—Mañana será el día de apreciación al padre —anunció nezu-sensei—. Traigan a sus padres para presentarlos ante la clase. ¿Alguna pregunta?
Nadie levantó la mano.
—Bueno, nos veremos mañana —dicho esto, la clase terminó.
Tsuna tomó su bolso azul y se dispuso a marcharse de ahí, pero unos chicos hablando le detuvieron el paso.
—Oye, Dame-Tsuna —llamó una chica rubia llamada Kena—. ¿Qué hace tú papá?
—¿Qué no sabes que Dame-Tsuna no tiene papá? ¡Era un borracho bueno para nada que lo lastimaba! Bueno, es comprensible que odiara a un hijo tan estúpido.
Tsuna no dijo nada, sólo trató de irse sin que ellos se dieran cuenta de su presencia, cosa que no sucedió como esperaba.
—¿Quieres llorar, Dame-Tsuna? Lástima que no tengas un padre que te consuele —dijo la misma rubia.
—Escuche que un hombre cuida de él, un extraño porque su madre está en el extranjero. Seguro que ese hombre también es un estúpido alcohólico.
Este comentario le sentó muy mal al castaño.
—¡No! Él no es un alcohólico, Reborn es una gran persona. Nunca me ha lastimado y sé que nunca lo hará, porque él no es como ustedes.
Los que escuchaban la discusión trataban de avivarla con malos comentarios sobre ese tal Reborn, era evidente que el castaño se enojaría muchísimo. El castaño respondía a sus provocaciones de manera certera dejando callados a muchos, pero una pregunta pudo derrotarlo:
—Tan bueno contigo puede ser —dijo un chico—. Pero no es tú padre, ni siquiera en un millón de años te verá cómo su hijo.
Toda el aula estalló en risas y muecas de burla, mientras Tsuna sólo los veía con impotencia y desolación, no lo aguantó más y salió corriendo con dirección al parque. Cuando llegó al parque, Reborn lo esperaba dónde siempre, en la banca.
—¿Por qué tardaste tanto, Tsuna? —preguntó el de patillas.
—Y-yo olvidé un cuaderno y regresé por él.
Esto no convenció a Reborn, es más, podía ver un rastro de lagrimas en sus mejías. Se inclinó a su altura, ya no era tan pequeño como antes.
—No me mientas.
Tsuna agachó la cabeza y con pesadez se preguntó para sí mismo, ¿Sería verdad que Reborn nunca lo querría como a un hijo? Tsuna se sentó a la par de Reborn.
—Reborn —llamó—. Quiero preguntarte algo.
—Dime —fue su simple respuesta.
—¿Tan desagradable soy cómo para no merecer el amor de un padre?
Reborn estaba sorprendido por lo que había dicho, pero sin dar lugar a respuestas, el castaño siguió:
—Ese hombre siempre decía que yo era lo peor que le pudo pasar en la vida. Una vez me asusté mucho, pero cuando salí de mi cuarto, él dijo que me encerraría para no verme, todas las noches.
—Iemitsu... —dijo el de fedora al aire.
—Un día no regresó y yo me sentía confundido. ¿Qué sería de mí ahora que no tenía a nadie? Pero al siguiente día llegaste tú.
Reborn permaneció en silencio.
—Para bien o para mal, estabas ahí, alegando ser el mejor asesino del mundo. Me asusté mucho hasta que me explicaste que eras el jefe de la policía—rio ante el recuerdo—. Y no te has ido en más de cinco años.
ESTÁS LEYENDO
Si yo te amo, entonces ámame.
FanfictionSawada Tsunayoshi solo tiene ojos para amar y adorar a su pequeño hijo, Giotto. Cree que no puede volver a enamorarse de nadie, pero un día se encontró con un azabache que formaría parte de su vida siendo más que un amigo. Después de disipar las du...