Capítulo 23

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La última vez que estuve aquí no llegué a ver el lugar por dentro, sólo desde fuera. El restaurante era inmenso, se notaba que ganaba bastante aprovechándose de personas como TaeHyung. Mi novio nos mostró el camino, cruzando por el restaurante y llegando a unas escaleras que había al fondo de un pequeño pasillo. Subimos, llamó a la puerta y una voz ronca nos dio permiso para pasar.

— Creo que debería entrar yo primero. — Nos dijo Tae, algo nervioso y asustado.

— Ni hablar. No pienso dejarte ni un solo segundo con ese tío. — Dije, abriendo yo mismo la puerta.

Al entrar el hombre se quedó un poco desconcertado al vernos a Jimin y a mí cruzar el umbral, pero su desconcierto fue mayor al ver también a TaeHyung.

— TaeHyung. — Lo miró, levantándose de su silla. — ¿Ocurre algo?

— Ah... bueno, verá... quería hablar con usted... sobre...

Eché a un lado a Tae y tiré el sobre en su mesa con bastante desprecio. — Ahí tiene todo el dinero que TaeHyung debe. — El hombre miró su mesa, donde cayó aquel sobre que se había abierto; dejando ver algunos billetes.

— TaeHyung, ¿qué significa esto? — Me ignoró, volviendo a centrarse en mi chico.

— Es el dinero que pagó por mi casa. — Le respondió.

— ¿Quieres dejar... esto? — Levantó sus brazos, mirando a su alrededor. TaeHyung asintió. — ¿Es qué acaso ya no recuerdas lo que hice por ti?

— Aprovecharse de un inocente necesitado y desesperado. — Respondí esta vez yo. — Coja su dinero, dele la escritura de la casa y olvídese de él.

— No puedo hacer eso. Tengo tres clientes muy importantes que dependen de él. — El japonés comenzó a elevar la voz.

— Búsquese a otro. — Cogí la mano de Tae, agarrándola con fuerza. — Él ya no volverá.

— ¡¡No voy a dejar que tres niñatos como vosotros me jodais!!, ¡Os voy a sacar de aquí a patadas si hace falta! — Gritó aún más. — ¡Y tú, hoy tienes trabajo! — Señaló a Tae con el dedo.

El hombre malhumorado se acercó a su mesa, descolgando un teléfono y tecleando un botón. Justo cuando iba a llevárselo a la oreja, Jimin que había permanecido callado todo el tiempo hizo acto de presencia. Tan rápido cogió un bolígrafo que había encima de la mesa, se echó encima del hombre, empujándolo contra la pared y apuntado el objeto a su cuello.

— Igual el niñato si que te va a joder como no les des lo que te piden. — La voz de Jimin dejó callado al hombre, que tenía cara de espanto, y un par de gotas de sudor bajaban por su frente.

— Jimin, suéltalo. — Le dije pero sin acercarme, era mejor así. — ¡Jimin!

Tae me miraba asustado, temiendo que a nuestro amigo se le fuera la pinza e hiciera una tontería. Solté la mano de TaeHyung y la posé en el hombro del pelinaranja. Éste retiró el bolígrafo y lo tiró al suelo, se alejó unos cuantos pasos y el japonés, que se llevó las manos a su cuello, comenzó a recuperarse del susto.

— Por favor, deme lo que le pido y le dejaremos en paz. — Tae intentaba sonar lo más calmado posible.

Su jefe volvió a colgar el teléfono que había dejado caer después de que Jimin se le echara al cuello. Abrió un cajón y sacó una carpeta amarilla llena de papeles. Estuvo un rato ojeándolos con sus manos temblorosas, hasta sacar el que buscaba.

Metió una de sus manos en la chaqueta y sacó un móvil, Jimin dio un paso hacia él y el hombre se asustó de nuevo, dejando casi caer el móvil de sus manos. — S-sólo voy a llamar a un notario. — Agarré la camiseta de Jimin y tiré de él para que retrocediera. Gracias a Jimin el tipo estaba siendo muy obediente, pero no iba a negar que llegó a asustarme el verlo apuntando a su cuello con la punta del bolígrafo.

Tomorrow [JiKook] [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora