— Necesito relajarme un poco... — Cogió mis mejillas con ambas manos y las acarició con los pulgares, luego llevó mis manos a sus muslos y se acarició con ellas. — No pares.
Obedecí y él comenzó a quitar mi chaqueta, la dejó a un lado del sofá y desabotonó algunos botones de mi camisa, la abrió para descubrir mi cuello y cuando iba a acercarse para besarlo se detuvo en seco.
— ¿Qué es esto? — Señaló con un dedo en varios lugares de mi cuello. Yo lo miré interrogativo.
— ¿A qué se refiere? — De pronto tiró de los extremos del cuello de mi camisa con fuerza, rompiendo casi todos los botones de ella y dejando todo mi cuello y gran parte de mi pecho al descubierto.
— ¡¡Esto!! — Me cogió de los hombros con rudeza y me llevó hasta un gran espejo que había en el despacho. Me dejó frente a él y pude ver marcas rojizas en todo mi cuello. "Mierda, ¿Jimin me dejó esas marcas anoche?". — ¡¿Quién te ha tocado?! — Me giró quedando frente a él.
— N-no lo s-se, juro q-que no s... — El agarre en mi cuello impidió que las palabras salieran. Aumentó la fuerza ejercida en mi cuello y me estaba empezando a costar respirar.
— Maldito seas, te dije que nadie podía tocarte a parte de mí. — Puse mis manos en sus muñecas para intentar apartarlas. — Me desobedeciste...
Me empujó con fuerza contra el espejo, rompiéndolo en mil pedazos y un fuerte pitido inundó mi cabeza. Volvió a golpearme contra el ya destrozado espejo y así varias veces más hasta que un hilo de sangre recorrió toda mi cara proveniente de mi cabeza. Solté un quejido de dolor y me soltó, dejándome caer al suelo, pero no se detuvo ahí, dio varias patadas en mi abdomen y costado, y cuando vio que ya apenas me movía se detuvo.
Se acomodó su ropa y corbata, se agachó cerca mío y levantó mi mentón.
— Mira lo que me haces hacer... Te he advertido muchas veces que si me obedeces y te portas bien no tengo por que castigarte, pero tú te empeñas siempre en llevarme la contraria. — Acarició mi pelo. — No vuelvas a hacerlo. — Y me dio un tirón de pelo, volviendo a caer mi cabeza contra el suelo.
Fue hasta su mesa y avisó a su secretario personal para que viniera. Después de algunos minutos llamaron a la puerta y apareció aquel hombre alto con chaqueta.
— Límpialo y llévatelo de mi vista. — El hombre hizo una reverencia y cogió mi cuerpo apoyando todo el peso en su hombro.
Me llevó hasta un baño cerca de allí, me bajó y me puso en la encimera del lavabo. Sacó un pañuelo de su bolsillo y lo mojó en agua.
— Puedo hacerlo yo. — Fue lo único que pude articular mientras le arrebataba el pañuelo y me limpiaba la sangre con él.
— Si le hicieras caso no tendrías que acabar la mayor parte del tiempo así... — Me dijo y yo le miré de reojo.
— Preocúpate de tus asuntos y déjame en paz.
— Tengo hijos y no quisiera ver a uno de ellos así.
— ¿Y harás algo? — Permaneció callado. "Claro, ¿qué iba a hacer? Le costaría el empleo". — Preocúpate de tus hijos y el hecho de que todos los meses puedan comer.
No hablamos más, cuando terminé de limpiarme me llevó hasta mi "escuela", a la que debía asistir. Le agradecí que me trajera y se marchó.
"Genial, ahora debo ir hasta la escuela en este estado... y con la camisa rota"
Cogí un par de autobuses, en el camino varias personas no me quitaban el ojo, al parecer llamé mucho la atención, pero nadie se digno a preguntarme, simplemente me miraban callados. Al fin llegué y rápidamente sin que nadie me viera fui hasta mi nueva habitación.
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Tomorrow [JiKook] [BTS]
Fanfiction❝Jeon JungKook siempre ha sido un chico que ha estado viviendo en una especia de cárcel, donde ha guardado un oscuro secreto casi toda su vida y obedecido cada regla que se le han impuesto, pero un día decide romper con ellas y salir en busca de su...