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#42 AFORTUNADOS (parte 2)

Final parte 2/5
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-¿Podrías dejar de comerte las uñas? Me molestas.-bufó Milo.

-¿Podrías intentar ser de utilidad? Me desconciertas.-le respondió Kai.

El alemán se tapó los ojos, pero lo único que lograba visualizar era el cadáver de Katrina. Él tenía que haberlo sabido, Taehyung los había estado saboteando desde dentro y ellos nunca lo habían notado. ¿Cómo podían haber sido tan tontos? ¿Por qué a ninguno se le había ocurrido aquello? Taehyung solía salir en cualquier momento, o al menos eso habían comentado las chicas, que el coreano desaparecía en las horas más insólitas, y a veces pasaba horas mirando un juego de mesa mientras que ellos estaban en el laberinto, juego de mesa que Teo había intentado hacerles entender era el verdadero laberinto y ellos habían hecho oídos sordos. Las señales habían estado siempre allí, entonces, ¿cómo era posible que nadie las hubiese reconocido?

Escuchó los bufidos y quejidos de Kai, el moreno lo tenía harto, le recriminaba no ser de utilidad cuando el chico lo único que hacía era comerse las uñas y caminar de un lado a otro, ¡tan tonto que ni siquiera había intentado teletransportarse! Pero Milo estaba harto, y no sería él quien le dijese lo que tenía o no que hacer. Habían escuchado las nuevas reglas, las del tercer y último desafío o prueba, no se sentía nada impresionado y sinceramente encontraba un poco predecible el modus operandi de Dis Pater. Escuchó los dientes de Kai castañear de nuevo.

-¿Qué cojones te pasa?-preguntó molesto.

-Estoy preocupado por Alice y por mi hermana, ¿te sirve?-musitó Kai.

-No deberías preocuparte, al menos está viva. No todos corrimos con la misma suerte, ¿no te parece? Kai Kimberly siempre tiene la suerte de su lado. ¡Hurra!-dijo con ironía y una punzada de amargura.

Kai se detuvo en seco y mantuvo la mirada fija en Milo.

-¿Qué intentas decir con eso?

-Que me parece muy conveniente todo con respecto a ti. Tú fuiste quien despertó nuestros poderes, nos recolectaste, no pasaste por tu prueba en el laberinto porque tu otro yo te esperaba, nadie de tu vida se ha visto afectado de forma directa, y la cereza del pastel es tu ascendencia consanguínea, ¿debo continuar?-Milo no podía detener la pulla, simplemente le era imposible.

El moreno se acercó a él y le tomó por el cuello de la camisa, alzándolo.

-Retráctate.-amenazó Kai.

-No.-puntualizó el alemán.

-¡He tenido que aguantar suficiente mierda de todos ustedes para que me vengas justamente tú ahora con esto!-chilló Kai-¡Yo lo único que quería era una vida normal! ¡Desperté nuestros poderes por accidente, pensé que todos ya tenían eso bastante claro! ¡Los reuní porque Louis lo pidió así y yo ingenuamente le creí! ¡Escapé del laberinto porque soy un cobarde, y sin embargo obtuve información importante gracias a mi error! ¡No entiendo cuál es tu veneno por mi familia, he tenido suerte, pero eso no significa que sea un suertudo!

En respuesta, Milo se puso a silbar.

-¡No me puedo creer que seas así de infantil!-le regañó Kai-¡Eres el mayor! ¡Deberías dar el ejemplo!

-Y tú eres el menor, así que tu estupidez está justificada. ¡La vida es en blanco o negro Kai! ¡Tú siempre estás buscando excusas y tangentes para escaquearte de la verdad! Nunca llegas a nada preciso, cada vez que has tomado una decisión terminas en el medio, nunca apoyas nada realmente, solo a ti mismo.-explicó el más bajo.

Kai soltó el cuello de la camisa de Milo y se llevó las manos al cabello teñido de rubio.

-¡No me puedo creer esto!-se quejó-¡De verdad que no! ¡El mundo no es blanco o negro, Milo! Hay algo llamado gris, ¿sabes? Yo tomo las decisiones que siento correctas, no porque deba elegir un bando. ¡Me estás recriminando cosas estúpidas!-se sentó en su respectiva cama-Esto podía esperarlo de alguien infantil como Jayme, pero, ¿tú? Yo te admiro, puede parecer que no, pero en serio lo hago, siempre he creído que eres el más valiente de nosotros, sin embargo tu comportamiento durante las últimas semanas ha dejado mucho que desear. Creo que los papeles se han invertido, te has vuelto un inmaduro y yo he madurado en tu lugar. Me siento decepcionado, tal vez por el hecho de que tengas razón, la vida ha sido buena conmigo, y probablemente eso me haga sentir inferior a ustedes de algún modo. Pero sé que te equivocas…-hizo una pausa y le sonrió a Milo-Siempre existe un tercer camino, no tienes que ir por el lado a o el lado b, yo siempre he creado el c, porque soy cobarde para afrontar los dos anteriores, así que prefiero, como dices tú, irme por la tangente, o por el camino que yo mismo me labré. Somos diferentes y deberías aceptarlo. Yo no soy tú Milo, y tú nunca vas a ser como yo. Punto. Y la suerte nada tiene que ver con eso.