XXV. Una pequeña ilusión de un pequeño castaño.

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La habitación del hotel se abrió, dejando ver a un Dino nervioso y distraído, tanto así que no se dio cuenta de un martillo que se acercaba a su rostro.

—¡ITTE! ¡Reborn, no hagas eso!

—Tenías cara de estúpido y pues a ver si reaccionabas. ¿Se puede saber por qué entras así?

—¿A-así cómo?

El hombre de traje y fedora se acercó a él –con mirada de burla- y cruzó sus brazos, su zapata hacía un "tap" constante.

—Uno, dos y...

—¡Conocí a un chico muy lindo y lo ayudé con sus maletas, pero sólo eso! Tenía que disculparme con Enma-kun.

La cara de Reborn era un poema, primero sorpresa, después confusión, luego burla; ¿Kozato Enma, el mejor amigo de Tsuna? Viéndole el lado bueno, ahora podía chantajearlo por mucho tiempo.

—Kozato Enma, no sabía que estaba aquí. De seguro viene a ver Tsuna.

—Espera, ¡¿lo conoces?!

—Sí, desde que tenía 15 años.

—¡Tú puedes ayudarme a conquistarlo, Reborn!

Romario, que no participaba en las conversaciones de su jefe, se limitaba a reír ante la faceta de Dino enamorado –más torpe de lo normal- y distraído. Abrió la puerta, pues tocaban con insistencia y al abrir entró un chico pelirrojo con una billetera en su mano.

—Disculpe, ¿aquí se aloja Dino-san?

El agudo oído del rubio alcanzó a reconocer una voz familiar y ahora muy escondida en su corazón desde ahora.

—Sí, sí, sí, sí —empujó a Romario—. ¿Necesitabas algo, Enma?

El pelirrojo le mostró la billetera.

—Olvidó su billetera en mi habitación.

—¿Y se puede saber que hacía en tu cuarto?

El pelirrojo abrió los ojos desmesuradamente y con sus labios formó un perfecto círculo –por la sorpresa.

—Reborn-san —le sonrío con familiaridad— ¡qué bueno verlo otra vez!

—Hola, Enma.

Dino –pensando que sobraba en la conversación- trató de capturar la atención de su amor platónico, pero este no dejaba de hablar con Reborn.

...

Los dos caminaban a la luz de la luna –aunque no era tan tarde- muy cerca. Tsuna veía la mano del mayor, ¿qué se sentiría si Hibari le tomaba la mano? Se sonrojó y de forma violenta apartó su mano, extrañando al azabache.

—¿Qué te ocurre, Tsunayoshi?

—Y-yo, n-nada —desvió la vista.

Al leer el anuncio del establecimiento frente a él, no pudo evitar detenerse y mirarlo fijamente con ilusión. Hibari se dio cuenta del brillito en los ojos del castaños.

"¡Adopte a su mascota!"

—¿Quieras entrar? —dijo con ternura—. Vamos.

Lo tomó de la mano, sorprendiendo al castaño y acelerando su corazón. La mano de Hibari era cálida y le daba un aire de seguridad. Por el contrario, el azabache creía que la mano de Tsuna era adorable y pequeña.

Una pequeña campanita sonó cuando entraron y una chica los atendió.

—¿La pareja quiere adoptar a un animalito? —preguntó.

—¡N-no somos pareja, s-soy...! —el castaño ya no supo que decir y escondió su cara entre la espalda del mayor, que aún lo tomaba de la mano.

—Bueno, me disculpo —parecen pareja, una muy dulce, pensó—. Pasen por aquí.

Había todo tipo de animales: perros, conejos, pollitos, gatos y peces. Pero dos animalitos llamaron la atención de Tsuna.

Una pequeña ave amarilla y regordeta.

Y un pequeño gatito de pelaje naranja con manchitas blancas.

El ave al abrir la jaula, se posó en los cabellos de Hibari, acomodándose para dormir. Tsuna sólo se reía y mimaba al gatito que tenía entre sus manos.

—Son muy lindos, Hibari-san.

—Hibari, Hibari —chilló el pajarillo.

—¡Puede hablar! —exclamó el castaño emocionado—. Parece que se ha encariñado con usted, Hibari-san.

—Eso creo —respondió enternecido.

Es difícil no enternecerte al tener a Tsuna cerca, cualquier gesto era de por sí adorable, pero ver la emoción reflejada en su carita de ángel, era tentador. Incluso para alguien tan frío como el azabache.

Al cabo de media hora, Hibari consiguió que el castaño se desprendiera del gatito y el ave, con lástima por supuesto; pues Tsuna estaba triste.

Antes de salir del local, Hibari se acercó a la chica que los había atendido y le dijo algo que Tsuna no alcanzó a escuchar.

...

La época que afrontaba Namimori era lluviosa y fría, los vientos acariciaban el rostro de Hana y mecían suavemente sus cabellos. Ryohei estaba tras ella, abrazándola por la espalda y acariciando su cabella. Cualquiera se sorprendería de ver a alguien como Ryohei tranquilo y brindado caricias suaves y amorosas.

—Hana, yo quería decirte algo.

Pero Hana estaba dormida en sus brazos con su respiración calmada. Entonces analizó lo que debería hacer. ¿Hacerlo ahora? No, lo mejor era esperar y darle la sorpresa en un lugar más bonito, un restaurante por ejemplo.

—Mi pequeña Hana... Perdón.

Kyoko se acercó con sigilo.

—Oni-chan, ¿cuándo se lo vas a pedir? Ella está muy triste, por eso se han distanciado.

—Tranquila Kyoko, lo más pronto posible.

—¡Ese es mi oni-chan!

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Contestando dos preguntas importantes:



1- ¿Tienes otros proyectos?

R/ Hola RM! Pues sólo decirte que sí. Pero no puedo apresurarme tanto XD por ejemplo, tengo tres planes. Pero no sé si contárselos o que la vida los sorprenda)? Pero ten por seguro que hay proyectos :D

2- En esta historia el mundo iba a arder XD con el Byakuran x Mukuro o el Mukuro x Chrome, ¿qué piensas al respecto?

R/ Hehehe bueno, creo que sería justo si en la próxima historia incluyo un Mukuro x Chrome :) Para los que no quedaron satisfechos :'3

OS AMA TSUHI1827

Si yo te amo, entonces ámame.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora