XLIX. Un ramo y una declaración matrimonial.

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La recepción era bonita y espaciosa, podría estar tranquila, pero que va. Con esos invitados no se podía.

La cena de la boda comenzó, y con ella los brindis de los invitados.

—Oni-chan, estoy tan orgulloso de ti... ¡Por los novios! —gritó una efusiva Kyoko.

—¡Salud! —le respondían a coro las voces.

Así siguieron unos más emotivos que otros, hasta que lo impensable sucedió.

El sonido de la copa llamando la atención hizo que todos callaran para buscar al que lo había ocasionado, abriendo los ojos como platos.

El que iba a hablar era... ¡Hibari!

—¿No crees que el Apocalipsis se acerca?

—¡Cállate idiota del béisbol, estas arruinando el momento! —le recriminó el peliplata con enfado.

—Quiero aprovechar este momento —dijo, ocultando su incomodidad por haber ahí tantas personas, pero quería complacer a Giotto—. Para hacer algo.

Tomó la mano de Tsuna y se inclinó suavemente, depositándose antes un beso en la frente. Lo miro a los ojos. Se veía sorprendido y confundido, pero ansioso.

—Sawada Tsunayoshi. Me has hecho feliz, me diste el hijo que nunca tuve, trajiste luz a mi vida. Me reuniste con Alaude, desde que te ví supe que eras un omnívoro maravilloso.

El castaño río con lagrimitas en sus ojos.

—Por eso y muchas cosas más, y porque no me imagino una vida sin ti... ¿Quieres casarte conmigo?

El silencio inundó la sala, era demasiado inesperado, y Tsuna estaba tan emocionado que solo saltó sobre su novio y besó suavemente sus labios.

—Si quiero Kyoya, te amo —decía llorando de la alegría en el pecho de Hibari.

Reborn lo miró todo con una pequeña sonrisa, escuchando los aplausos de todos los presentes. Giotto corrió a unirse al abrazo y haló a Alaude, que no sabía ni como sentirse.

Pero ese calor le agradaba, era como... Tener una familia, un soporte, alguien a quién amar. Miró de reojo al pequeño rubio y algo se alegró en su pecho.

"Quiero casarme con él."

La fiesta fue sin dudas inolvidable, cuando Hana tiró el ramo, Tsuna lo atrapó por accidente, pues este estaba comiendo pastel feliz de la vida.

...

Las cosas cambiaban para bien o para mal, pensó al salir del bar contrariada. Tal vez no era la persona indicada, ni la forma correcta, pero ya no quería vivir arrepintiéndose. Entonces sintió una punzada al ver a Mochida besando a una mujer.

Pero no. No hizo nada. Suspiró y siguió caminando sin detenerse, hasta que una mano la tocó suavemente del hombro.

—Toma, lo necesitas más que yo —. Y le sonrió con cariño infantil.

Miro el hermoso ramo que le había entregado y a Tsuna regresando al lado de Hibari.

—Gracias... —susurró muy agradecida.

Un ramo... Era lindo el color. Olía muy bien, ¿pero de qué le servía un ramo?

Y pensando en alguien se sonrojó, caminando más rápido para llegar a su casa.

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El fin se acerca! Chan chan chaaan!

Ok no 😂

Tsuhi1827💞

Si yo te amo, entonces ámame.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora