CAPÍTULO 31.

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Romeo despertó mareado y confundido por los medicamentos que le inyectaron anteriormente.
La madre tuvo que pagar un doctor particular como única forma, dedicándolo por shock nervioso y estrés.

- Buena tarde, dormilón-. La voz de Mario desde la oscuridad lo asusto-. Como dormiste, mi niño.

Se metió a la cama con Romeo, abrazándolo y besándolo en la mejilla. No podía olvidar a su madre, no olvida las únicas palabras que se dieron, las únicas y pocas palabras que le hicieron sentir algo en su interior.

- No te preocupes, yo cuidaré de ti. Te amo-. La presencia del castaño lo hacía sentir acompañado y querido.

Romeo se recostó sobre el cálido y desnudo torso de su nuevo novio, sintiendo la calidez, el cariño y el latir de su corazón.

- Oye, felicidades. Hoy es tu cumple, mi amor-. Mario lo abrazó sobre su cuerpo, demostrándole todo su amor y cariño en ese fuerte abrazo.

- Gracias-. Le agradeció, besándolo en sus delgados y dulces labios rosados-. Gracias por hacerme sentir mejor, y estár a mi lado.

Mario se puso de pie, buscando y sacando una pequeña caja de su cajón de interiores. Estaba muy mal forrada en papel de regalo con figuras de corazoncitos rojos, llena de adhesivos mal pegados, Romeo al ver el mal trabajo de la caja sonrió.

- Es para ti, espero te guste, mi niño. Oye, por cierto, ¿ cuantos años cumples?

- Dieciséis-. Le respondió sonriendo con la cara que puso al contestarle.

- Oh por dios, me enamoré de un menor de edad. Me provocará problemas, pero no importa. Tus dulces Dieciséis y hay que disfrutarlos, mi amor.

Mario se acercó a besarlo, pero ese momento la Puerta se abrió entrando la madre, viendo a Mario besando en los labios a Romeo.

- ¡ Ajam! ¿ Interrumpo algo?-. Habló la mujer desde la Puerta, observando el beso de los chicos.

Los cuales se separaron de inmediato al escucharla, quedando sorprendidos.

- Como estas cariño, te sientes mejor-. María Luisa se sentó en la cama junto a Romeo y Mario, tomándole la mano. El Chico asintió, y la mujer se puso de pie para salir-. La comida está lista, para que vayan, te preparé pizza de mariscos. Sé que es tu comida favorita.

Romeo cada vez se sentía más confundido por lo que comenzaba ahí. Primero de la nada saben su fecha, la llamada con su madre, y ahora saben cual es su alimento favorito. Algo pasa, y tiene que descubrirlo.

- Romeo a la tierra, Romeo a la tierra-. Mario movía de un lado a otro su mano en la cara de Romeo, atrayendo su atención.

- ¿ Que cosa?-. Respondió exaltado, y nervioso. Nervioso sobre todo por que los descubrieron besándose-. Oye, no estás asustado por que nos vio tu mamá?

Mario soltó una risa, más bien una gran carcajada ante la pregunta de su novio. Lo tomó por las mejillas, y  le plantó un estruendoso beso en los labios.

- No te preocupes por eso, ya saben lo nuestro, ayer se los conté a mis padres-. A Romeo casi se le cae la mandíbula al suelo al escuchar la confesión del mayor. Sentía como el aire se le escapaba de sus pulmones.

Romeo.( Segunda Parte De Rommeo&Romeo).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora