Y eres justo como esa gota de lluvia transparente recorriendo mi piel y empapando mi corazón.La vista era un tanto extraña. No había muchas personas por los alrededores, era atípico, pero comprensible cuando la lluvia calaba la ciudad. Yízing se había sentado en un banco, observando bajo las gotas de agua como los transeúntes se dirigían a refugiarse, esconderse en algún portal, tomar un taxi, o como él, simplemente permanecer estático mirando la sucia realidad del siglo XXI.
Y que sucio el siglo XXI, se dijo, pero no es como si hiciese diferencia alguna, la humanidad había estado corrompida desde el inicio de los tiempos. Su propia historia era la demostración de ello. Tal vez por todas esas razones se sentía un poco roto últimamente. Sus ojos se dirigieron al suelo, el cemento se estaba resquebrajando en una pequeña parte, y era asombroso.
Era simplemente hermoso.
Ese lugar resquebrajado contenía musgo, vida naciendo y creciendo.
<< Hasta las cosas más férreamente controladas se revelan >>pensó mientras un bostezo se escapaba de sus labios.
Tenía hambre, para que mentir o negarlo. No le veía sentido a comer, era perder más tiempo que no poseía. Había visto las reglas y eso le había causado un quebradero de cabeza. No era rendirse, era simplemente sentirse exhausto. Era técnicamente imposible llegar al lugar al que había sido solicitado. Esa nueva situación no era el laberinto y él no sentía la confianza que había experimentado en ese momento tampoco. Mantuvo una fugaz conversación con Beck, pero no había sido nada destacable, así como un mensaje a Jayme. Una parte suya muy derrotista le decía que no había nada que hacer mientras que otra le decía que no podía quedarse sentado y observar cómo se desarrollaban los acontecimientos. Se sentía observado, y no sabía cómo reaccionar ante eso.
La lluvia seguía cayendo a su alrededor, pero se había detenido sobre su cabeza.
Al alzar los ojos se encontró con una muchacha de tez bronceada y ojos grandes y amberinos. En una de sus manos tenía un paraguas de color verde azul, tapándoles a ambos, mientras que en la otra llevaba a rastras una bicicleta. Le dedicaba una mirada cargada de confusión e incomodidad. Tenía el cabello castaño mojado, al igual que su ropa, pero estaba definitivamente más seca que él.
-¿Estás bien?-le preguntó la chica, se notaba de lejos que no tenía ni idea de chino pero que estaba haciendo un esfuerzo.
-Hablo inglés-le aclaró él-¿Y qué te hace pensar que no estoy bien?
Ella se mordió el labio, insegura-Estás solo, y te ves triste. O eso creo…
Yízing se le quedó mirando y le dedicó una sonrisa.
-¿Acaso la soledad es motivo de tristeza? ¿No puede un ser humano pensar en las vicisitudes y desvaríos de la vida?-preguntó.
Ella se sentó a su lado-Sé que va a sonar muy maleducado de mi parte, porque no te conozco, pero hombre, que extraño hablas.
-Estoy acostumbrado, y los extraños son los mejores para hablar, ellos no te juzgan.
-…no me gustan los extraños-dijo ella de momento, taladrándolo con aquellos ojos.
-¿Y qué haces sentada al lado de un extraño entonces? ¿Curiosidad?
-Básicamente enfrentar un miedo, no te veo bien, y eso es lo que me asusta.-la respuesta le sorprendió un poco.
-Yízing-le dijo tendiéndole la mano-Soy Yízing.
-Eli-ella aceptó su mano-Soy Eli, solo Eli, sin segundo nombre, y no es un diminutivo. Gracias por dejar de ser un extraño.
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[ 12 ]
FanfictionKai Kimberly siempre había sido un chico extraño. A los diez años descubrió que podía saltar a diferentes lugares del mismo planeta y de otras dimensiones. Siete años después, accidentalmente, un día enviará a Molly, una amiga de su hermana al mund...