Romeo.( Segunda Parte De Rommeo&Romeo).

CAPÍTULO 51.

Todo parecía estár bien. Un médico que también iba en el helicóptero revisó a Romeo y al bebé. Mario llevaba al pequeño inconciente en sus brazos, mientras Romeo lo abrazaba.

Doble "M" decidió alejarse al verlos. Creyendo que el bebé era de la joven pareja. Sin pensarlo, Romeo corrió hacía doble "M", enredandolo en sus brazos.

Los policías sometían a la loca sobre el capote del auto, hasta que rápidamente se liberó...

- ¡Si no eres para mí, no serás para nadie!-. Arrebató el arma al policía, jalando el gatillo.

- ¡Vicente! ¡No!-. El grito de María Luisa rompió la tensión.

El hombre apareció de la nada, protejiendo a los chicos y recibiendo él mismo la bala que de propocito era terminar con Romeo.

Todo su plan había fracasado, no había nada más que hacer. Puso el cañón bajo su mandíbula, lanzando una última amenaza...

- Nos veremos en el infierno, Romeo. Alli te estaré esperando, mi vida -. Un disparo volvió a sonar, mientras el cuerpo de la chica caía en un golpe seco contra la arena, manchando el color claro del suelo de uno rojo oscuro.

Vicente estaba en la arena, apenas podiendo hablar, mientras toda su familia, Romeo y el paramedico estaban a su lado.

- Lo... Lo siento tanto, hijo-. Apenas hablaba el padre.

- No hay de que disculparte, pá-. Mario lloraba a su padre en el suelo.

- Lo siento. Mario, no te lo digo a ti, sino a él-. La pareja quedó confundida al momento en que Vicente apunto a Romeo -.Es hora de que sepan la verdad.

- Vicente, no lo hagas-. Su esposa le rogaba.

- Mujer. Ya es hora que los chicos sepan la verdad-. Respiro profundo-. Mario. Lo siento... Tú no eres mi hijo.

Mario no creía lo que su padre decía.

- Mi hijo es él. Lo supimos después de que llegó. Aquí tengo la prueba. En mi bolsillo trasero-. Lentamente, sacó una hoja de papel, con el sello de un laboratorio clínico. Una prueba de ADN del padre y Romeo. El resultado era afirmativo.

- Hace años, cuando conocí a tu madre, ella estaba embarazada de otro tipo, y como yo la amaba, decidí darte mi nombre y criarte como si fueras mío. Un día, tuve que hacer un viaje de trabajo, donde conocí a Sofía Martínez, la madre de Romeo. De inmediato me enamoré de ella también, comenzando un romance, hasta que tuve que regresar aquí. Con mi esposa y mi hijo, tú Mario. Después me enteré que resultado de aquel romance ella tuvo un bebé, y por miedo a perder a mi familia no lo busqué. Hasta que ese bebé apareció años después en mi casa. Lo siento Romeo, perdóname por haberlos abandonado. Perdónenme por favor-. El hombre apenas podía respirar ya.

Romeo lloraba por las palabras del hombre. Siempre había querido conocer al hombre que le dió la vida, y hacerlo de esa forma le era no muy peculiar. Peo en fin, Vicente era su padre. Ahora tenía aquel hombre que siempre deseó, y ahora lo tenía enfrente, muriendo.

- Claro... Papa-. Romeo respondió sin más, abrazándolo.

- No hay problema, tu siempre serás mi padre-. Mario lloraba y sonreía a la vez. Amaba tanto a ese hombre, y le agradecía que siempre estuvo a su lado. Jugando, en enfermedades y salud, ese viejo siempre estuvo cpn él. Y a la vez sentía lastima por su novio, ya que compartían padre, con la excepción de que el otro nunca lo tuvo, y recién lo conocía. Y eb que momentos lo hacía.

- Gracias, hijos-. Sin más, cerró los ojos.

María Luisa se volvía loca al ver a su marido sin posible vida. No tenía pulso ni respiraba. Todos comenzaron a gritar y llorar.

Ese hombre dio la vida por su hijo. Por sus hijos.