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#35 PATHCODE: EDINBURGH / WHAT IF...?

Los dos contemplando dos lugares diferentes, solo dejando una mirada, una mirada perdida.

<<Ojalá Kai se rompa una pierna>>pensó Söhan tras intentar seis veces con el teléfono del moreno.

¿Pero al idiota que le pasaba? ¿Se había vuelto loco? ¿Le había lanzado a un lugar desconocido y ni siquiera se dignaba a responderle el teléfono? ¿Estaría herido?, ¡nah!, seguro que era pura vagancia.

Miró a su alrededor, absolutamente nada captaba su atención. Estaba en una ciudad llena de gente que caminaba de un lado a otro. Un extraño se acercó a él.

-¿Söhan Ohel?

Söhan miró de un lado a otro. ¿Alguien más se llamaría como él? Su nombre sencillamente no era común. Además, el hombre…el joven, se estaba dirigiendo a él…

-Si-contestó sin miedo.

El chico sacó un papel de su bolsillo y se lo extendió. Había algo en su rostro que se le hacía conocido, pero no estaba seguro del que. Tenía rasgos muy finos. Labios gruesos y ojos brillantes, lleno de vitalidad, una sonrisa de oreja a oreja, mostrando sus perfectos dientes. El cabello blanquecino le caía sobre el rostro, ya que lo tenía un poco largo, y su piel era inmaculada. Tal vez si tuviese el cabello oscuro…

-¿Qué es esto?-preguntó.

El desconocido se encogió de hombros-No sé, solo me dijeron que te lo diera, que buscara a un desconocido que pareciese perdido… No te conozco, y aunque tus facciones son de por aquí, definitivamente no estás en tus aguas.

Söhan apretó los dientes-¿Y con aquí te refieres?

-Edimburgo-dijo el chico como si nada-Estamos en George Street, paralelos a Princes Street.

Era probable que lograse entender mejor el idioma de Yízing que las explicaciones de ese muchacho. El chico desprendía un aura de autosuficiencia y dulzura a la vez, estaba completamente fuera de lo ordinario. Tenía un algo tan conocido que… Giró su cabeza hacia un lado ante la idea descabellada que se le había ocurrido… Si el desconocido tuviese la piel morena.

¡Oh por dios!

¡Era clavadito a Kai!

¡Podrían ser hermanos!
-¿Cómo te llamas?-él tenía que saberlo, por el bien de la humanidad, y para poder decírselo a su compinche.

-Tae-respondió el chico.

Söhan suspiró y miró al cielo-Es gracioso, mi mejor amigo también se llama…

No tuvo necesidad de terminar.

Allí ya no había nadie.

Söhan arqueó una ceja. ¡Tendría que contarle eso a Taehyung! ¡Ya podía ver fantasmas también!

<<No seas estúpido, idiota >>se regañó<< Seguramente hay una muy lógica explicación para esto. Tú no puedes ver fantasmas, pero eso no impide que ese chico sea un vampiro>>asintió con la cabeza<<Perfecto, eres un genio>>

Ya bastante tenía con lo distante que estaba Sol en esos días. A ver, ellos no tenían problema alguno, pero la chica definitivamente se sentía mal. Había estado así, decaída, vomitando, desde que él había regresado. ¿Estaría enferma? Tal vez a eso se debían los vómitos. Seguramente algo le había caído mal, pero era tan raro que quisiese comer para luego negarse a la comida y alegar que le asqueaba. Pero él no era quién para juzgar, en su defensa, ¿quién entendía a las mujeres realmente? ¡Nadie! Era así de simple.