LI. ¿Otra vez preparativos?

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Enma trataba de ayudar a Tsuna para que este eligiera un traje de bodas, pues se negaba firmemente a ponerse un vestido. Giotto estaba feliz de la vida correteando por ahí y hostigando un poco a Alaude, que lo miraba con desaprobación.

Tsuna parecía estar en otro mundo, una dimensión diferente en la que se podía quedar a pensar y pensar sin que nada le interrumpiera. Hibari había sido su salvación a todo lo que una vez creyó perdido y olvidado. A veces las decisiones te jugaban una mala pasada. Veía el episodio de Mochida como eso, una mala pasada.

—¿Te sientes bien Tsuna? Te noto demasiado distraído.

—Enma-kun... ¿Alguna vez haz hecho algo de lo que te arrepientas de todo corazón?

Enma se sentó en un sofá de espera que estaba en el local y Tsuna le imitó la acción, puso el vestido en una mesita de por ahí y acarició con cuidado los castaños cabellos de su amigo. Lo veía como un hermanito por el simple hecho de ser como era: inseguro.

—Claro que sí Tsuna, él o la que lo niegue está mintiendo. Y eso es verdad, el arrepentimiento es parte de vivir. Quéjate de Mochida todo lo que quieras, pero cuando te hayas desahogado, suspira, mira al cielo y vuelve a comenzar. Todos merecemos un descanso. ¡Vas a casarte pronto, que eso no te agobie!

—Tienes razón... —susurró ya más animado—. ¿Entonces este traje te gusta?

—Yo creo que es perfecto.

...

La sala del hospital en el que estaba tenía un insoportable olor a pastilla y anestesia. En una de las camillas, Iemitsu estaba acostado, de espaldas a su exmujer, con el tórax vendado y un ojo morado.

—¿Por qué permitiste que me sucediera esto?

Nana rompió a llorar abrazándose a sí misma, con temblores invadiéndole el cuerpo. Gimió y se mordió el labio en un intento por detenerse.

—Yo no permití nada —explicó con voz quebrada—. Eso lo ocasionaste tú solo. Tsuna... ¿por qué fuiste así con él? Tan solo era un niño, no tenía la culpa de necesitar apoyo de algún lado.

Un escalofrío recorrió la espalda de Iemitsu, haciéndolo doblarse en la camilla.

—Yo no sé... Pero si le pido perdón quizás...

Nana negó con la cabeza.

—Tsuna ya te ha perdonado, Iemitsu. Tal parece que ni siquiera tú mereces su rencor.

Dicho esto, secó sus lágrimas y con una mirada de despedida, salió de ahí con rapidez.

...

—Oya, oya, alondra, te me casas en poco tiempo. Qué bueno, ¿no quieres irte antes? Digo, para que disfrutes más tiempo.

Mukuro caminaba detrás de Hibari, siguiéndolo como mosca por todas partes e ignorando la venita que se le saltaba por la desesperación de que estuviera picando su espalda.

—Herbívoro piña, deja de hacer eso o te morderé hasta la muerte.

—Uy, el niño me salió con complejo de animal.

La venita en su frente se hizo más visible.

—¿En serio quieres morir ya, niño con complejo de estúpido?

Se miraron desafiantes unos momentos antes de que Mukuro se echara a reír como si no hubiese mañana. Hibari no sabía si eso era bueno o perturbador.

—¿Y ahora de qué te ríes?

—Me alegro por ti, más por Tsuna pero... —sonrió gatunamente cuando el azabache gruñó—. Sólo cuídalo mucho, confía en ti. Y en cierta forma todos confiamos en ti, porque siempre fue parte de nuestra familia y ahora será también parte de la tuya. Bienvenido, cuñis.

Una tonfa voladora se estrelló con la cabeza de Mukuro.

—¡Oye, no te lo tomes todo tan enserio!

Hibari soltó una pequeña risa burlona y siguió caminando por el pasillo, ignorando las burlas del cabeza de piña.

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Ok, este es el primero de los cinco últimos capítulos de "Si te amo, entonces ámame"

Creo que era un paso necesario... Disfrútenlos al máximo.

@rintokagamine por ser mi primer comentario 💛❤

P.D. He decidido dedicar los capítulos finales a quienes yo creo que me han apoyado sin condiciones,  sepan que ese apoyo me hizo llegar hasta aquí. 

Os ama Tsuhi1827

Si yo te amo, entonces ámame.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora