XIX. El Mejor Asesino Del Mundo.

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Giotto se encontraba en su mesa del instituto junto a su compañero, jugaba con sus lápices, intranquilo, mientras Haru-sensei pasaba la lista de asistencia.

—Shimon Cozart.

Un pequeño pelirrojo se puso de pie, sus ojos eran rojos al igual que su cabello. Tenía banditas en su brazo y con voz queda responde:

—Presente, Haru-sensei.

—Sawada Giotto —llamó con dulzura.

Giotto con un poco de pereza se puso de pie, como si el uniforme que tenía puesto fuesen sacos de arena, se sentía con ganas de llorar pues algo le hacía falta.

—Presente Haru-sensei.

El rubio se sentó y cerró los ojos con fuerza mientras esperaba que Haru-sensei dijera lo que tanto lo atormentaba. Cada vez que lo escuchaba, el corazón se le rompía y ya llevaban tres días:

—Alaude, ausente —susurró.

El pequeño rubio cubrió su carita con las palmas de sus manos y una lagrimita traviesa se escapó por su mejía, ¿Qué podía hacer para ver a su querido amigo?

—¡Empecemos la clase ya!

Y una clase más sin Alaude le lastimaba tanto...


...


Uni se encontraba cuidando a Kyoko junto con Lambo e I-pin, que siempre tenía a Lambo en brazos. Kyoko dormía plácidamente, con algo de temperatura y un paño helado en su frente.

—Niños la comida está lista, ¿Kyoko-chan está despierta? —dijo el castaño.

—No, Sawada-san —contesta Uni.

Tsuna suspiró con lástima y guardó el plato de su amiga bajo una manta, últimamente se sentía muy mal. Debía ver a Osamu aunque Kyoko no quisiera.

—¿Puedo pedirles un favor, niños?

—¡Hai!

—Hoy vendré más tarde, necesito que cuiden de Kyoko y que le digan que lo siento mucho. ¿Pueden decirle eso y cuidarla muy bien?

Uni se entendía muy bien con Sawada-san, que era su primo si así podía decirle. Ambos se entendían con tan sólo una mirada.

—Sí, Sawada-san. No se preocupe, yo me encargaré de cuidarla.

—Arigato, Uni-chan. Nos vemos, cuídense mucho.

Cerró la puerta y atravesó el jardín, en el suelo había un papel con un sello muy particular. Era una carta que no tenía remitente ni receptor, pero al abrirla leyó su nombre en la primera línea escrita a mano.

Hola, Dame-Tsuna.

Dame-Dino y yo llegaremos en poco tiempo para verlos. Tenemos que resolver muchos asuntos.

Giotto va a prestarme toda su atención, ya reservé un hotel para que lo traigas.

Att. El Mejor Asesino Del Mundo.

El castaño no pudo evitar reírse ante la ocurrencia, seguramente Giotto estaría feliz de verlo y hablar con él otra vez. Miró otro papel que sobresalía por el buzón, un papelillo verde que era un volante del instituto de Giotto.

Día de apreciación al padre.

¡Los invitamos a asistir! Los niños presentarán a sus padres ante toda su clase.

Tan sólo leyó las dos primeras líneas y se puso triste. Todos los años era lo mismo y se disculpaba con Giotto, lo veía siempre muy triste. ¿Qué podía hacer para que ese año fuera diferente?


...


—¿Qué haremos M.M.?

M.M. miró a Ken con desconcierto.

—No entiendo de qué hablas.

—¡Chrome no ha venido aún, podría sucederle algo!

—¿Ya mi qué? Por mi bien...

Ken miro su cabello corto y pelirrojo, su cuerpo delgado y sus ojos. "Nada de ella es cómo Chrome" Ni la timidez de la chica ni su calidez y mucho menos su humildad. Tanto tiempo buscando llamar la atención de alguien cómo M.M. sin saber de Chrome. Que estúpida coincidencia.

¿Por qué justamente ahora?

¿Por qué cuando se marchó?

M.M. estaba extrañada, normalmente Ken diría algo cómo: ¡Lo que me ordenes! , Pues ella sabía que lo traía loco desde hace mucho tiempo. Al igual que la estúpida del parche, pero eso significaba que... Chrome era la principal ahora.

—Ken-chan, ella me hizo mucho daño. ¡Y tengo que soportarla!

Ken simplemente caminó a la puerta y la cerró con un portazo. Tenía que buscar a Chrome.


...


Hibari veía a su pequeño castaño muy deprimido con la mirada perdida, estaba muy distraído y eso no le gustaba. ¿El quién podría estar pensando? Lo ponía celoso, pero claro, él no lo aceptaría nunca.

—Tsunayoshi, ¿qué tienes hoy?

—¿Eh? —preguntó confundido Tsuna.

—No me prestas atención, Tsunayoshi —dijo con un deje de enojo, celos muy bien disimulados— ¿En qué piensas?

Tsuna bajó la mirada, sonrojado, ya que Hibari se había acercado y lo miraba fijo. El castaño trató de calmarse un poco y decidió contarle.

—Dentro de unos días será el "Día de apreciación al padre" y eso es muy bueno —sonrió— pero, en el instituto de Giotto todos presentan a sus padres. Todos tienen uno, menos mi niño —su voz sonaba triste.

Hibari tenía todas las ganas del mundo de tranquilizarlo y decirle que él podía ocupar el lugar del estúpido ese. Pero era muy rápido para dar un paso como ese, así que simplemente lo abrazó y le dijo que todo estaba bien. Pero estaba seguro que en el día de apreciación al padre, Giotto hablaría de él.

El sonido de la puerta hizo que rompieran el abrazo.

—¿Dónde está Chrome-chan? —preguntó un peliplateado.

—Se tomó el día libre —respondió Tsuna.

—Ken está en la entrada, molestando porque quiere hablar con ella.

—Pues no hay problema —dijo Hibari— simplemente lo muerdo hasta la muerte y deja de molestar.

Sacó sus tonfas y corrió a la entrada.

Tsuna lo veía alejarse, su espalda firme, sus cabellos negros, su porte galante.

—Hibari-san... —susurró al aire.


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Ñnñnñnñnñnñnñnñnñnñnñnñnñnñnñnñnñnñnñnñnñnñnñnñnñnñnñnñnñ

LAMENTO NO PUBLICAR POR TAAAANTO TIEMPO D:

Discúlpenme por favor :'(

Trataré de publicar tan seguido como antes...

OS AMA TSUHI1827

P.D. Les gusta el rumbo de la historia?

Si yo te amo, entonces ámame.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora