El día de la de la graduación.
Cuando volvimos a nuestro barracón, nuestros nuevos uniformes estaban planchados encima de nuestros catres junto con una de esas cintas para la cabeza equipada con el último avance tecnológico de detección de alienígenas. Básicamente, si la luz emitía un brillo verde, no está limpio.
Todos están como niños, gritando y saltando de catre en catre. Menos Hacha, que se dirige a las duchas, invitándome a unirme a ella, pero me fijo en algo y rechazo su propuesta. Se acerca y me da un rápido beso antes de irse.
Me visto rápidamente, poniéndome el nuevo uniforme y tirando sin ningún cuidado el viejo mono azul.
Sam está sentado en su catre. Todavía con el viejo uniforme azul. Está de brazos cruzados y le sobresale el labio inferior en un mohín. Me siento a su lado y le doy unas palmaditas en la espalda. Levanta la mirada y por primera vez en semanas me sonríe, pero es una sonrisa triste.
-Lo hemos conseguido.
-No, tú lo has conseguido. Yo tendré que seguir llevando este mono azul por dos años más. Mientras tú irás allí fuera a luchar y un día sólo no volverás.
Vaya.
Parece que Sam ha pillado la mecánica de este nuevo mundo. Un día estás aquí. Al día siguiente, los Otros te eliminan.
-Sammy, te prometo que no te abandonaré aquí. Te lo prometo-digo mirando a esos pequeños ojos, que son casi tan parecidos a los de su hermana.
Entonces, empieza a golpearme. Me golpea con todas sus fuerzas. Una y otra vez. No es que me llegue a hacer daño, pero le tomo por las muñecas para frenarle.
-¡Eres un mentiroso! También prometiste a Cassie que no la dejarías.
Tiene razón. Le prometí tantas veces a Cassie que no me apartaría de ella. Le prometí que la amaría hasta el fin de mis días.
Pero ella también me prometió que no rompería mi corazón.
-Sam, tienes que tranquilizarte-susurro y le doy algo de tiempo para que respire tranquilamente.- Cuando seas mayor entenderás por qué tu hermana y yo nos alejamos durante un tiempo.
-Ella estuvo llorando durante semanas-dice, sin querer hacerme daño con ese comentario, pero lo hace de todas formas.
-Eso es el pasado, Sam. Ahora, te pido que confíes en mí. Saldré ahí fuera, encontraré a Cassie y volveremos a por ti. No te dejaré sólo aquí.
Se lanza contra mí de nuevo, sólo que esta vez no para pegarme. Me envuelve con sus pequeños bracitos y le sostengo contra mí durante un rato.
Veo a Hacha salir del baño. Sus ojos se encuentran con los míos y me sonríe mientras que se coloca su nueva gorra.
La puerta se abre de golpe y todos nos colocamos frente a nuestros catres para la última inspección. Reznik logra encontrar al menos una imperfección en cada uno de nosotros, aunque sea de lo más insignificante.
Antes de irse, Reznik me ordena que dé un paso al frente. Me pide que le acompañe.
Justo cuando estoy a punto de salir, echo la mirada atrás y veo a Hacha sonriéndome, para después acercarse a Tacita y cogerla en volandas mientras no paran de reír.
Troto para ponerme al nivel de Reznik y camino dos pasos por detrás de él. Hacemos un largo recorrido. Un edificio prácticamente aislado. Controles de seguridad. Detectores de metales. Y muchos soldados. Reznik no me lo ha dicho, pero tengo una idea muy clara de a dónde nos dirigimos.
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Ni un apocalipsis nos separará (Apocalipsis #1)
Fanfiction-¿Sabes? Había pensado que aún no me apetece volver a mi casa. Me acerco un poco más a él y noto como toma una respiración profunda. Me encanta ver que le he puesto nervioso. Me acerco un poco más y atrapa su labio inferior con los dientes, mirando...