CAPÍTULO 11.

15 2 1
                                    

Las fuertes sacudidas de Lalito lo sacaron de la pesadilla, arrastrándolo a la realidad.

- Oye, oye, oye, oye-. El niño no dejaba de sacudirlo para que despertara-. Despierta, despierta, despierta, despierta.

Romeo talló sus ojos, y respondió a la insistencia del menor.

- Que pasa peque.

-  El cucuy está en mi cama. Tengo miedo-. Habló inocentemente-. ¿ Puedo dormir contigo?

Romeo sonrió bajo la oscuridad, y alzó las cobijas, escabulléndose bajo las cobijas y acurrucandose al lado de Romeo.

- Duerme-. Dijo el niño, lanzando su brazo sobre el estomago del somnoliento.

- Tu también-. Se puso de lado, abrazando al niño.

Sentía como algo interrumpía su respiración. Sentía que algo aplastaba su pecho, interrumpiéndosela.

Abrió los ojos, y vio al pequeño sobre su cuerpo, tenía la cara apoyada en su pecho, el cual estaba babeado por el menor.

- Otra vez se vinieron los dos-. Lo asustó Mario. Quien estaba cubierto solo por la toalla en su parte inferior. Tomó al niño del pecho de Romeo, y lo acostó con el otro que también estaba en la cama de Mario.

- Dijo que el cucuy estaba en su cama-. Habló Romeo, limpiando su mejilla también con saliva.

- Siempre dicen eso. Tienen una gran imaginación-. Se quitó la toalla y la puso en su cama-. Tienes baba del niño.

Le lanzo la toalla que segundos antes lo cubría para que secara el fluido del menor.

Al darse cuenta de su desnudez, tapó con sus manos su ojos.

- ¿ Qué te pasa?-. Le preguntó confundido al ver la reacción fe Romeo.

- Estas...estas...e..en bolas-. Tartamudeó nervioso. Mario soltó una carcajada.

- Somos hombres los dos. Tenemos lo mismo, ¿ que nunca te has visto en el espejo?

- S...sssi pero no... no es lo mismo.

- Haber, ¿ que nunca se la has visto a otro? O por lo menos, nunca te has masturbado con un amigo o algo así.

- Bueno, si. Pero es diferente-. Continuaba con el rostro cubierto.

Mario volvió a soltar otra carcajada. Le parecía tan curiosa y graciosa la actitud del chico.

- ¡ Callate!-. Gritaron los gemelos al unisono.

- ¡ Shhh! Duerman nanos-. Habló a los pequeños-. Está bien, ya me visto.

No dejaba de reír por la curiosa acción. Tomó su bóxer negro ajustado, y lo subió por sus largas piernas.

- Listo-. Avisó al apenado en la cama.

Romeo retiró la almohada de su rostro, y camino al baño. Un baño frío necesitaba para alejar las ideas lujuriosas de su pervertida mente.

La casa olía a tocino y huevos revueltos.

- ¿Quieres desayunar?-. Preguntó Mario a Romeo, quien entraba recién duchado al comedor.

Asintió, y Mario sirvió tocino y un par de huevos en un plato y se lo entrego al chico. Mario no quitaba la idea de su cabeza que algo ocultaba o que algo le pasaba a Romeo. Y tenia que sacar la primer idea que se le cruzó.

- Oye, Romeo. Te puedo hacer una pregunta-. Habló con toda intención.

- Claro-. Metió un trozo de tocino frito a su boca hambrienta.

- No es para ofenderte ni nada, pero tengo la duda-. Él se sentía mas nervioso y ofendido por su propia pregunta-. ¿ Eres gay?

Romeo casi se ahogaba con el jugo cuando se lo cuestionó. Se puso rojo y sonrió.

- Sí. Lo soy-. Respondió oriundo.

Mario se sentía tan apenado por hacer la pregunta tan tonta y estúpida.

- Y no tengo ningún problema con ser lo que soy. Lo contrario, me siento muy orgulloso de aceptarme, a pesar de lo que digan los demás. Y de cierta manera, nunca me ha importado los diretes de la gente. Soy lo que soy, y así soy feliz.

Mario comenzaba a admirar al chico por tan sabias palabras. No muchos se aceptan, y se esconden en lo recóndito del silencio. Y como dice, hay que ser feliz y estar orgulloso de tal y como nació.

- Eres admirable. Es muy complicado todo eso, y muchos nos escondemos. Y tu, tan oriundo de serlo. Eres admirable-. Habló con sinceridad.

Romeo le dedicó su sonrisa más grande y hermosa a su acompañante de desayuno. Aparte de su madre, nunca nadie le había hecho sentir el orgullo que sentía por su persona. Y eso le agradaba y gustaba.

Romeo.( Segunda Parte De Rommeo&Romeo).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora