Obviamente, no tomó muy bien la noticia. No dejaba de golpear su puño contra la pared, mientras lanzaba palabrotas al aire, maldiciendo al raptor.
No soportaba ver eso, se puso de pie, y se encerró en su habitación.
Fuera, escuchaba los golpeteos y palabrones de su prometido.se sentía la peor basura del universo por no haber evitado aquel suceso.
Se tiró sobre su cama, rompiendo llanto entre la almohada, tomó un peluche en forma de banana con gafas que los niños le obsequiaron en su cumpleaños y lo apretó contra su cuerpo. Las lágrimas empapaban la tela de la almodada, y su sufrimiento se ahogaba en aquel accesorio.
La puerta se abrió, entrando por ella Mario hecho una sopa. Se sentó en la cama con el otro chico, mientras palmeaba la espalda tratando de tranquilizarlo. Pero Romeo solo retiró la mano de su novio, tratando de alejarlo.
- Déjame por favor. No trates de hacer algo. Por mi culpa tu hermanito está perdido-. Sus ojos comenzaban a hincharse.
- No te culpes, por favor. Tú no puedes hacer todo de una vez. Limpiar, comida y cuidarlos. Sé cómo son de inquietos y no están en paz. No te culpes, amor-. Trataba de alentarlo en vano.
- Mario, por favor. ¡ Todos sabemos que soy culpable de todo! ¡ Por mi culpa tú y tu familia están en riesgo!-. Su voz se quebraba al hablar-. Nunca debí haber venido aquí. Solo soy un peligro para todos.
- ¿Pero a que te refieres que eres un peligro? Tú no lo eres.
Se puso de pie, dejando la banana en la cama.
- ¡ Claro que lo soy! Tú no lo entiendes. Nadie lo hace-. La piel de sus brazos comenzaba a sangrar por tanto pasar sus largas uñas por ella. Las clavaba y rasguñaba.
- No... No te hagas eso. ¡ Para de hacerlo-. Trataba de detenerle las manos, evitando que prosiguiera con su auto castigo
- ¡ Tú no entiendes! -. Lo arrojó hacía atrás, lejos de él.
- ¡De acuerdo, no lo entiendo. No te entiendo!-. Azotó la puerta ante su salida de la habitación.
Tomó aquella loca figura de la banana sonriente, la abrazó, y se derribó sobre su cama. En ese momento, su teléfono sonó, avisando un mensaje de texto nuevo.
Desconocido: 18:40
Parece que todo se derrumba, corazoncito.Adivivina... Sí!!! yo tengo al engendro, y si quieres verlo, ven al lugar donde se puede ser príncipe de las montañas...
Al principio no comprendió, hasta que recordó un día que llevaron a los niños a jugar al parque de juegos, donde hay un tobogán en forma de torre de castillo, y ellos decían ser príncipes guerreros.
Buscaba y pensaba una forma de salir sin que nadie lo viera y sospechara. Todos estaban en la sala de estar, así que era imposible salir por la puerta principal o la trasera. Tenía qur hallar otra forma de salir.
Las ventanas tenían barrotes de metal, imposible. Recordó la ventanilla del baño, era muy pequeña, pero suerte que su cuerpo era delgado justo para traspasarla sin problemas.
Como no quería más problemas, borró aquel texto de su teléfono, y prefirió dejarlo en su cama.
Caminaba por las calles con los nervios y el temor a flor de piel. No sabía con lo que se encontraría, y lo que tendría que hacer para ver al pequeño con bien.
El parque estaba repleto de personas y niños corriendo por doquier, pero esperaba donde le indicó la anónima. Se apoyó contra la base de la torre tipo medieval, con una escalera descolorida por el tiempo y el sol y el tobogán amarillo saliendo del otro lado. Una banderilla roja de plástico apenas se movía por el aire.
- Donde, donde estás desgraciada-. Mordía sus uñas nerviosamente, hasta que algo tapó su nariz y boca.
Era un pedazo de tela, bañado de un olor dulce, y que le provocó un sueño de inmediato.
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Romeo.( Segunda Parte De Rommeo&Romeo).
RomanceLa segunda parte de @Rommeo&Romeo. Pero en esta ocasión Romeo después de ser raptado por una extraña y obsesionada mujer, logra escapar. Entrando a un mundo diferente al que está acostumbrado. Una nueva ciudad, nuevas personas que le ayudaran a sen...