En la esquizofrenia tipo paranoide predominaban entre sus síntomas los sentimientos de persecución, delirios de grandeza y las terribles alucinaciones auditivas. Dentro de esta esquizofrenia paranoide se encontraba un subgrupo al que, al igual que la enfermedad en general, se le denominaba paranoide, que provoca delirios con percepciones y creencias falsas que podían ser tanto verdaderas o algo indeterminado que la mente producía. La manía persecutoria se mantenía presente todo el tiempo, acechando en la oscuridad. Voces, persecución.
Pero Söhan no estaba loco.
Teo acababa de irse. Estaba solo con Kai. Podrían morir y eso ni siquiera parecía ser importante. ¡Él no estaba malditamente loco!
Söhan no estaba delirante. ¡Ni esquizofrénico! Las voces que escuchaba no significaban nada. ¡Nada! Las imágenes que se reproducían a veces en su cabeza tampoco eran importantes, solo alucinaciones del cansancio, un mezquino juego de su mente para hacerle creer que había algo malo en él. ¡Pero no lo había! ¡Él no era un mentiroso! ¡Él no era falso! ¡Siempre había dicho la verdad, siempre había hecho lo que la gente le pedía! ¿Por qué nunca daba resultado? ¿Por qué siempre le sucedía lo mismo? Era sincero y le castigaban. Mentía y podía ser libre. ¿No debía seguir mintiendo entonces? Al mundo, a Louis, a los demás, a sí mismo.
Él estaba bien.
No importaba que tan mal se sintiera o que tan loco le dijesen que era esas voces que estaban en su cabeza. Él estaba bien y eso era lo que importaba. Sus dedos hormigueaban dejándole una familiar sensación de que tenía que apuntar algo importante, pero no tenía donde. Las lágrimas seguían cayendo por sus mejillas, estaba asustado, podía ver sangre y gente muerta, muchos cuellos rotos de rostros conocidos. ¡Tenía que apuntarlo todo! ¡Tenía que apuntarlo todo! Kai le abrazaba y musitaba que todo iba a ir bien. No podía estar más erróneo. Robó el cuchillo del interior de su chaqueta.
-¿Söhan que estás haciendo?-chilló Kai al ver que Söhan tomaba el cuchillo y rasgaba la carne de su antebrazo, permitiendo que la sangre brotase.
Söhan hurgó en la sangre roja y espesa que surgía de su antebrazo. Se enjugó los dedos con ella y comenzó a escribir en la pared de piedra. Sus delgados pulgares se balanceaban de aquí para allá, creando un esquema gigantesco en donde la sangre goteaba y nunca parecía ser suficiente ni cubrir todo el espacio que era necesario. Kai le miraba horrorizado.
BRÁTHAIR - IS MISE LOUIS
MÃRA RÎGANÎ-S
MOR-MÓRCayó al suelo. Se sentía muy cansado y terriblemente adolorido. Podía sentir como en cada hueso de su cuerpo se disipaba el hormigueo y volvía a sentirse extremamente perdido. Miró con detenimiento lo que había escrito. No estaba seguro de lo que era exactamente, solo podía reconocer el nombre de su hermano.
-¿Eso es gaélico?-en el rostro de Kai se veía una evocación de horror y preocupación.
-Creo que una parte está en gaélico-explicó Söhan, intentando recordar lo que sabía, pero no le era fácil.
Kai se acercó y tocó con cuidado la sangre seca en la pared-Es un mensaje.
Söhan alzó una ceja.
-¿Qué te hace pensar eso?
Kai desveló una sonrisa socarrona y continuó observando cuidadosamente las palabras y los símbolos que Söhan había dibujado de forma tan escrupulosa.
-Dice...-hizo una pausa y una arruga se formó en su frente-Hum... ¿Hermano, soy Louis?-sonaba más a pregunta que a respuesta-Mi abuela nos enseñó a mí y a Gwen a hablar un poco de gaélico escocés cuando éramos pequeños. Lo demás no tengo idea de que es. ¿Cómo pudiste...?
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[ 12 ]
FanfictionKai Kimberly siempre había sido un chico extraño. A los diez años descubrió que podía saltar a diferentes lugares del mismo planeta y de otras dimensiones. Siete años después, accidentalmente, un día enviará a Molly, una amiga de su hermana al mund...