Capítulo 62

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— Quiero contarte algo. — Elevé mi cabeza para poder verlo, y vi su rostro algo serio.

"¿Por qué tan serio?"

— Sobre qué. — Me coloqué boca abajo y posé mi barbilla en su pecho.

— Sobre mi pasado. — Mi boca se abrió inconscientemente, me había sorprendido, sentía que el día que lo hiciera quedaba tan lejos que me cogió completamente desprevenido.

— Te... te escucho. — Miró al techo, suspiró, luego a mí, suspiró de nuevo, después giró su cabeza y una vez más suspiró. — Jimin, ¿te encuentras bien?

— No, me falta el aire. — Me apartó delicadamente, cogió sus bóxer del suelo y se los puso.

— No tienes que hacerlo si no quieres, recuerda que te dije que esperaría hasta que te sintieras cómodo para contármelo.

— JungKook, es imposible que me sienta cómodo contártelo.

— Tú entiendes lo que quiero decir. — Me senté con las piernas flexionadas y agarré la sábana para taparme un poco. — Ya dije que no te obligaría.

— Lo haré porque quiero hacerlo. — Besó mi frente y sonrió apenas unos segundos, pues cuando se veía que iba a comenzar a hablar aquella adorable sonrisa desapareció.

— Te escucho.

— Supongo que quieres saber por qué acabé realizando esa clase de trabajos. — Asentí. — Lo hice porque era la vía más rápida para conseguir dinero, además con mi edad no podía trabajar. Te preguntarás para qué necesitaba el dinero..., muy sencillo, para mi madre. — Hizo una leve pausa. — Estaba muy enferma, necesitaba tratamientos muy caros y nuestra situación económica era pésima. Con el dinero que ganaba mi padre no daba para los tratamientos y alimentarnos, sin contar que había que pagar la casa y los gastos. Es por eso que...

— Acabaste realizando esos trabajos.

— Sí. Conocí a Zico en mi escuela, cursaba su último curso y fue él quién me ofreció una solución. Al principio no estaba muy convencido, olía muy mal, ganar dinero fácilmente nunca fue de buen ver, es evidente que algo había detrás. Fue cuando realicé mi primer trabajo que me di cuenta donde me había metido, lo peor, que ya no había forma de salir. Me dieron una gran cantidad de dinero con el cual pude pagar los primeros tratamientos de mi madre, pagar los retrasos de la casa y poder comer.

— Lo hiciste por tu madre... y tu familia.

— Sí, JungKook, pero no estuvo bien, jamás debí haber aceptado. Y más sabiendo como acabarían las cosas..., ya no sólo por mí, sino por mi madre. Ella... nos dejó, los médicos nos advirtieron, pero nunca los creí, me negaba a aceptar la realidad.

— Lo intentaste. — Extendí mi mano para alcanzar la suya, pero la apartó, girando su cuerpo y saliendo al balcón.

Dejé caer mi mano rechazada y suspiré. Podía entenderlo, su dolor, el riesgo que tomó, como debe de sentirse por dentro, el haber luchado tanto por salvar la vida de su madre para luego dejarlo con un inmenso vacío en el pecho. Y por si fuera poco tuvo que seguir pagando, aún habiendo perdido desde un principio.

Cogí mi ropa interior y me la puse, me levanté y con la misma sábana que me tapaba la eché sobre mis hombros y seguí sus pasos. Estaba apoyado con sus brazos en la baranda, mirando al frente. Me acerqué por detrás y lo abracé, envolviéndonos a ambos con la sábana. Dejé descansar mi rostro en su hombro e intenté mirar su perfil desde mi posición.

— Vas a congelarte.

— Estoy bien. — Acarició mi cabeza y la devolvió a la baranda.

— Jimin. — Lo llamé casi en un susurro. — Estoy seguro que desde donde esté tu madre, se sentirá muy orgullosa de su hijo. Nunca la abandonaste y creíste en ella, por eso sé que estaría orgullosa de ti.

Tomorrow [JiKook] [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora