Julie se puso la bata de cama que Katherine le había prestado y bajó silenciosamente la escalera. Encontró a su amiga en la biblioteca, viendo el noticiario de las diez.
—No esperaba verte hasta mañana —dijo Katherine con una sonrisa, poniéndose de pie—. Pero, por si acaso, te preparé una bandeja con comida. Iré a traerla.
—¿Hubo algo importante en las noticias? —preguntó Julie incapaz de disimular el miedo que se le notaba en la voz.
—Nada acerca de Zachary Benedict —la tranquilizó Katherine—. Pero te advierto que tú eres el tema principal tanto en los boletines locales como en los nacionales. Me refiero a la noticia de que has regresado del cautiverio, aparentemente a salvo y sin haber sufrido daño.
Cuando Julie le quitó importancia, encogiéndose de hombros, Katherine puso las manos en jarras y la miró sonriente.
—¿Tienes idea de lo famosa que te has vuelto?
—Yo diría más bien que me he vuelto notoria —corrigió Julie, con su habitual tono amistoso y sintiéndose mejor que en ningún otro momento de los últimos dos días.
Katherine señaló con la cabeza la pila de diarios y revistas que había sobre una mesa, cerca del sillón que ocupaba Julie.
—Los guardé para ti, por si querías recortarlos y hacer un álbum o algo por el estilo. Míralos mientras yo voy a buscar la bandeja. ¿O ya los has visto?
—Hace una semana que no veo un diario ni una revista —confesó Julie, tomando un semanario que estaba sobre la pila y volviéndola para ver la tapa—. ¡Oh, Dios! —exclamó entre enojada y risueña al ver su rostro en la tapa de Newsweek debajo de un titular que decía: "Julie Mathison, ¿socia o rehén?". La hizo a un lado y revisó el resto, sorprendida al ver su fotografía en la primera plana de diarios y revistas de todo el país.
Katherine regresó con una bandeja que depositó frente a ella, en una mesita.
—Toda la ciudad no hace más que hablar de ti
—aseguró Katherine—. El mayor Addleson escribió un editorial para el Keaton Crier en el que nos recuerda que a pesar de todo lo que puedan llegar a decir de ti los grandes diarios, aquí nosotros te conocemos y sabemos que nunca te "enredarías" con un criminal como Zachary Benedict. Creo que ésas fueron sus exactas palabras.
Julie sonrió e hizo a un lado el diario.
—Pero tú sabes que no es así. Como me oíste decirles a Ted y a Cari, me "enredé" con él.
—En ese momento, Addieson refutaba la declaración del camionero que afirmaba que estabas colaborando en la huida de Benedict... jugueteando en la nieve y todo eso. Julie —dijo, vacilante— ¿quieres hablarme sobre... él?
Al mirar a su amiga, Julie recordó las confidencias que habían intercambiado a lo largo de los años. Tenían la misma edad y se hicieron íntimas casi desde el momento en que Ted las presentó. Cuando el matrimonio de Katherine y Ted se disolvió, Katherine volvió a la universidad y luego se fue a vivir a Dallas. Hasta ese momento, se había negado terminantemente a regresar a Keaton, pero ante su insistencia, Julie la había ido a visitar con frecuencia a Dallas. Y esa amistad tan especial que había entre ambas de alguna manera sobrevivió al tiempo y a la separación, y seguía siendo tan vital y natural como siempre.
—Creo que necesito hablar de él —confesó Julie, después de un momento de silencio—. Tal vez así consiga sacármelo de adentro y vuelva a poder pensar en el futuro. —Y habiendo dicho eso, alzó las manos en un gesto indefenso y admitió: —Ni siquiera sé cómo empezar.
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Perfecta -Judith McNaught
Storie d'amoreUna historia que nos adentra en los deseos más oscuros, contradictorios e imperiosos del corazón. Julie Mathison creció bajo el amor y la protección de su familia adoptiva. Ahora esa joven hermosa y vivaz se ha convertido en una maestra muy querida...