#44 MONSTRUOS

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Final parte 4/5
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No hay nada más impresionante que el cerebro, literalmente, todo está allí, queramos o no. Cada pequeño detalle se queda grabado a fuego en nuestra memoria, simplemente no sabemos usarla como se debe todo el tiempo. Hay cosas que persisten más, probablemente información vacía o de importancia nula, mientras que nuestros mejores momentos se desvanecen, los malos siempre quedan ahí, marcándote, convirtiendo a cada quien en la persona que será, reformando el carácter.

-… vi a Teo, me pidió que te recordara de vuestro secreto, de la promesa. Dijo que tú sabrías a que se refería.-escuchó Kai decir a Beck.

Sus palabras eran como si viniesen de un lugar muy lejano, pero tenían cierto sentido retorcido. ¿Un secreto? Él y Teo tenían un secreto. Estaba ahí, en la punta de su memoria, pero simplemente no podía esclarecer el momento.

Surgió de repente, como un pequeño foco, como un recordatorio y una explicación.

-Kai, ¿cómo pudimos hacer eso?-le había preguntado el español la primera vez, cuando se habían conocido y eran casi incapaces de comunicarse.

-No… ¿seguro?-había respondido él, intentando explicar-No saltar, tocarte y no mover…

-Sí, y luego nos tocamos y volvimos atrás el tiempo. Es como un arma secreta que tenemos cuando estamos juntos-la sonrisa de Teo había sido extensa.

-Secret?-preguntó.

-Secret.-prometió Teo.

Su secreto. El de ambos. Kai comprendió lo que Teo había hecho, él era su mitad, su contraparte, y en cierto modo, podía entender la forma en que pensaba. Sintió su corazón agitarse. Su amigo nunca les había traicionado, estaba contando con él para solucionar todo de una vez y por todas, haciendo gala de su forma de ser.

Antes de ser consciente de lo que sucedía, una mano atravesó el pecho de Beck, arrancando su corazón, una mano fina, blanca, femenina, de dedos largos y delgados. Kai no supo cómo reaccionar. Ninguno lo hizo. Escuchó a una chica gritar en la distancia mientras el cuerpo de Beck se desplomaba sin vida en el suelo, sangrando a través del hueco en su pecho y de su boca.

La figura tras su amigo caído le dejó sin palabras. No entendía, ¿por qué? Él solo la había visto en sus sueños, ¿por qué estaba allí? ¿Por qué tenía el corazón de la esperanza de su grupo en la mano?

¿Por qué Víe había matado a Beck?

Una sonrisa se extendía en su rostro hermoso, desfigurándolo. Haciéndola parecer macabra y cruel, nada que ver con la señora que siempre habían visto en sus sueños. Corrección, esa no era la señora que habían visto. La Víe que siempre se les había aparecido era amable, hermosa y maternal. La mujer asesinándolos con la mirada no estaba ni siquiera cerca de ser la persona que ellos siempre habían visto.

Kai no supo en qué momento pasó, pero Carmichael y Ónix, que había llegado justo para ver como su hermano era asesinado, se aferraban al cuerpo sin vida del francés. Söhan estaba junto a ellos y miraba a Yízing, quien se acercaba lentamente, tanteando el terreno. Kris, Louis, Serge, Milo y Damien le hacían frente a la mujer con el rostro de Víe. Kai sintió como Teo y Jayme le llamaban, pero él no podía reaccionar, simplemente no podía. Un puñetazo en el rostro le hizo despertar.

-¿Qué mierda?-preguntó, llevándose la mano a la mejilla que ya estaba herida anteriormente.

-Agradéceme más tarde.-le escuchó decir a Jayme, quien corría en dirección a la barricada.

[ 12 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora