CAPÍTULO 27.

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- Sólo hay una condición para liberarte-. Dijo haciendo boca de pato.

Al principio no comprendió lo que trataba de decir, pero al final capto, un beso.

- Claro que no te besaré aquí. Pueden llegar y descubrirnos.

- Si quieres ser libre, tienes que hacerlo. De lo contrario, te romperé las costillas-. Seguía con la boca de pato, y haciendo más fuerza en el ajeno cuerpo.

- Esta bien, esta bien-. Dio un pico en los labios de Mario.

- No puede ser. Por un beso así casi muere Peeta por la herida.

- ¿ Quién?-. Preguntó dudoso.

- Cuando estaban en la cueva, y Peeta estaba herido, mandaron un mensaje a Katniis que eso no era un beso. Un beso igual al que me diste.

- Esos qué. No tengo idea de lo que hablas.

- Los juegos del hambre ¿ que no viste la película?-. Puso cara de decepción cuando el otro negó-. Me has perdido. Es una de mis sagas favoritas, y ahora has roto mi corazoncito.

- Esta bien. Ya va uno mejor-. Tomó las mejillas de Mario, y juntaron sus labios. Sus lenguas jugaban y se acariciaban.

- ¡ Besitos!-. Gritó Gerardo desde la puerta fe la calle. Ambos mayores se separaron al escucharlo. El otro gemelo entró, viendo la posición de los chicos. Los niños se vieron mutuamente, y corrieron fuera.

- ¡ no entres mamá, el cucuy esta en la casa! El cucuy mami-. Se escuchaban las voces de los gemelos evitando la entrada de la madre-. ¡ es bien feo mami! ¡ te va a comer, uuuyyyy!

Los niños eran cómplices mientras los chicos se separaban y ponían de pie.

- Quitense, se me van a caer las bolsas. No estorben-. Se escuchaba agitada la madre.

Los chicos salieron para ayudar con las compras a la mujer.

- Ya se fue el cucuy, ma-. Dijeron los niños al ver salir a los mayores. Corrieron dentro de la casa.

- Chamacos locos. Y todo por que los dejas ver películas de terror-. Acusó a su hijo, mientras les daba las compras a los chicos.

Entraron los tres a la casa, poniendo las bolsas en la mesa del comedor. Sacaron la despensa, y la acomodaron en la alacena.

Los dos chicos se fueron a la habitación, fuera de la vista de la madre Mario abrazaba al otro por la cintura, y lo besaba en el cuello.

- Oye. Y lo que te dije anoche era cierto. Me debes una respuesta-. Le notificó al oído mientras lo besaba y abrazaba por la espalda-. ¿ Quieres ser mi novio?

Romeo sonreía de felicidad por la declaración del chico. Hasta se puso de rodillas frente a él y le sostuvo la mano ante la petición.

- Claro, si quiero ser tu novio-. Mario se puso de pué, besando en los labios a Romeo. Pero no todo era felicidad, Romeo recordó a Sandra. Oye, y que con Sandra.

- Ni me la recuerdes. Descubrí que me engañaba con un supuesto amigo, y para empeorarlo, el bebé no era mío. Que ni ella sabia de quien era-. Su tono de voz cambio muy rápido.

- No te preocupes, ahora me tienes a mí. Juntos podemos tener todos los niños que quieras-. Romeo lo abrazó por el cuello, y lo beso en los labios.

- Gracias, mi niño. Pero para eso nos tenemos que casar, y sí, quiero muchos, muchos niños contigo. Te amo, mi niño lindo-. Lo sostenía por la cintura, besándolo apasionadamente.

Lo cargo en brazos, y entraron en la habitación, dejándose caer en la cama.

Romeo.( Segunda Parte De Rommeo&Romeo).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora