-Estás espectacular-me dice Eleanor, mientras pasa por su cabeza un vestido de lo más veraniego.
Todas las chicas estábamos en el cuarto que compartíamos Ben y yo para arreglarnos para ir a la playa a descansar un poco, tomar el sol y bañarnos. Lo típico de un día de playa. Incluso Tiffany que había estado un poco más callada durante el desayuno, estaba con nosotras y parecía pasarlo bien.
-Es sólo un bikini y una camiseta-dije, restándole importancia.
Cogí mi móvil y una toalla y bajé al salón mientras las chicas acababan de vestirse para ir a la playa. Era totalmente innecesario, ya que teníamos la playa a plena vista desde la casa.
-Por fin-exclamó Ian al verme bajar. Pero cuando vio que iba sola volvió a tirarse en el sofá. -¿De verdad tardáis tanto para poneros un bikini? No quiero saber cuánto tardaréis para arreglaros para una fiesta.
De repente sentí unos brazos rodeando mi cintura, apretándome contra su pecho.
-Estás preciosa-dijo, dejando un beso en mi cuello. -¿Te apetece que nos adelantemos a los chicos?-Asentí y sin que me soltara nos fuimos caminando así agarrados hasta la playa.
Intentar bajar los escalones hasta la playa fue todo un desafío. Ben casi no podía caminar bien y yo no paraba de reír, complicándole la tarea. Maldijo por lo bajo, me soltó y de repente sentí como mis pies se despegaban del suelo. Me había cogido al estilo nupcial y corría hacia el agua como si no me llevara en brazos.
-¡Estoy vestida, Ben!-Grité y muchas personas que ya estaban allí se giraron a mirarnos.
Cuando me di cuenta que no tenía ninguna intención de pararse, solté mi móvil y toalla en la arena y, como pude, todavía en sus brazos, me quité la camiseta y la lancé lo más lejos posible del agua.
Las olas rompiendo en la orilla salpicaban y casi podía tocar el agua con mis pies. Pude notar que el agua estaba helada, pero Ben no parecía mostrar ningún indicio de ello. Sin verlo venir, se lanzó debajo del agua, arrastrándome con él.
Por fin me soltó, ya debajo del agua, y salí rápidamente a la superficie para tomar aire.
Tosí un poco para escupir el agua que había tragado. Ben salió a la superficie junto a mí y me miró preocupado.
-¿Estás bien?-Preguntó. Asentí y me lancé contra él, arrastrándole al fondo del mar.
Así estuvimos al menos diez minutos. Ya cansada de ir de un lado a otro del mar, me rendí. Ben se acercó a mí y, sin que él se lo esperara, me acerqué yo y enredé mis piernas alrededor de su cintura. Le abracé, pasando mis manos por su espalda.
-Gracias por este viaje-dije y le besé.
Esta vez no fue él quien aceleró la situación. Fui yo. Ahí, en el mar, tan cerca de él, tenía ganas de algo más. Y estoy segura que él lo sabía. Mis manos estaban por todas partes en él.
Por suerte, nos habíamos adentrado lo suficiente en el mar para que nadie notara nuestra escena.
Al menos eso quería pensar.
Sin embargo, cuando la temperatura estaba subiendo demasiado y ninguno de los dos sabía donde más poner las manos, escuchamos unos gritos de nuestros amigos desde la orilla. También escuché alguna que otra risa.
Terminé por ser yo la que se separó. A Ben no le importaban este tipo de situaciones, pero yo estaba segura que ya estaría ruborizada a más no poder.
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Ni un apocalipsis nos separará (Apocalipsis #1)
أدب الهواة-¿Sabes? Había pensado que aún no me apetece volver a mi casa. Me acerco un poco más a él y noto como toma una respiración profunda. Me encanta ver que le he puesto nervioso. Me acerco un poco más y atrapa su labio inferior con los dientes, mirando...