- ¿ Que te pareció la comida?-. Mario se metía a la cama con Romeo.
- Delicioso. Igual que éste día, ha sido muy lindo. Sobre todo este momento a tu lado-. Los dos chicos acostados-. Te amo mucho.
- Yo también te amo, mi niño. Hoy quisiera entregarme a ti-. Le acariciaba con su dedo la rosada mejilla del chico.
Ambos se pusieron de pie, besándose apasionadamente, como si ese día fuese el último de sus vidas. Sus lenguas se acariciaban y bailaban juntas, el son de su amor y deseo.
Sus manos recorrían sus cuerpos, acariciaban sus pieles bajo la ropa. Sus cuerpos se rosaban y crecían bajo sus cinturas.
- Te amo-. e dijeron al unísono, mientras Mario arrancaba la camiseta del otro chico, desnudándolo del torso, mientras bajaba, y lamia besaba y mordía sus tetillas.
Romeo solo gemía por el contacto de los labios del otro en su cuerpo. Sentía como sus tetillas se endurecían poco a poco, y su piel se erizaba, poniéndole los vellos de punta.
- Te deseo tanto, mi niño-. Gimió mientras bajaba a besos el cuerpo de Romeo hasta sus pantalones.
Desde el suelo, hincado sus miradas se clavaban, y Romeo se inclinaba para besarlo. Mario desabrocho el botón del pantalón, bajándolo hasta las rodillas del chico, lamiendo y besando el duro miembro bajo el bóxer de cuadros rojos y negros.
Nunca lo había hecho antes, solo bajó lentamente la tela delgada, liberando los 23 centímetros de Romeo. Primero admiró lo que sostenían sus manos, para luego sacar su lengua, y pasarla por la glande.
El sabor salado del miembro le encantaba, es la primera vez que probaba un salado que tanto le agradaba y gustaba.
Con su mano masturbaba y daba lengüetasos al duro y lleno de venas miembro. Lo disfrutaba muchísimo, como nunca pensaba que lo haría.
Mientras tanto, Romeo disfrutaba tanto lo que Mario hacía con falta de conocimiento. La húmeda lengua de su novio recorría todo su pene, mientras acariciaba sus testículos y periné.
Mario gateo hasta su mesita de noche y buscó entre los cajones, sacando un cuadrado de color negro. Comenzó a rasgar con cuidado el pequeño sobre metálico con sus dedos, sacando un plástico color amarillo.
- Es de mango, quiero probarlo-. Gemía, mientras lo desenrollaba con experiencia sobre el miembro de Romeo.
No sabía lo que hablaba, solo disfrutaba tener a su novio de rodillas ante él. La lengua y boca del mayor regresaron al miembro con el látex de color, siendo inundado por el exquisito sabor del mango.
El sabor se derretía en su boca, dejándole un grato sabor de boca, y bienestar y placer a ambos amantes.
- Quiero que me lo hagas. Quiero que me tomes por primera vez-. Gimió a Romeo en su boca, poniéndose de pie frente a Romeo.
Tenía un rico sabor en su boca y saliva, no sabía por qué, pero le encantaba. Y las seductoras palabras de su novio lo encendieron, cual arbolito de navidad en diciembre.
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Romeo.( Segunda Parte De Rommeo&Romeo).
RomanceLa segunda parte de @Rommeo&Romeo. Pero en esta ocasión Romeo después de ser raptado por una extraña y obsesionada mujer, logra escapar. Entrando a un mundo diferente al que está acostumbrado. Una nueva ciudad, nuevas personas que le ayudaran a sen...