CAPÍTULO ESPECIAL 3: KIM SEOKJIN
Trabajador, luchador, cariñoso, bondadoso, optimista, humilde... así era mi papá, mi ejemplo a seguir. Cada noche a la misma hora corría hasta la entrada de mi casa para recibir a mi papá, quién me cogía en brazos y me lanzaba al aire para darme luego un fuerte abrazo, frotando nuestras narices.
— ¿Cómo está mi príncipe? — Mostré un ancha sonrisa y me señalé con el dedo.
Así me llamaba, su príncipe. Decía que no existía un niño más guapo que yo y que era la viva imagen de mi mamá, a la que también había puesto un apodo; su reina. Siempre me sentaba junto a él, pasándole lo que me pidiera de la mesa. Quizás a cualquier niño eso le resultaría fastidioso, pero a mí me encantaba, sabía todo lo que trabajaba y lo cansado que llegaba, no era menos para mí que darle cuanto me pidiese.
— ¿Hoy me trajiste algo? — Pregunté balanceando mi cuerpo de adelante hacia atrás.
— Sí. — Se puso de rodillas y sacó de su maletín un estuche de lápices de colores. — A algún alumno se le perdería, pero no lo han reclamado así que te lo traje. — Abrí mi boca asombrado, sí sólo eran lápices de colores, pero había muchos y de todos los colores. Colores que nunca había visto. — ¿Te gusta?
— ¡Sí! — Grité. — ¿Puedo usarlos?
— Mañana, ya es tarde. — Me cogió a caballito y me llevó hasta mi cama. — Buenas noches.
[...]
Tenía 8 años cuando mi mamá había decidido no querer más a papá. Nunca lo entendí, ¿por qué no lo quería?, era el mejor papá del mundo. Dejé de hablar con ella, ya no quería saber nada, por mucho que me hablara y me explicase su por qué. Me enfadé, pensé que si lo hacía volvería a querer a papá y se diera cuenta de lo equivocada que estaba. No sirvió, incluso me presentó a un señor que me cayó muy mal, agarraba a mamá por la cintura como lo hacía antes papá.
En el colegio tenía compañeros que sus padres estaban separados. Divorcio. Esa era una palabra que pensé que nunca llegaría a las paredes de mi casa, pero llegó y mi papá lo pasó muy mal. Por las noches lo oía llorar e incluso yo lloraba con él.
Un mes después mi mamá me preguntó si quería irme con ella, a lo que me negué rotundamente. Mi hermano hizo lo mismo, estaba tan enfadado como yo.
Dos años más tarde.
Dos años habían pasado y mi padre seguía llorando por las noches, como si nadie le escuchara, pero la pared de mi habitación daba a la suya y lo podía oír perfectamente. Muchas veces quise ir y consolarlo pero con el tiempo empecé a entender que era mejor dejarlo solo y que se desahogara.
— Papá, hoy me gustaría invitar a unos amigos a casa, ¿pueden venir? — Pregunté mientras comía una tostada con mermelada de fresa.
— Ni hablar. — Respondió seco, sin apartar la mirada de su periódico.
— ¿Por qué no?
— No quiero aguantar a más niños aquí. — ¿Aguantar?, mi padre se había vuelto algo frío a como era antes y a veces soltaba frases que me dolían.
"Sólo está triste, debo comprenderlo"
Por otra parte mi hermano también se había distanciado de mí, no es que siempre hayamos sido muy unidos pero nos teníamos cariño. En fin, somos hermanos.
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Tomorrow [JiKook] [BTS]
Fanfiction❝Jeon JungKook siempre ha sido un chico que ha estado viviendo en una especia de cárcel, donde ha guardado un oscuro secreto casi toda su vida y obedecido cada regla que se le han impuesto, pero un día decide romper con ellas y salir en busca de su...