[ 12 ]

#33 PATHCODE: ARIZONA / HURT

Maratón [2/2]

**♪**

Como un misterio infinito, tú eres un recuerdo vago. Difícil de anticipar, eres un enigma sin respuesta. El sonido de las lágrimas que caen como lluvia respiran gentilmente en mi oído como si fueses tú, pero no puedo encontrar evidencias. Tú me hieres…tú me hieres.

Estaba en una habitación blanca.Había grandes ventanales por doquier, pero fuera solo había el mismo blanco de ese cuarto. Blancas cortinas eran movidas por un viento inexistente, y todo estaba tan níveo e inmaculado que era sumamente extraño, como si millones de lucecitas se fragmentasen creando un hermoso todo. Por muy insólito que sonase, no estaba aterrado, más bien maravillado, nunca había visto algo así en toda su vida. Se preguntó que estaba sucediendo, ¿sería eso el cielo? ¿Acaso había encontrado la paz? Eso era todo lo que sentía, una gran e inmensa paz interior.

Pero eso no podía ser.

Era cierto, no era un asesino, pero eso no significaba que no hubiese hecho un montón de cosas malas en su momento.

Carmichael estaba seguro de que no merecía la paz.

Miró su ropa, iba vestido con una camisa blanca de cuello negro, tenía arremangadas las mangas hasta los codos. Un pantalón de pinza negro adornaba sus piernas y todo se sentía tan puro que pensó que tendría urticaria, pero no se sentía irritado, conmovido seria la palabra más cercana a su estado de ánimo. Sus pies estaban descalzos y con cada paso chocaban con el vidrio roto desperdigado por la habitación, no sangraba, no había líquido rojo empañando la pureza espectral de aquel sitio que se le antojaba malditamente mágico y frío al mismo tiempo.

Era un lugar impersonal. Sin fotografías o recuerdos. Se le antojó incluso más impersonal que una habitación de hotel. Y es que era tan jodidamente irreal que eso solo podía ser construido en la imaginación.

Y tal vez eso era exactamente lo que estaba haciendo, imaginando, aunque dudaba que su imaginación pudiese ser tan buena.

Podía escuchar una música venir desde la habitación continua. Era una melodía triste, melancólica. Buscaba por todos lados, pero no había una puerta que le permitiese entrar a ese sitio. ¡Él necesitaba pasar a la habitación de al lado! Era imperioso, una pared le detenía, ¿qué podía hacer? Al final estaba actuando como un estúpido, estaba seguro de que todo eso era un sueño…

…y como sueño, al ser consciente de él, podía controlarlo.

Encontró una tiza en el suelo de mármol. No quería que fuese blanca, así que consiguió de alguna forma que se volviese de color crema, aun cuando lo que estaba pensando era negro, pero ¡hey!, era un avance. Tomó la tiza y sobre la pared dibujó un rectángulo muy grande, le hubiese gustado ponerse detallista, pero Carmichael no tenía esa clase de talento, así que solo era un rectángulo y un círculo como tirador. Su sorpresa se hizo palpable al observar como ese trazado hosco se convertía en la puerta que había imaginado desde un inicio y sonrió. Después de todo había sido bastante inteligente de su parte. Algo así a Milo no se le hubiese ocurrido por su lógica de pensamiento, pero Carmichael carecía hasta de sentido común, así que todo tenía para él un toque de sensatez.

La música clásica que escuchaba había sido cambiada por una canción, una voz melodiosa que él conocía muy bien cantaba. Carmichael maldijo el momento en que había comenzado a tener esa alucinación. ¿Por qué su mente tenía que mostrarle esa escena? ¿Cómo podía conjurar perfectamente su voz cantando esa canción?

I said, "No one has to know what we do," his hands are in my hair His clothes are in my room
And his voice is a familiar sound, nothing lasts forever
But this is getting good now
He's so tall and handsome as hell He's so bad but he does it so well And when we've had our very last kiss
My last request is
Say you'll remember me standing in a nice dress staring at the sunset
Babe
Red lips and rosy cheeks say you'll see me again even if it's just in your wildest dreams oh wildest dreams oh ah,
wildest dreams.