Si yo te amo, entonces ámame.

XXI. La joyería.

Gamma esperaba en el auto mientras Uni jugaba con Lampo, I-pin, Lambo y Giotto. El pequeño rubio llevaba algo en sus manos y abrió la puerta del auto, sentándose a un lado de Gamma, que lo miraba entre extrañado y sorprendido.

—¿Qué hace aquí, Giotto-sama?

El pequeño se acercó a él y puso sobre su cabeza una cadena de flores rojas y blancas, le sonrió y agachó su cabeza.

—¡Estamos jugando a las escondidas! ¿Gamma-san quiere jugar? —dijo Giotto con emoción.

—No Giotto-sama —quitó las flores de su cabeza— creo que esto se adapta a usted. Se ve mejor en usted.

—Mo, pero a Uni-chan le costó mucho hacerla.

Gamma de repente se la puso.

—Es muy lindo, gracias —respondió Gamma.

La risa inundó la boca del pequeño rubio, que soltaba grandes carcajadas.

...

Hana caminaba con unas cuantas bolsas por el centro comercial de Namimori, llevaba un vestido azul con aretes plateados. Miraba con curiosidad todos los puestos que se encontraban frente a ella, hasta que uno muy particular y llamativo le llamó la atención. Anillos de boda.

Se acercó con inseguridad y se decidió a entrar. Una campanilla sonó cuando abrió la puerta y una mujer de cabello negro y ojos azules, se acercó a ella con una gran sonrisa.

—Buenos días querida, mi nombre es Aria. ¿Buscas algo en especial?

—Nada, solo quería ver —dijo con lástima.

Aria la estudió con la mirada.

—¿Verás algo más? Puedo enseñarte muchos anillos tan lindos —le muestra varios.

"Yo ya ví el que más me gusta"—pensó Hana.

—No señorita, ya me voy.

Aria sonrió.

—Nos vemos querida —alzó la mano mientras Hana salía.

Aria se sentó frente a un pequeño estante y ensancho más su sonrisa, si es posible.

—Pobre chica... Espero que la sorpresa le guste.

...

Tsuna había invitado a Osamu a tomar un café mientras platicaban. Osamu seguía con nerviosismo, disculpándose y suplicando piedad.

—Tsuna, pequeño Tsuna, ¡déjame verla!

—Osamu, calla y déjame hablar.

—Pero yo quiero verla. ¡Hay mi chica! Sus ojitos amarillos y su cabello naranja...

—¡Osamu! —dijo el castaño alzando un poco la voz.

—Debe notársele más que está embarazada. ¡Pero es tan linda que cualquier estúpido se le acerca y se olvida de mi!

—Esto no tiene remedio... ¡Osamu, el bebé no es tuyo! —dijo alarmado.

1 2 3...

—¡¿Qué dices, Tsuna?!

—Bien, ahora que ya tengo tu atención, hablemos. El bebé claro que es tuyo, pero no me hacías caso —hizo un pucherito— y sabes que no me gusta que me ignoren.

Tsuna puso una expresión seria, no tendría contemplaciones con Osamu.

—¿Por qué estabas detrás de M.M.? ¿No te parece qué si ya arruinó una familia, puede arruinar otra? Le hiciste a Kyoko lo que Mochida me hizo.

—Tsuna, sabes que no llegó a más. Nunca estuve con ella.

—Pero Kyoko lo pensó así, la dejaste sola muchas veces, por buscar a M.M. —reprochó el castaño.

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Hola!

Perdón :'( pero publicaré un poco más lento porque tengo muchooo que hacer.

LES GUSTÓ??

OS AMA TSUHI1827