo mi cuello, deteniéndose en ese sitio que sabe que adoro.

-Cassie...-jadea.

Creo que se me escapa un gemido al escucharle pronunciar mi nombre de ese modo.

Ni un apocalipsis nos separará (Apocalipsis #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora