Tomorrow [JiKook] [BTS]

Capítulo 19

Apenas habíamos llegado a la puerta y ya estaba devorando mis labios, su lengua recorriendo cada rincón de mi boca y a mí costándome seguirle el ritmo. Jimin era tan bruto y efusivo que ni se daba cuenta, sólo seguía dejándose llevar. Mordí uno de sus labios sin querer cuando hizo chocar mi espalda con la puerta, pero ni por esas se detuvo, es más, ni se inmutó por la mordida.

"Bestia"

Abrió la puerta con torpeza, pues le costó lo suyo abrirla, estaba demasiado ocupado con mis labios como para dedicarle unos míseros segundos al pomo. Una vez dentro, cerró la puerta de una patada y cogió mis piernas en peso, por inercia las enrosqué en su cintura, dejándome sentado en uno de los escritorios.

Se separó sin apartar esa mirada tan pícara que llevaba desde que nos cogimos de la mano. Comenzó a aflojar su corbata, pero agarré el extremo atrayéndolo de nuevo y quitándosela yo mismo.

Volvió dos pasos atrás llevando sus manos a los botones de la camisa, desabotonándolos uno a uno sin apartar su mirada de mí, como si me dedicara un streptease que provocaba en mí miles de sensaciones excitantes. No pude evitar hacer lo mismo, desesperado por tenerlo cerca y que me tocara. Vi como mordía su labio a la vez que tiraba su camisa al suelo, volviendo a posicionarse entre mis piernas.

"¿Se puede ser más sexy?" "No lo creo"

— Ven aquí. — Me dijo, terminando de quitar mi camisa, posando esos carnosos labios ahora en mi cuello, lamiéndolo y dejando besos que subieron hasta el lóbulo de mi oreja para morderlo, provocándome un fuerte suspiro.

Me quedé tan paralizado y sosegado que ni me di cuenta que había parado, quedando su rostro cerca al mío, viendo cada detalle de mis gestos.

— Hazlo tú. — Casi susurró, pero no entendí a que se refirió.

— ¿Qué?

— Bésame, muérdeme, chúpame, lo que quieras. — Me quedé atónito ante su petición con un rubor bastante notable en mis mejillas.

— P-pero, así... tan de repente... — Sonrió, se notaba que estaba disfrutando de la situación que había comenzado.

— Sólo déjate llevar. — Cogió mi rostro y lo acercó a su cuello. — Me muero por sentir tus labios en mi piel. — Susurró en mi oído provocando un escalofrío por mi nuca.

Era de esas personas que cuando les pides hacer algo no lo hacen, primeramente porque me sentía cohibido y sabía que la persona está más pendiente de como lo harás, pero no quería decepcionar a Jimin. Además, incluso yo me moría por hacerle miles de cosas a su cuerpo, pero nunca me sentía seguro de hacerlo, es más, ni sabía si lo haría bien.

Posé mi mano en su cuello, acariciándolo suavemente mientras acercaba mis labios a su piel, posando un simple beso que luego se convirtió en uno más húmedo. Mordí en varias zonas, sintiéndome satisfecho por sacar algunos gemidos de mi mayor. Bajé a su clavícula, pasando mi lengua por ella.

— Uff, Kookie, sigue así. — Rodeó mi cintura con sus manos, acercándome más a él.

Marqué un camino de besos hasta uno de sus pezones, el cual mordí y lamí, provocándole más excitación. Metí mi diestra bajo su bóxer, ansioso de tocar su miembro, lo rodeé con mi mano y di caricias que estaban volviendo loco al pelinaranja, quien terminó por agarrar mi cabello con fuerza.

— ¿Lo hago bien? — Pregunté separando mis labios de su pezón por unos simples segundos.

— No sabes cuanto. — Aumenté el ritmo de mi mano, pero me detuve en cuanto sentí un tirón de pelo hacia atrás.