14 horas antes
Incluso profundamente dormido, las pesadillas continuaban. Él podía ver como todo se salía de control. Los cuerpos de sus hermanos estaban allí, tirados en el suelo, su energía masacrada y absorbida por Absoluto. Ingenuo, ¡había sido un estúpido y un ingenuo confiando en él! ¿Cómo había podido? ¡Él era el Rey! ¡Se suponía que sus decisiones eran para ayudar a sus hermanos! Sin embargo no había conseguido nada de eso. Se había dejado manipular y eso le había costado más caro de lo que se podía permitir. Vio a Víe llorando y como Absoluto se acercaba a ella, pero Telequinesis y Claridad se interpusieron...
-No lo permitiré-Claridad habló en silabas y tocó el pecho de Absoluto-¡Esto se termina ahora!
Y de hecho, en ese momento se terminó todo, Teo logró hacerse con el control del sofá y pateó a Kris hasta hacerle caer. Kris se sacudió la cabeza. La caída le había dolido pero al menos había sacado algo bueno de ello: había despertado de la pesadilla. Todos los estúpidos recuerdos de lo que había sucedido realmente le habían golpeado. ¡Louis había mentido! Él lo había sabido desde que los recuerdos habían comenzado a aparecer, ¡pero nunca había imaginado la magnitud del problema! ¡Ellos ni se suponía que se encontrasen! ¿Entonces por qué Louis les había insistido tanto en hallarse?
Louis siempre sabía más de lo que decía...o más bien, más de lo que le importaba o quería decir. Desde el inicio había sido así: era un destructivo juego del gato y el ratón. Y lo más gracioso era que aunque Kris se sentía gato, con Louis, siempre fue un ratón.
Desechó la idea de volver a dormir, Teo se había robado completamente el sofá. Se encogió de hombros, dudaba mucho lograr conciliar el sueño de cualquier forma. Comenzó a caminar por la casa. Todos se veían tan calmados mientras dormían que dolía. ¿Debería decirles la verdad? Miró el rostro del ángel durmiente y se le heló la sangre...
<<No>>se dijo<<Esto va a quedarse conmigo y con Louis, nadie más tiene que saberlo>>
Kris subió las escaleras. Lo que daría por encontrar la paz, la libertad. Pero nunca lo conseguiría, sus demonios le perseguirían hasta el día en que pereciera...si es que lo hacía... Suspiró con desgano, eso sin duda no era su estilo. Caminó en silencio, sus pasos hacían eco y se sentía como un estúpido con cada paso que daba.
¿Qué estaba haciendo?
¿Qué estaban haciendo?
¿Cómo se suponía que defendería a tantas personas si ni siquiera podía defenderse a sí mismo? ¿A quién podía preguntarle? ¡No había nadie! ¡Nadie a quien consultar! ¡Nadie a quien culpar! ¡Nadie a quien soltarle la carga!
<< Mierda. ¡Mierda! ¡MIERDA!>>pensó enfadado y comenzó a golpear una pared hasta que sintió que el concreto cedía, se detuvo, no quería arruinar otra cosa.
Inevitablemente, sus ojos comenzaron a aguarse. Las lágrimas se acumulaban en sus párpados. Se sentía incapaz. ¿Podría siquiera protegerlos? Sus rodillas cayeron al suelo y lloró. Quería a su madre, quería apoyo...ser capaz de recuperar la confianza que una vez tuvo en sí mismo. Había sido un Rey, ¡por el amor de Dios! ¿Qué hacía llorando en el suelo como un plebeyo? Pero él tenía derecho, él ahora era un ser humano, ¡podía decidir! Una pelea estalló dentro de su cabeza, se hizo un ovillo, escuchaba voces hablándole al mismo tiempo, veía rostros, cosas que debía él dibujar, cosas que quería olvidar.
Sintió una mano posarse sobre su hombro.
-¿Estás bien?-preguntó una voz.
Los ojos de Kris se quedaron mirando asustados los hermosos ojos verdes que se posaban en los suyos. Ella se veía tan pequeña e indefensa, las pecas le surcaban el rostro y parecía un ángel. Sus delicados dedos estaban en el duro hombro de Kris y el tiempo parecía no detenerse. Él se sintió libre por un momento, lo cual no tenía mucho sentido.
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[ 12 ]
FanfictionKai Kimberly siempre había sido un chico extraño. A los diez años descubrió que podía saltar a diferentes lugares del mismo planeta y de otras dimensiones. Siete años después, accidentalmente, un día enviará a Molly, una amiga de su hermana al mund...